Lucha por la Cultura de la Resistencia en el siglo XXI : Sabino Vive la lucha sigue

No se puede aceptar la extinción de los pueblos nativos con su sabiduría tradicional y sus derechos humanos. El ser de los pueblos nativos, su sabiduría, su ética, sus valores, sus formas de vida, su existencia, forman parte de la pluralidad cultural de la Patria Bolivariana de Venezuela. Legalmente están amparados y respaldados en la Constitución Venezolana

En los hombres y mujeres de los pueblos nativos, se oculta el originario, la esencia, la memoria de la transformación del presente e instalación del horizonte del siglo XXI. La desaparición de los pueblos indígenas significa borrar los orígenes, perder la memoria y el punto de referencia para atar el hilo y comenzar de nuevo.

La pérdida de la existencia de un ser ente humano, la extinción de una familia, de una comunidad, es la pérdida y destrucción del originario, del principio de nuestro horizonte histórico de transformación como verdad. Es un eliminar evidencia de referentes necesarios para la creación de lo nuevo que se encuentra alojado y oculto en el tiempo pasado. Procesos como los que implican el Diseño Hermenéutico en la obra estética, histórica, política o económica, corren el riesgo de perder su referencia filosófica de la tradición humana, tanto en el tiempo como en el espacio, y el derecho a la pluralidad cultural de las civilizaciones en un mundo global. Es una situación similar a venir de la nada y quedar sin padre y madre, sin referencia familiar orgánica y que en la hermenéutica filosófica corresponde con la ontología, con un círculo donde tiene vigencia el tiempo.

Aceptar la destrucción de un ser humano es aceptar la imposición de la cultura de la dominación con su ideología consumista, materialista con sus intereses por las tierras. Es el interés y la ideología centrada en la materia prima y su explotación en nombre del desviado progreso y desarrollo que atenta contra la madre tierra. Un progreso que busca imponer los intereses económicos de los grupos de poder contra-político, con la lamentable consecuencia del crecimiento de la población en estado de pobreza y la destrucción planetaria.

Protestar una pérdida de vida, como es la de Sabino, es protestar la eliminación de toda esencia originaria que reafirme la existencia humana con su ser histórico creador y transformador del mundo negador, por un mundo que reafirme el bienestar de todas y todos los ciudadanos. Levantar la voz y exigir justicia es negarnos al pensamiento cerrado, violento, jerárquico vertical, discriminatorio, negador de derechos humanos, que pertenece al pasado del siglo XX. Protestar es un paso de la lucha identificada con el obrar por el estado de apertura, con autenticidad, para asumir los cambios históricos, políticos, económicos, ambientales y culturales del siglo XXI.

Es importante la protesta y necesario reafirmarla como parte de la lucha de la cultura de la resistencia. Una civilización y cultura que se niega a desaparecer con su saber tradicional y derecho a ser gobierno como pueblo, con sus comunidades que construyen colectivamente por consolidar la Democracia Comunitaria y Sectorial del siglo XXI.

Nos unimos a las voces de la cultura de la resistencia para exigir al Estado Venezolano, al gobierno y sus personalidades respectivas superar el dualismo político, el discurso y sus contradicciones. Es urgente dejar en el pasado la falta de sinceridad, de autenticidad en cuando a lo que se dice, las ideas, lo abstracto y lo que se hace, en la práctica, en las obras. El discurso, la teoría, las ideas, la abstracción del mundo que se quiere debe corresponder con lo concreto de los hechos, del mundo que se construye.

Basta de dolor y pena con la respectiva pérdida de vidas humanas a las que se someten las comunidades, como las indígenas, campesinas, urbanas, etc. que creen y respaldan la transformación del siglo XXI.

Sabino vive la lucha sigue y por ello respaldamos el presente comunicado, que salió desde nuestra Universidad de Los Andes donde laboro como Docente, y pedimos se difunda en nombre de la justicia de nuestras civilizaciones originarias y por el derecho de los pueblos a la heterogeneidad y pluralidad cultural frente al pretendido dominio de la homogeneidad Cultural en el mundo global del siglo XXI.

COMUNICADO

Ante el vil asesinato del Cacique Yukpa de la Comunidad indígena de Chaktapa en la Sierra de Perijá, Sabino Romero y de la gravedad de su esposa Lucia herida en el mismo episodio, el Grupo de Trabajo sobre Asuntos Indígenas (GTAI), grupo de investigación académica y de acción social adscrito al Centro de Estudios Políticos y Sociales de América Latina (CEPSAL), de la Universidad de Los Andes en Mérida, Venezuela, desea expresar lo que sigue:

1.Que desde hace tiempo, el GTAI junto a los pueblos indígenas, movimientos populares, sociales, ecologistas y de derechos humanos, venían alertando de la existencia de una alarmante espiral de violencia en la Sierra de Perijá, la cual cada vez más resultaba incontrolable por parte de las autoridades nacionales y regionales, dando cuenta de un enorme vacío institucional en la zona.

2. Que desde antes de la detención arbitraria en el año 2010 del Cacique Sabino Romero, autoridad tradicional y legítima de la comunidad indígena Yukpa de Chaktapa de la Sierra de Perijá, se habían producido hechos de violencia en territorio indígena teniendo como primer resultado la muerte en el año 2008 del Cacique Manuel Romero Izarra, padre de Sabino Romero.

3. Que luego de la puesta en libertad del Cacique Sabino Romero, de Alexander Fernández y Olegario Romero en el año 2011, como consecuencia de sus detenciones ilegales y arbitrarias durante 18 meses, la violencia habría arreciado en la zona en contra del pueblo Yukpa.

4. Que como resultado de la violencia sistemática en marcha en la Sierra de Perijá, el indígena Alexander Fernández habría sido asesinado en las mismas condiciones en las que ha muerto el Cacique Yukpa Sabino Romero.

5. Que el Estado venezolano, pluricultural según la Constitución y asimilacionista en los hechos, suma a su ya larga lista de muertos, la del Cacique indígena Yukpa Sabino Romero.

6. Que si bien en el ámbito del derecho internacional el genocidio es un delito ocasionado por la muerte sistemática de un número de personas que pertenezcan a un grupo nacional, étnico, religioso, entre otros, existen en el país manifestaciones perversas de genocidios silenciosos donde las culturas indígenas tienden a desaparecer. Al día de hoy son 6 los indígenas muertos en la Sierra de Perija, sin incluir los de otros pueblos indígenas de Venezuela.

7. Que la reivindicación indígena por el derecho al territorio ha ido acompañada en el país de una peligrosa tendencia a la criminalización de la protesta, donde en la actualidad se le pretende imputar de responsabilidades a organizaciones y activistas de derechos humanos como Homo et Natura y Provea, por su solidaridad y apoyo a los pueblos indígenas.

8. Que lamentablemente el Estado venezolano nunca entendió el carácter de la demarcación, el contenido del artículo 119 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) y el derecho al territorio de los pueblos y comunidades indígenas del país, el cual se fundamenta en las condiciones necesarias que deben ser creadas para garantizar sus formas de vida.

9. Que al igual que muchas comunidades indígenas del país, la comunidad indígena de Chaktapa de la Sierra de Perijá de la cual Sabino Romero era su Cacique, ya contaba con un Plan de Vida de acuerdo a sus usos y costumbres, resultado de la autodemarcación de sus territorios y a la espera de su validación por parte del Estado venezolano.

10. Que la muerte del Cacique Sabino Romero pone en evidencia la ausencia de un Estado que reconoció derechos y que los usurpa al criminalizar la reivindicación indígena por sus territorios.

11. Que el asesinato del Cacique Romero deja clara la inexistencia de un Estado que reconoció derechos indígenas que poco a poco se difuminan frente a tanta impunidad.

12. Que resulta una paradoja que acabando Venezuela de hacerse parte del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, haya una violación sistemática y reiterada de los derechos indígenas en el país. Debería de constituir este crimen el primer caso de investigación del país en el seno de este organismo.

En virtud de lo antes expuesto y por el compromiso del GTAI con los pueblos y comunidades indígenas de Venezuela, exige:

1.El cese al hostigamiento de los pueblos indígenas del país, en especial a los de la Sierra de Perijá, y en particular a la Comunidad de Chaktapa y a la familia de Sabino Romero.

2. Medidas cautelares en favor de la Comunidad de Chaktapa y de la familia de Sabino Romero.

3. La averiguación rápida y transparente de los hechos para determinar la autoría intelectual y material del asesinato del Cacique Sabino Romero.

4. La validación inmediata de todos los procesos de autodemarcación realizados por los pueblos y comunidades indígenas de Venezuela.

En Mérida, Venezuela, el 4 de Marzo de 2013

bettyoso@hotmail.com


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Betty Osorio

Profesora de la Universidad de Los Andes, Mérida y titiritera

 bettyoso@hotmail.com

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