Poniendo las tablas de bingo sobre la mesa y jugándosela en forma de cruz porque es su pesada cruz, la CTV lanzó la candidatura de Carlos Ortega a diputado de la Asamblea Nacional para las elecciones parlamentarias de diciembre próximo.
Suponemos que con esta jugada electorera a cartón completo, el sindicalismo cuarto republicano aspira que, de salir electo, Ortega presida la Comisión Permanente de Bingos, Casinos, Carreras de Caballos, Loterías, Cuarenta Mata, Ludo, Dama China, Monopolio, Truco, Carga la Burra y demás Juegos de Envite y Azar, porque esa es su especialidad.
En apoyo al sindicalista adeco, sectores oposicionistas anunciaron la inscripción ante el CNE del Movimiento Bingo (Bloque Independiente de Guabinosos con Ortega), agrupación política que se encargará de promover la candidatura del presidente de la CTV.
La imagen del susodicho se ofrecerá al público elector bajo el lema siguiente: "Tilingo, tilingo, con Ortega manda el Bingo". En un paso y gano, lo que más nos gusta de la candidatura de Ortega es que, en un supuesto negado de que salga electo, sería la gran oportunidad para deducirle hasta el último centavo de los pagos que le haga la Asamblea Nacional, para que pueda solventar parte del impagable daño económico que le causó a Venezuela durante el sabotaje petrolero a Pdvsa.
Pero si de jugadores se trata, además de Ortega, en la lista de políticos aficionados al juego también hay que incluir a Humberto Celli, quien podría formar parte de esta fórmula enmorochada oposicionista. Así como Ortega se desvive por jugar bingo, a Celli igualmente se le va la vida detrás de las patas de los caballos pura sangre de los hipódromos de La Rinconada, Valencia y Santa Rita.
En tal sentido, sobran fotografías y videos de las sesiones del viejo Congreso Nacional en las que Celli concentrado en la faena del día, valiéndose del susurro incomprensible de Gonzalo Barrios, el cabeceo oprobioso de Canache Mata y el aburrimiento visceral de Luis Alfaro Ucero, aparece leyendo entretenidamente las revistas hípicas del país y llenando un cuadro del 5 y 6, en una actitud de adelante a luchar miliciano.
Por lo tanto, aprovechando la existencia del canal de televisión de la Asamblea Nacional, Celli sería un batacazo conduciendo el programa "La Curul Hípica", donde daría a conocer los datos de última hora y transmitiría como un categórico Alí Khan las carreras de caballos desde los distintos hipódromos del país.
Volviendo a la candidatura de Ortega, su campaña será impactante ya que los creativos de su comando piensan elaborar un afiche fashion con la fotografía del sindicalista adeco cuando fue apresado jugando bingo. Según estos creativos, el pelo pintado de negro y los grandes bigotes estilo Juan Charrasqueado que en esa oportunidad lució Ortega, agracian el look y el glamour requerido para la producción de un afiche de este tipo.
Desde esta perspectiva, el mega concepto artístico de este medio propagandístico alcanzará su nivel más relevante con la incorporación de la frase que catapultó a Ortega en el ámbito nacional e internacional: "El paro se me escapó de las manos". Como a los adversarios al gobierno le ha ido mal en los últimos diez procesos electorales, muchos analistas políticos de la misma oposición creen que este esfuerzo publicitario será improductivo, pues dan por seguro que la candidatura electorera de Carlos Ortega saldrá con las tablas de bingo en la cabeza.