...sería una afrenta inaceptable a la memoria de nuestro amado Líder y no tendría perdón del pueblo.
De lo que sucedió el 14A se ha escrito y se seguirá escribiendo mucho, durante largo tiempo. Nadie se explica ni siquiera la derecha cómo es que todas la encuestas se equivocaron cuando tres días antes daban triunfador, la que menos lo hacía, por 8 puntos mínimo, al candidato de la Patria, yo pienso que políticamente no hay explicación, es más bien un exabrupto que tendría que registrarse como un fenómeno sociológico.
Alguien, recientemente, en esta página opta por inclinarse por la hipótesis de que en lo sucedido está metida la mano imperial con recursos tecnológicos de altísima sofisticación, con la que lograron penetrar el sistema de unas máquinas que se nos vendieron durante mucho tiempo como inviolables, impenetrables, perfectas en todo y bien sabemos que tal perfección en lo inventado por el hombre no existe, lo único perfecto es la obra de Dios.
Recuerdo muy bien, tal vez mis lectores también lo recuerdan, que el Presidente Maduro declaró que se había detenido a unos colombianos con equipos electrónicos de altísima tecnología, de allí no se supo más, por lo que estaría pendiente que el pueblo supiese, qué sucedió con esa gente y sus equipos.
Nadie duda de la inconmensurable capacidad tecnológica de los gringos que han sido capaces de colocar seres humanos en la luna y Marte, así como equipos que desde allí envían informaciones precisas a la tierra, nadie duda tampoco de que cuando les viene en gana provocan muerte, conflagraciones naturales, inoculan virus en seres humanos, todo a distancia y es apenas obvio pensar que para ellos penetrar un sistema informático como es el que opera en el CNE, es como pelar mandarinas, de allí la seguridad previa y durante el proceso de votaciones, que se le notaba sobre todo a quienes fungen como líderes de la derecha que quedaron atónitos porque no sucedió o que esperaban y fue tal su desesperación que no les importó mandar a sus huestes a “drenar su arrechera” matando y destruyendo a lo largo y ancho del país, con las consecuencias que ya conocemos.
No lograron completar su tarea a cabalidad por un milagro, en el cual no cabe duda tiene que tener metida la mano nuestro comandante supremo. Esta vez no pudieron pero casi lo logran sin embargo lo que si lograron fue darle un fuerte sacudón a la conciencia revolucionaria, sobre todo a la de los líderes que tienen sobre sus espaldas la responsabilidad de no dejar morir la obra del gigante Comandante, que quiere decir no matar las esperanzas de un pueblo quien por primera vez y desde hace 14 años ha sido visibilizado y colocado como prioridad revolucionaria para garantizarle su gotita de petróleo a través del otorgamiento de sus derechos, como nunca jamás sucedió en este país.
Así pues, la tarea que le queda a quienes tienen la primera responsabilidad de Maduro hacia abajo, no es cualquier concha de ajo, no se puede dejar pasar ninguna hipótesis y la de un ataque tecnológico no puede descartarse, no nos cabe a muchos en la cabeza lo absurdo de lo sucedido sobre todo con un candidato, no malo sino pésimo, como el de la derecha que confirmó su mediocridad e ignorancia con la tragedia que causó en pocas horas en todo el país, que con su inconsistencia programática y sus dirigentes más destacados, todos hijitos se papá y mamá, sin tradición democrática pero eso sí bien formados por el imperio para poner en práctica lo que ya les conocemos y nos mostraros su garras de fascistas de la peor calaña.
Esta vez no lograron su objetivo les faltaron casi 300 mil votos para conseguirlo, yo por lo menos no me resigno a aceptar el traslado real de más de 700 mil votantes hacia la opción fascista, algo raro debió pasar y estamos obligados, unos a averiguarlo y la mayoría a saberlo.
Pero además no se pueden dejar pasar por debajo de la mesa las acciones criminales cuyos responsables intelectuales no hay que buscarlos porque ya sabemos quienes son, dejaron demasiadas pruebas, tienen que recibir todo el peso de la Ley y hay que ir en busca de los asesinos que cumplieron a cabalidad el mandato de su jefe y meterlos en la cárcel, sin beneficios, pues son simple y llanamente terroristas.
La revolución tiene con qué, instituciones, Fuerza Armada y pueblo, pero también reconocimiento internacional, no habría excusas para no proceder con toda contundencia, para sentar un precedente absolutamente necesario y ejemplarizante, si no, dejar pasar la impunidad, sería una tremenda irresponsabilidad y una afrenta a la memoria de nuestro amado e inmortal líder Hugo Chávez.
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