Leí, tal vez el articulo que, con mayor número de lectores, se ha publicado en esta página, cuyo autor, un tal Santana, se esmeró en despotricar contra el compatriota Mario Silva y su programa que ya lleva nueve años en el aire y que en múltiples oportunidades, no sólo recibió alabanzas y respaldo de nuestro Comandante Eterno, sino que le sirvió de tribuna al llamar y salir en directo, para beneplácito de quienes siempre recibimos con agrado y atención todo lo que producía como mensajes, esa mente prodigiosa a quien la Patria nunca terminará de agradecerle lo que por ella hizo, hasta ofrendar su vida para le felicidad de las mayorías.
La hojilla, pues, uno de los pocos programas que recibió la bendición del padre de esta Revolución, que con no poca frecuencia recomendó ver, que por algo es atacada desde las cloacas mediáticas de la derecha, ha sido una de la pocas ventanas que ha estado en la vanguardia de la guerra comunicacional, cuando se ha hecho necesario enfrentar con contundencia a un enemigo muy poderoso, sin limites para desinformar, difamar crear matrices de opinión, es decir mantener una guerra sucia que pudo haber logrado sus propósitos en mayor grado, si no existiese un programa como la hojilla.
Quienes critican que en la hojilla a veces se sea duro, o extremadamente duro con cualquier tirapiedras de la derecha, se olvida que estamos en una guerra en la cual no podemos dar cuartel, ni responder con flores cuando nos lanzan misiles cargados de odio exacerbado, desde todos los frentes.
Mario, su conductor ha demostrado que es la persona precisa para manejar las acciones comunicacionales que enfrente a la derecha y lamentablemente, a veces, también a quienes se confiesan revolucionarios, pero como en el caso del detractor del articulo leído por proscrito, pareciera que forman parte de ese porcentaje de infiltrados o “enchufados” como está de moda llamarlos ahora, que en lugar de gastar neuronas contra el enemigo lo hacen contra la propia gente, que no sólo está dando la batalla con hidalguía y dignidad, sino incluso exponiendo su vida por lo que cree y defiende.
La hojilla ha demostrado que no es un programa en el cual no se dice “esta burra es negra, hasta no tener los pelos en la mano” por ello los potenciales demandantes, no han pasado de amenazar porque si concretaran esas amenazas, lo que conseguirían sería que se les enredara más el yoyo, para quedar en evidencia de la falta de moral y ética, sobre todo de los propietarios de medios y algunos conductores de programas, que los lleva a que lo que salga de ellos sea pura pestilencia.-
Así pues que el señor Santana, después de provocar una verdadera avalancha de respuestas contradiciendo lo que afirma sobre Mario y su programa, de lo único que puede sentirse satisfecho es que quizá superó, habría que verlo, el record de lectores, seguramente los más por curiosidad y no porque consideremos la hojilla, como un espacio inconveniente para enfrentar a un enemigo, para quien por cierto la hojilla es un dolor de cabeza permanente, sobre todo para dejarlos en evidencia con pruebas sobre la suciedad que desbordan desde la inmundicia de sus medios.-
¡Chávez vive, la hojilla sigue!
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