Inaceptable el chantaje en ese tema intentando imponer la matriz de que el gobierno ha lanzado a la calle a cientos de miles de trabajadores que piensan distinto, lo cual no es cierto. Lo real y comprobable es que en sus nóminas, incluyendo hasta los contratados, abundan quienes adjuran de la Revolución y odian a muerte a los chavistas de mierda.
Hemos dicho reiteradamente que para ocupar un cargo público no puede ser requisito estar afiliado a los partidos o agrupaciones políticas que gobiernan el país. En absoluto podemos estar de acuerdo con ello y esa posición la hemos sostenido desde siempre, pero, ¡ojo!, igualmente hemos agregado que hacemos un excepción con aquellos cargos sobre los cuales descansa la rectoría de las políticas públicas, en cuanto respecta a la administración y manejo de recursos, así como a la planificación, programación y ejecución de la acción gubernamental, los cuales consideramos que si deben y tienen que estar ocupados por venezolanos que se identifiquen de manera absoluta y sin reserva alguna, con las más altas instancias gubernamentales, tanto en lo ideológico, como en lo político, pues de lo contrario aparecerían de inmediato los cortocircuitos y las miles de trabas y obstáculos que afectarían en mucho la marcha, con buen rumbo, de las iniciativas y propuestas del Programa de la Patria. Vale recordar que durante la Cuarta República quienes no tenían el carné de AD o de COPEY no lograban ingresar a cargo alguno en la administración del Estado, por bajo que fuese. Por supuesto, se hacían excepciones con los recomendados de los llamados chivos de esas toldas políticas, pero en todos los casos no podía faltar la aceptación documentada de las respectivas Secretarías de Técnicos y Profesionales de ambos partidos. De manera que hemos abordado de nuevo el tema porque no es un secreto para nadie que en el actual gobierno, muchísimas de sus gerencias medias, medias bajas y hasta bien altas están en manos de gente que para nada comulga con las políticas de corte socialista que impulsa el proyecto Bolivariano y es por ello que una importante cantidad de ejecutorias se adelantan con lentitud o, inclusive, se ejecutan con errores y graves fallas o simplemente se sabotean hasta paralizarlas y generar caos y sosiego. El caso de los helados Copellia que lo detectó el Comandante Eterno el pasado año es una muy clara evidencia de que si hay infiltrados para hacer daño. Los cortes eléctricos fueron y han sido otra demostración de que el sabotaje ocurre, pues el propio gobierno, como ya lo hemos sabido por decenas de denuncias públicas hechas por sus más altos responsables, han llevado a ordenar detenciones y retiros forzados hasta de funcionarios con altos cargos de jefatura y de coordinación. Y así por el estilo, hay otros cientos de casos que no vale la pena relacionarlos, pero que son muchos los camaradas comprometidos de la burocracia estatal que los conocen y que es cuestión de que se adelanten investigaciones de inteligencia para mostrarlos al país abiertamente y sin rodeos de ninguna especie. Al parecer, por aquello de cuando el río suena, es porque piedras trae, donde más abundan esos sujetos, muchos de los cuales se disfrazan de Bolivarianos, es en aquellas áreas públicas que se ocupan de las compras de bienes y servicios y en la de contrataciones y pagos Sujetos con jefaturas en esas áreas y donde se toman las decisiones respecto del diseño, la planificación y ejecución de planes y programas gubernamentales, en cualquier espacio que fuese, hay que sustituirlos de inmediato por gente que le duela el país y comparta los principios de la revolución. Es inconcebible que el gobierno siga permitiendo que en sus propias entrañas se siga consolidando una importante fuerza opositora que lo desprestigia sin pausa, que es corrupta y que sólo busca su derrocamiento. La opción de las reestructuraciones, recordemos, facilitan sin mayores complicaciones la implementación de medidas de ese tipo y lo que ha hecho falta no es otra cosa que el gobierno, sobre la marcha, adopte las decisiones sobre el tema, antes de que sea demasiado tarde. Ante lo que venía sucediendo en Corpoelec, por ejemplo, la intervención acordada por el Presidente Maduro, era impostergable. Colocó allí al camarada Jesse Chacón y por ello estamos absolutamente convencidos de que bajo su mandato y coordinación se obtendrán resultados exitosos en breve lapso en esa Corporación ¡No esperemos más para adoptar equivalentes medidas en otros espacios públicos, como la salud, en términos integrales, donde ese tipo de decisiones se están esperando con mucha ansiedad! Allí hay serios problemas que no solamente tienen que ver con las graves deficiencias en todos los niveles de la asistencia médica (pésimo mantenimiento en algunos CDI, como ocurre con el de la Urbina, cercano a Makro), sino en los controles sanitarios de los alimentos que consumimos y bebemos, muchos de los cuales se venden libremente en los supermercados sin el respectivo registro sanitario y peor aún, en centros médicos privados que operan sin los permisos sanitarios de ley, como el país todo lo advirtió el pasado año con los implantes mamarios, práctica esa que se hacía en las narices de las autoridades sin las debidas autorizaciones y fue cuando ya el número de afectadas se acercaba a los mil casos, cuando los entes públicos correspondientes actuaron. Recordemos que fallecieron varias venezolanas por implantes mamarios y en los glúteos y muchas otras han quedado mutiladas o en estado físico muy lamentable(*) La Misión Eficiencia o Nada (la cual contempla mano dura contra la corrupción), a la que el Presidente Maduro le ha dedicado horas y horas en tan corto tiempo que tiene actuando como Presidente de la República, así como la inauguración en el Zulia de lo que será su gobierno de calle y con la gente, son magníficas señales de que por ese camino andaremos de aquí en adelante ¡Qué formidable esta manera de concebir el gobierno, pues así se fortalece y se consolida aún más la Revolución.! (*) Ya para diciembre del 2011, publicamos en este mismo medio un artículo sobre el tema, cuyo contenido vale la pena recordarlo. Hacer clic o copiar y pegar: Un negocio redondo que compromete gravemente la vida y la salud |