Vientos de la sabana
El mequetrefe del imperio
Geovanni Peña
Diputado AN
Ya todas las encuestas han recogido el clamor del pueblo venezolano que no es otro que seguir con los postulados éticos y morales de construcción de la Patria y de continuar alimentando el legado inconmensurable que nos dejó el comandante eterno Hugo Chávez. Ya el triunfo del camarada Nicolás Maduro es irreversible en todos los rincones de este suelo soberano e independiente que no quiso más nunca volver atrás a esos gobierno indolentes e insensibles de la cuarta república que tanto daño le hicieron a la sociedad arrinconando al 84 por ciento a una pobreza generalizada y donde ya se habían privatizado los servicios primarios a pequeñas y poderosas familias inescrupulosas que se enriquecieron de los recursos de este noble país.
Lo peor que le pudo pasar a la oposición venezolana fue la desaparición física de nuestro líder Hugo Chávez, porque su partida lo inmortalizó en el corazón de las mayorías de los venezolanos y venezolanas. La oposición, miope como de costumbre, no visualizó la poderosa empatía y conexión entre Chávez y el pueblo, una dupla indisoluble que no permitirá el regreso de oligarcas, apátridas y mequetrefes del imperio norteamericano al poder político y económico para arremeter contra los verdaderos intereses de todas y todos quienes compartimos este suelo sagrado.
Por su puesto que el candidato de la derecha internacional, del imperio norteamericano, de la oligarquía venezolana, Henrique Capriles Radonski, ahogado en sus ambiciones y obsesiones, tampoco se da cuenta de esta notoria realidad. Este mequetrefe del imperio no entiende que cada vez que intenta mofarse, burlarse o pretender humillar a nuestro candidato Nicolás Maduro, se aprieta el lazo político al cuello; porque meterse con Maduro, es meterse con la voluntad de Chávez y con la voluntad del pueblo, que somos las inmensas mayorías de hombres y mujeres de buena voluntad que día a día nos esforzamos por construir un mundo mejor, más equitativo, más justo y de mayor elevación de las banderas de la paz y del amor.
Capriles en su necio intento por burlarse de nuestro Nicolás Maduro, se burla de los niños y niñas de la patria, de todas y todos los venezolanos, de nuestros valores, de nuestros árboles y nuestros ríos, del nuestro mar y nuestras montañas…, del alma del pueblo. Claro, pero él nunca se va a dar cuenta de ello, su carencia de sensibilidad y de humanismo no le permite sentir las vibraciones del alma del pueblo ni mucho menos los latidos de este barro caribeño y latinoamericano porque, simplemente, él no tiene sus ojos puestos en nosotros sino en los intereses del capitalismo internacional que lo utiliza para que destruya los sueños de una patria bonita.
Y lo peor es que el mequetrefe del imperio le ha dado por imitar a Chávez, de allí el uso de toda la simbología sagrada de nuestra Venezuela y del legado histórico de nuestros Libertadores primarios. Es por eso que ahora podemos ver cómo usan símbolos patrios como la bandera nacional y figuras de él Libertador Simón Bolívar para promocionarse, para venderse; tal uso obedece únicamente como un producto publicitario capaz de lograr objetivos de manipulación y engaño a fin de persuadir o engatusar a cualquiera.
Es por ello que siempre tenemos que recordar esa máxima cristiana que tanto no las recordó Chávez de “estar atento ante las acechanzas del maligno”. Todo chavista, todo revolucionario y revolucionaria tiene el compromiso ineludible, impostergable e indelegable de asumir la responsabilidad de salir estos días de batalla electoral, a dar la cara, a ofrecer las buenas nuevas de un proyecto de inclusión y justicia social donde todos cabemos y podemos participar en la corresponsabilidad de seguir haciendo a Venezuela, una tierra bendita y vigorosa, ante el debacle mundial de la depravación del imperialismo mortal.
No nos está permitido desviarnos de nuestros objetivos de patria. Ya sabemos que las calles de Barinas hablaron: ellos movilizaron 06 mil personas en la venida del Candidato Perdedor; y nosotros movilizamos cerca de 40 mil chavistas. Pero no hay que caer en triunfalismos, ya que este es el espejo de los perezosos, tenemos que seguir organizados, disciplinados, planificando, conscientes y movilizados. Todos a redoblar esfuerzos, evitar el triunfalismo, hacer el Uno por Diez, comprometidos en buscar la gente. Debemos recordar que el pueblo está enchufado con Chávez y Chávez está enchufado con la patria…, una conexión de amor, enchufados de corazón a corazón. Así que la exhortación es a seguir trabajando y dejar que el Burguesito, alimentado de odios, de caprichos y obsesiones siga con su discurso vacío como su mirada “puyua”, como una hiena en la noche buscando presas para tragarse…, como en otros tiempo era costumbre de las políticas degeneradas de gobiernos inescrupulosos y perversos de la cuarta república. Todos con Maduro, para seguir el legado de Chávez…, Corazón de la Patria.
El autor es: Diputado AN
santanajerez@hotmail.com
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