El Comandante Hugo Chávez, es la personificación de los seres humanos que sobrepasan el soplo de la vida y la desaparición física. El mundo del momento tiene la fortuna de ver la forma de transcendencia de un hombre o una mujer que hace lo que todos debemos hacer. La historia guarda la memoria de muchos que lo hicieron, pero la humanidad actual solo era testigo por lo que la historia nos dijo. Es el siglo XXI y todos estamos atónitos de lo que ocurre con el Comandante Chávez, ejemplo que vemos con nuestros propios ojos; y Venezuela también tiene la fortuna de ser la tierra que parió esta Figura que cambió la geografía sociopolítica mundial. Los venezolanos somos responsables de lo que puede seguir ocurriendo en la búsqueda del Mundo Mejor que todos queremos. Los gimos de la humanidad comenzaron a silenciarse gracias a Hugo Chávez.
El trigo y la cizaña es la metáfora bíblica que nos enseña lo que la figura universal de Hugo Rafael Chávez Frías hace tangible. El trigo crece con todas las dificultades y tolera la cizaña. Cizaña que es la mala hierba que observamos en el matero o nuestros jardines, que se nutre y alimenta al lado de la planta que cuidamos con esmero, pero la cizaña crece junto a ella buscando como arroparla para destruirla. La metáfora recomienda no arrancar esa mala hierba para no estropear el desarrollo del trigo y más dramático aún, no arrancar junto con la mala hierba el buen trigo.
La oposición “venezolana” y la canalla capitalista mundial, es la cizaña que el Comandante Eterno toleró, teniendo la legítima autoridad legal y apoyo de su pueblo para no permitirlo; más, nos enseño como quien no nos enseña, que debíamos tolerar todos los abusos para no estropear el proceso revolucionario. Nos hizo fuertes para que con toda la paciencia, conociéramos en estos 14 años quienes eran nuestros enemigos, quienes son la cizaña.
Esa cizaña se “envalentonó” contra la paciencia de un verdadero Líder, que sabiendo lo que buscaban con sus abusos, con el libertinaje de sus medios periodísticos, con sus calumnias y todas sus bajezas, prefirió tolerarlos para cuidar a su pueblo.
En este instante, el mundo es testigo de la “ciega capacidad” con la que pretenden continuar, pero se equivocaron, ya no toleraremos que esa cizaña estropee el buen trigo, la arrancaremos con cuidado, pero la arrancaremos antes de que sea ella que nos dañe a nosotros y con el daño a nosotros, se desvanezca la esperanza de todos los pueblos humillados del mundo. La suerte de Venezuela está echada. El pueblo ya comprende la tarea encomendada, ser los jardineros, los agricultores que con agresividad arrancaremos la mala hierba y la arrojaremos al fuego.
“El que gobierne a los hombres con justicia, el que gobierne en el temor de Dios, será como la luz de la aurora, como la luz del sol en una mañana sin nubes, que hace crecer el trigo después de la lluvia. Por eso mi descendencia está firme en Dios, pues él hizo conmigo un pacto eterno, totalmente reglamentado y seguro. Él me da la victoria completa y hace que se cumplan todos mis deseos. Pero todos los malhechores serán como espinos desechados, que nadie toma con la mano. Para tocarlos, se toma un hierro y una lanza, y se les echa en el fuego para que se quemen por completo”. 2 Samuel 23; 3,7
¡Chávez, el Comandante Eterno!
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