El escalpelo "Katrina"

El principio del fin de los USA comenzó el 15 de agosto de 1971 cuando Richard Nixon decidió acabar con el padrón oro (como respaldo del dólar) ya que todo el oro de Fort Knox no era suficiente para ser canjeado por todos los dólares que ese año había circulando por el mundo. Desde entonces el número de dólares que circulan –apoyados sólo por la confianza de los inversores- ha aumentado conforme a las necesidades inagotables de los Estados Unidos de América, hasta llegar a haber hoy dólares suficientes para comprar todo el planeta quizás más de cien veces. Eso sin contar con los millones de dólares falsificados que también circulan, ni con los dólares virtuales de las transacciones virtuales en mercados virtuales y futuros. Ya lo dijo John Connaly, secretario del Tesoro de EEUU bajo el gobierno de Nixon, al resto del mundo en 1971: ‘El dólar es nuestra moneda, pero es vuestro problema’

Cuando algo similar ocurre en cualquier país del mundo, la inflación corrige el defecto haciendo que el valor de compra (o capacidad de cambio) de la Moneda Nacional (M/n) disminuya (o lo que es lo mismo, suben los precios) hasta equilibrar la capacidad de la oferta de bienes con el flujo de monedas. En el caso del dólar no ha ocurrido, porque ha sido tradicionalmente una moneda de reserva (una divisa), que permite comprar en cualquier lugar del mundo, y por eso, los Bancos Centrales de todos los países tomaron la costumbre de guardar los ahorros de su respectivo país en dólares. Cuando se dieron cuenta de que estaban ahorrando en papel mojado ya tenían cantidades astronómicas de billetes verdes inútiles y de ‘Bonos del Tesoro’ que es la forma que tiene Estados Unidos de pedir dinero prestado.

Pero permítame explicarle de una forma simple esta situación. Imagine que usted es un jefe de hogar que recibe cada día como ingresos en M/n 100 (cien monedas nacionales); pero tiene una deuda acumulada que le obliga a pagar M/n 250 cada día. ¿Lo tiene crudo, verdad? Pero usted es un hombre hábil, joven y capaz y tiene familiares y amigos. Entonces usted contrae deudas cada día por el dinero que le falta. Supongamos que cada día usted emite recibos por valor de M/n 150 (no se como come ni como alimenta a su familia, pero paga su deuda). Pero no es suficiente, necesita más dinero. En su desesperación, cualquier padre lo haría, sale de noche, entra en la casa de su vecino y roba todo lo que puede. No creo que le quede otra solución. Usted quisiera ganar más dinero y con honradez, pero su capacidad de producir dinero esta limitada por sus propios recursos, sus conocimientos y por el tiempo, y como dicen en España ‘no hay más cera que la que arde’. Así es que sigue robando, y de pronto se le revienta la caldera de su casa y se le produce un pequeño incendio. ¿Cómo arreglará esto? ¿Quizás saliendo de noche a asaltar y asesinar transeúntes y robarles la cartera o se dedicará a asaltar bancos?

Esa situación la vive Estados Unidos. Debe sólo a China, o lo que es lo mismo, las reservas de China en dólares y Bonos del Tesoro de USA son más de US $ 700.000.000.000 (Setecientos mil millones de dólares americanos sin respaldo). Si China intentara cambiar sus reservas por Euros se produciría una crisis mundial y nadie querría pagarle más de la décima parte.

Es lo mismo que si su acreedor, para conseguir dinero, vende los recibos o vales emitidos por usted. Como ya todos sus vecinos y parientes saben que está endeudado, nadie querrá comprar más deudas suyas, de modo que su acreedor ofrecerá su deuda de M/n 150 en sólo M/n 100, pero si hay algún comprador estará dispuesto a darle no más de M/n 50, porque la gente no es tonta.

O quizás lo sea. O no sea tonta y si sean criminales. Porque en esta situación los Jefes de Estado en concomitancia con los Presidentes de los Bancos de Reserva de cada país han seguido comprando dólares para evitar que baje más (con la excusa de que perjudica a los exportadores nacionales y favorece a los exportadores norteamericanos, aunque por contrapartida, favorece a los importadores nacionales y perjudica a los importadores norteamericanos). Sólo el Perú ha comprado entre el año 2001 y el 2004 casi US $ 4.500.000.000 (Cuatro mil quinientos millones de dólares), con lo cual tendrá a finales del 2005 casi US $ 17.000.000.000 (Diecisiete mil millones de dólares) para ayudar a la maltrecha economía USA y contribuir al desequilibrio del comercio mundial y de la Balanza de Pagos (que no le explicaré lo que es, ni porque debe estar equilibrada en un mundo globalizado, ya que no dudo que usted lo captará sin explicaciones). Perú ayuda de esta forma a la economía USA con un 25% de su PIB guardado en ‘divisas’ mientras el 50% de la población vive en la pobreza.

Casi todos los Estados están pensando o tratando de sacar los dólares de sus bancos y canjearlos por Euros o Yuanes (dinero chino). El primero en captar esta situación, hace más de dos años, fue Fidel Castro que con gran audacia y habilidad se salió del dólar, de modo que Cuba será posiblemente el país que menos sufra por la crisis económica que estamos viviendo y que será entre diez y cien veces mayor que la crisis asiática de 1997. Los números son claros. En 1929, para la mayor crisis económica de USA, su deuda externa era del 140% del PIB. Hoy su deuda externa es del 250% del PIB. En Argentina, por comparación, en el peor momento de su crisis económica (creada por el FMI con ayuda de Menen y CIA y los mismos de siempre) su deuda externa era de tan sólo el 50% del PIB.

Y ahora le explicaré lo del título de este artículo. En las corridas de toros, al final, llega la hora de matar y el torero esquivando los cuernos clava su espada en el lomo del toro. A veces sale bien y atraviesa el corazón y el toro cae muerto en el acto. Otras, la espada se desvía unos centímetros y no toca el corazón. El toro cae, esta ‘clínicamente muerto’ podríamos decir, pero ‘el muerto sigue en pie’ y todavía es peligroso, de rodillas en el suelo y agitando su cabeza en los estertores de su agonía. Entonces el torero coge el escalpelo, una especie de cuchillo, y lo clava en el testuz hasta el cerebro del toro, que muere de inmediato. O falla y no llega al cerebro y el toro sigue agonizando hasta que un puntillazo final termina con sus sufrimientos.

¿Está claro que Katrina es un escalpelo? ¡Milagro! Podemos exclamar, la Mano de Dios ha castigado a Mamón . Eso es falso. Personalmente no creo en la existencia de dioses y además ‘esa hipótesis no es necesaria’ en este caso. Los Estados Unidos han contaminado más que todo el resto de la Humanidad, contribuyendo a la mayor parte de la destrucción de la capa de ozono, al deshielo de los polos, a la destrucción de glaciares (caso Barric Gold, del papá de Bush), a la contaminación de la atmósfera y al sobre calentamiento de la Tierra. Todo ello ha aumentado la fuerza de los huracanes y posiblemente aumente su cantidad. Las sequías y las inundaciones están destruyendo el equilibrio en el planeta y agotando las reservas de agua. Este planeta es frágil. Debería llevar una etiqueta del fabricante que lo dijera. Tiene la capacidad de auto regenerarse… si le dan tiempo. Hace 30 años, cuando los sabios del Club de Roma avisaron de esta situación, los Gobiernos hicieron declaraciones y se conformaron con las palabras. Después en Rio de Janeiro suscribieron Tratados, que nadie cumplió. El resultado es que el planeta va camino de su destrucción, aunque podría tener posibilidades de salvarse. Una de ellas es que los Estados Unidos de América se autodestruyan pronto. Y eso está ocurriendo.

La guerra de Irak le cuesta más que la de Vietnam (años 60 y 70). En Irak USA gasta unos US $ 5.600 millones al mes, en tanto que el costo mensual de la guerra de Vietnam fue de US $ 5.100 mensuales ajustados a la inflación. "Desglosado por persona en Estados Unidos, el costo hasta ahora es de US $ 727, lo que hace de la guerra de Irak el esfuerzo militar más caro en los últimos 60 años", señaló el informe titulado "El lodazal iraquí", realizado por el Instituto para Estudios Políticos y el Foreign Policy in Focus. Eso, además de su deuda externa. Todo eso para favorecer a las empresas de la familia Bush y CIA. Sin contar el valor de varios miles de jóvenes americanos muertos sin saber por qué. Según las teorías neoliberales y mercantilistas las guerras no se ganan ocupando el territorio enemigo ni apropiándose de sus bienes, sino cuando la diferencia entre el costo de la guerra y los beneficios de la rapiña son favorables al vencedor. Lo que no es el caso de esta guerra.

Por otro lado, los huracanes vienen por oleadas y son varios al año. Podemos imaginar que en el año les dejará una destrucción valorada en unos cien mil millones de dólares. (La misma cifra por la que Nixon y Kissinger desestabilizaron Chile en 1973 y apoyaron el Golpe de Estado para quedarse con los bienes nacionales que alcanzaban ese valor, ajustado a hoy). Sólo Katrina les costará más de US $ 25.000.000.000 (Veinticinco mil millones de dólares), sin contar miles de ciudadanos americanos muertos. ¿Cómo cubrirán este gasto?

En enero y febrero de 2004, varias revistas virtuales publicaron mi artículo ‘La Caída del Imperio’, donde explicaba las razones por las que Estados Unidos estaba en quiebra y citaba los versos de Gustavo Adolfo Bécquer: ‘¿Por qué no sangra la herida? / Porque el muerto está en pie’. Porque en realidad en ese momento no se notaba que el Imperio había caído; pero ahora la herida esta sangrando y el escalpelo Katrina le ha dado el primer puntillazo.

Como ser humano me duelen las víctimas, los muertos y los heridos y los que han perdido sus bienes y su tranquilidad, aunque no son cuenta mía me hiere el dolor ajeno. Son cuenta de George W. Bush y debe pagarla a su gente, aunque no pague al resto del mundo todo el daño que causa su política criminal.

Pero lo más posible es que no lo haga y se contente con declaraciones. Hay tres razones para suponer que la ayuda será mínima. La primera es que Estados Unidos no esta acostumbrado a sufrir con las crisis. Esta acostumbrado a desestabilizar y crear crisis a los demás. La segunda es que no tiene dinero. Sólo tiene deudas. Y la tercera es la Historia de la Gran Nación del Norte y de sus gobernantes, muchos de ellos genocidas, como Teodoro Roosvelt, que hundió su propio acorazado para acusar a España y apoderarse de Cuba y luego desmembró a Colombia para quedarse con el Canal de Panamá. El más destacado fue Harry S. Truman, el que lanzó las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, sobre la población civil siguiendo la estrategia nazi de destruir ciudades iniciada en 1939 en Guernica.

¿Qué ocurrirá ahora en los Estados Unidos? ¿Tendrán los americanos la serenidad y el sentido común para trabajar juntos en la reconstrucción? Es difícil pensarlo porque son un pueblo aterrorizado por la propaganda de su Gobierno, individualista y lleno de armas en cada hogar. Temo lo peor y me duele porque soy humano. Me duele también que nunca sabrán que Venezuela ha sido el primer país del mundo en ofrecerles ayuda. Ni que el segundo fue una pequeña isla aislada y bloqueada comercialmente desde hace casi medio siglo, llamada Cuba.

* Máximo Kinast es consultor de empresas, español y chileno, con oficinas en Barcelona y Lima y con más de 30 años de experiencia y éxitos.

(1) Los gobiernos dicen que ‘vamos bien’ pero los pueblos saben que las desigualdades económicas siguen creciendo y los ingresos disminuyen en su poder adquisitivo cada día. (2) Mamón, dios de la codicia y de la ambición de riquezas.

http://maximokinast.blogia.com


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