Nuevamente, nos encontramos en una jornada política pletórica y llena de amor de parte de un pueblo que siente el triunfo de la Revolución Chavista. Esa alegría de hace una semana cuando arrancó, en definitiva, esta campaña electoral esperada por muchos desde el pasado 05 de marzo, con la partida física del Comandante Eterno. Nada más alentador para quienes amamos la patria y socializamos nuestros valores y sentimientos con la memoria de nuestro líder Hugo Chávez, que arrancar con un certero, preciso e indiscutible margen de ventaja de 20 puntos de Nicolás Maduro, el hijo de Chávez, sobre el candidato del imperio y el retroceso Capriles Radonski, quien representa a los intereses más pecaminosos de los grandes centros de poder económico del mundo.
Una gran fiesta nacional que volvió a despertar ese gran compromiso que tenemos todos por la lucha de la hegemonía popular capaz de transformar la sociedad en un verdadero espacio de justicia social y dignidad, donde la igualdad y la inclusión permitan equilibrar una vida cada vez más plena de felicidad en el corazón de cada uno de los venezolanos y venezolanas que compartimos este hermoso país que se encaminó para ser una potencia socialista, donde sean izadas las banderas de la independencia, la paz y el amor.
Por nuestro lado, podemos ver en toda la geografía nacional un comando organizado, un partido organizado, unos militantes organizados, unos patrulleros organizados y una alta conciencia del pueblo en general que apuesta su futuro con la continuidad de la construcción de la patria que todos soñamos.
Cumplimos una semana en esta rauda campaña y ya el pueblo decidió por seguir apoyando el proyecto socialista que inició en el 92, Hugo Chávez Frías con los designios más nobles del espíritu y la humanidad, que brotan de las mismas entrañas de un pueblo hecho del barro Libertador que hace siglos se negó a ser colonia de imperios e inició los caminos hacia la autodeterminación y la soberanía; pero que lamentablemente, por codicias particulares en el andar de la historia, habían desviado el verdadero propósito de nuestro Libertador y que ahora, con la llegada de la Revolución Bolivariana y Nicolás Maduro, hijo de Chávez, a la Presidencia, volvemos a enrumbarnos por los senderos de la independencia para hoy y para siempre.
Por eso con alegría, con una multitudinaria asistencia, con actos desplegados en toda la geografía, con la sonrisa a flor de piel, estamos en esta campaña convencido que el 14 de Abril nos espera otro triunfo para el pueblo cuando salgamos todos con conciencia y organizadamente a darle el apoyo a un hombre que ha sido escogido por la visión acertada de nuestro Chávez y estamos seguros que Maduro seguirá entregado su vida y su amor por todos y todas los venezolanos.
La certeza de la ventaja es evidente, en cada rostro de pueblo, de felicidad, que ha sido tocado por una gestión de inclusión que nos ha permitido a todo recibir los beneficios de unas políticas que emergen del corazón de la misma patria.
Sin embargo, tenemos que seguir manteniendo y duplicando los esfuerzos de organización, de ánimos, de convicción, de alta madurez políticas, de conciencia revolucionaria, de espíritu transformador; para continuar sembrando y no caer en los engaños y mentiras de un candidato embustero como Capriles Radosnki, manipulador, que obedece a intereses del diabólico capitalismo nefasto, asesino y perverso que anda por el mundo sembrando terror, odios, violencia y guerras, apoyando dictaduras, derribando democracias y creando desestabilizaciones, dolor y muerte.
De allí que todos estamos exhortados a demostrar nuestro amor y compromiso. De allí, a dar nuestro sacrificio por la patria y cumplir cada quien con sus objetivos y estar alertas y motivados con alegría, con un corazón abierto, con entusiasmo y paz, en esta campaña madura donde ya hemos visitado casa por casa todo el país llevando nuestra propuesta digna que encabeza ahora el hijo de Chávez, nuestro hermano Nicolás Maduro…, una campaña de amor, la campaña de la patria, la campaña madura.
El autor es: Diputado AN
