La Venezuela Bolivariana avanza indetenible. La integración latinoamericana y Caribeña se va concretando pieza por pieza. La cooperación Sur-Sur a escala mundial va lenta, pero segura. Las economías emergentes de enormes países absorben petróleo, cada vez más. El Prestigio del Presidente Bush baja, igual que el de Uribe, su cabecera de puente en los Andes, el Amazonas, Sudamérica.


Las principales tareas de la Revolución Bolivariana son: la consolidación institucional interna, orientado al mejoramiento de la calidad de vida de las mayorías antes excluidas, la siembra del petróleo, que significa una amplia gama de inversiones, la consolidación y perfeccionamiento de las misiones, y un conjunto de acciones masivas que comprenden el remedio de urgencia para los más desprotegidos, así como políticas de desarrollo a mediano y largo plazo.

Todas estas tareas y políticas se van cumpliendo con mayor o menor eficiencia, con celeridad variable, pero van continuamente impulsadas por el motor-conductor-supervisor Chávez. Los elefantiásicos problemas como la pobreza de masas, la vivienda, la salud, la educación son atacados insistentemente en el aspecto legal, en lo administrativo, en las inversiones, en la aplicación de nuevos enfoques, en la búsqueda sin cansancio de soluciones prácticas.

Cada tipo de industria recibe la atención merecida: alimentos, vehículos, medicamentos, minería, textiles, papeles, madera, electrónica, hidroeléctricas, equipos para el hogar, calzado, astilleros, siderúrgica, aluminio, combustibles alternos, comunicaciones. La infraestructura recibe cuantiosos recursos para ferrocarriles y metros, autopistas, vías agrícolas, puentes, saneamiento de lagos y ríos.

Los indicadores económicos son sorprendentes: siete trimestres de crecimiento alto, principalmente en el sector privado, reservas internacionales por encima de los 30 millardos de dólares, baja el desempleo, baja el índice de inflación a pesar del alto volumen de circulante, crece la inversión extranjera, baja el riesgo-país, aumenta el consumo, sube la demanda de energía, se intensifica el turismo interno, disminuye la deuda laboral del Estado, sigue creciendo la incorporación de estudiantes en todos los niveles.

A escala continental, la política de integración y cooperación desarrollada intensamente por el Gobierno del Presidente Chávez marcha de triunfo en triunfo. Son centenares los acuerdos firmados y en plena ejecución prácticamente con todos los países de América Latina y del Caribe, sobre suministro de petróleo y derivados con facilidades sin precedentes, reparación y construcción de buques pagaderos en mercancías intercambio de diversas materias primas, transferencias tecnológicas, inversiones conjuntas, acuerdos y tratados que con absoluta transparencia muestran la sincera moral solidaria, totalmente opuesta a la tradicional coacción ventajista del imperio.

Petrosur en plena vigencia, Petrocaribe en plena implementación, Petroandina en proceso de entrada en vigencia; solidaridad petrolera con Ecuador ante su emergencia interna. Confirmados los planes de nuevas refinerías en la cuenca del Orinoco, en Pernambuco, en Montevideo, ampliación en Jamaica y Cuba. Presidencia pro-témpore en la CAN, avance del proceso constitutivo de la Comunidad Sudamericana.

Triunfos continuos en los ámbitos de la OEA, desde Fort Lauderdale hasta el Encuentro Ministerial acerca de la CARTA SOCIAL DE LAS AMÉRICAS. Solidaridad mundial (incluidos los EEUU) con Venezuela en el reclamo de extradición del terrorista Posada Carriles. Felicitaciones y reconocimientos de oficinas de la ONU por las creaciones de las MISIONES en salud y educación. Amplia gratitud de los países afectados por desastres naturales por la ayuda recibida.

Encuentro Internacional de filósofos, encuentro mundial de poesía, festival mundial de la juventud, encuentro internacional de ciencia y tecnología, éxitos en los juego bolivarianos y otros eventos deportivos.

En contrapartida la agresión artera de voceros de cuarta fila del imperio, la calumnia perenne de la devastada oposición golpista, Judas de a treinta dólares que gimen de odio y ruedan de fracaso en fracaso.

El imperio dibujando su PLAN BALBOA para convertir a Caracas, Valencia y Maracay en humeantes Falujas y crear por fin su REPÚBLICA NARCO-PETROLERA DEL ZULIA; desde Curazao, desde Colombia, desde sus portaaviones vendrían los enjambres de bombarderos impulsados por combustibles salidos de estos ubérrimos y libérrimos subsuelos. Sus cómplices en el genocidio contra el pueblo de Colombia, las jaurías asesinas llamadas “paramilitares”, vendrían a constituir los guardias de corps de sus sátrapas. Allá espera, en su puesto, un conocido genocida asesino de venezolanos: López Cisco, alumno de Posada Carriles, de Shafardet, de Orlando Bosch, de Hermes Rojas Peralta, de Lugo Lugo.

Pero la Providencia quiso que ante tantos éxitos bolivarianos y latinoamericanos, la camarilla que gobierna los EEUU en beneficio de la plutocracia imperial se desnudara ante su propio pueblo: diez mil muertos o más, pero no causaron alarma porque sólo eran pobres y negros. La nación norteamericana no perdonará este petulante desprecio por el género humano, que desnuda una vez más la calaña del clan Bus y sus socios petroleros.

La calma pero inexorable corriente del gran río estará llevando hacia el golfo millones de metros cúbicos de lágrimas de los pobres, y de sangre incolora manando de un costado de la bestia imperial.

Oh, Kathrina, ¿Porqué no visitaste sólo el rancho aquel de Crawford?