Una de las maneras del Estado de combatir la delincuencia es a través de la capacitación, la cultura y la creación de nuevos empleos. Las llamadas “Misiones Bolivarianas” (una serie de programas sociales implementados por el eterno y amado comandante presidente Hugo Chávez) han ayudado a los más necesitados en el ámbito de la educación, alimentación, vivienda y medicina. Dado la importancia del problema es necesario definir quién o quiénes son los enemigos de la sociedad y cuál es su estrategia de acción. Luego, con base en esta caracterización se puede diseñar una estrategia de lucha que nos permita combatirla y desaparecerla.
Para nadie es un secreto que, en los sistemas capitalistas a la clase Trabajadora y al campesinado le toca producir la riqueza de la sociedad para beneficio de la burguesía, y para su propia desgracia. Y decimos que para su desgracia pues ella recibe una parte ínfima de todo lo que produce. De allí que la lucha de clase entre la burguesía (o el imperialismo) y las clases trabajadoras y campesinas se desarrolle para cambiar o mantener esa injusta distribución de las riquezas dentro de la sociedad. El proyecto de CAPriles Radonski, es el mismo que aplican los sistemas capitalistas. En el capitalismo ó, en el proyecto de CAPriles, ese ejército de trabajadores activos y en reserva sobrevive bajo estándares mínimos de alimentación, vivienda, educación y salud; todo lo contrario a los altísimos estándares que vive el ejército de trabajadores venezolanos en esta revolución bolivariana.
La burguesía encabezada por su máximo mentor CAPriles Radonski, vive del robo que hace a la clase trabajadora y campesina (de la riqueza que esta produce), con la misma la arroja a la selva del primitivismo. En esta selva se impone la ley del más fuerte, del más astuto, del más violento, del más individualista, del que mejor se vende a los intereses de la burguesía, del que se aprovecha mejor de los vicios que les crea la burguesía a la clase trabajadora y campesina para adormecerla. La burguesía o el imperialismo la condena a ser asediada por la delincuencia.
Mientras nuestro presidente constitucional Nicolás Maduro, hace promesa de acabar con la delincuencia; a CAPriles Radonski la delincuencia le sirve como mecanismo de control social (como instrumento de terror) contra la clase trabajadora (muchos trabajadores de la construcción acribillados), contra los campesinos (283 campesinos asesinados), contra los estudiantes (expulsión de líderes estudiantiles de la UCV), contra las personas de tercera edad (abuelos y abuelas no son atendidos en clínicas privadas por no tener seguro). Y cuando ese control resulta insuficiente también sirve como instrumento para aniquilar a sus líderes; como instrumento, para acabar con cualquier tipo de organización popular.
El proyecto político de CAPriles Radonski, que es el mismo utilizado por el imperialismo yanqui, hace uso de la exportación de la delincuencia internacional organizada (para ejemplo un botón: Posada Capriles). CAPriles Radonski: exportación desde Colombia: pandillas violentas de sicarios, paramilitares, carteles de la droga, tráfico de armas, trata de blancas, prostitución, casinos, juegos de videos violentos, tráfico de órganos, sistemas financieros ilegales y la corrupción de los funcionarios públicos (ya lo comento José Vicente: EE.UU. contrata a funcionarios públicos venezolanos, para que hagan el trabajo sucio) como medios para crear las condiciones objetivas de violencia que le permitan aterrorizar y controlar a las clases trabajadoras y campesinas de Venezuela.
El fascista CAPriles Radonski, ha aprendido del imperialismo norteamericano que el terror sistemático ejercido sobre las clases trabajadoras y campesinas las dividen, desorganiza, atemorizan y desorienta (las vuelve inconscientes y manipulables). Y cuando eso no es suficiente también el terror se traduce en aniquilamiento de líderes (sus manitas blancas). El engaño, la manipulación y la mentira es el arma de CAPriles en esta nueva campaña presidencial, las utiliza como objetivo para dividir y adormecer (física y moralmente) a los venezolanos para que sean fácil presa de los medios de comunicación privados (Globovisión, Televen, Canal i, Venevisión, entre otros). Definitivamente, los venezolanos aterrados por la delincuencia no visualiza este problema como una asunto de guerra encubierta por CAPriles y sus secuaces; sino que, lo ve como le interesa a CAPriles y al Imperio norteamericano, como un asunto individual o aislado, si acaso como un asunto del Gobierno revolucionario.
Solo el pueblo salva al pueblo.
Patria Socialista o Muerte… VENCEREMOS.
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