La jornada del 14 de Abril debió servir al chavismo para una profunda reflexión, los resultados electorales a pesar de que no dieron la victoria, respetable por demás, demostró las costuras de un proceso que parece desgastarse por las terribles desviaciones que padece y cuyas consecuencias hasta ahora parecen no estar siendo monitoreadas y corregidas como buena parte de la población; incluyendo a muchos simpatizantes de la oposición (aunque algunos desde nuestra postura política, no lo crean), esperamos.
El Presidente Maduro ha desplegado iniciativas audaces, el gobierno de calle es una de ellas, y sobre este tipo de políticas, recae la esperanza de eso que él mismo llamó: “la renovación de la revolución”; sin embargo no creo conveniente que a la larga eso sirva para hacer del presidente “un nuevo alcalde” como bien le dijo una vez Fidel al Cmdte Chávez.
Sin embargo, tales decisiones sirven de referencia para concebir cuales puede ser las características de este nuevo gobierno, no cabe duda que la voluntad trasmitida por el mismo Maduro en este esfuerzo realmente impresionante (y no lo digo por jalabolismo, sino porque realmente pienso de corazón que es así) indica que pretende profundizar los logros dela Revolución, sin embargo una duda pesa sobre este maravilloso empeño: la impunidad.
Y esta impunidad no es solo a los desmanes cometidos por una derecha que ha mostrado y demostrado sobradamente su talante fascista, sobre la cual hasta ahora parece no haber sanciones, no es solo someter a la justicia a aquellos venezolanos que enceguecidos por el odio inoculado por una clase política irresponsable han cometido algunos hechos censurables o abominables, se trata de extirpar el cáncer de raíz: someter a la justicia a los responsables que una porción muy pequeña de venezolanos estén actuando de esta manera: la clase política opositora, comenzando por el fascista del candidato perdedor.
Esto evidentemente requiere mano de seda, a muchos nos gustaría ver preso en Tocorón a Capriles, sin embargo, debemos estar conscientes de que una cosa es lo que deseamos y probablemente se compagine con una acción de justicia y otro es el juego político, en el cual se requiere hacer algún tipo de concesiones de carácter táctico para poder ir avanzando. No obstante, eso era comprensible en años duros como del 2001 al 2004 o 2005, cuando la institucionalidad no era controlada por el gobierno bolivariano, pero contábamos con una base de apoyo popular sólida y numerosa; hoy en día contamos con un Estado sobre el cual el gobierno puede ejercer un fuerte control o por lo menos una no despreciable influencia, aunque ciertamente hemos perdido una porción de esa base social de apoyo, aunque la que conservamos sigue siendo sólida; y a pesar de ello, poco o nada se está haciendo en este sentido.
Vimos en cambio como caímos nuestros diputados cayeron en la trampa tendida en la Asamblea Nacional con ese show que inició la bancada opositora; en lo personal (y aunque esté mal, pero es que son tan asquerosamente apátridas y descarados), me dio un fresquito cuando le vía la cara escoñetada a par de sátrapas como Julio Borges o William Dávila (aunque sé que la pasta facial, los polvos y ese tipo de vainas ayudaron un poco, sino que lo diga maricori….); sin embargo entiendo que en estos casos y ante esta coyuntura es necesario agotar hasta las últimas consecuencias las vías del diálogo, nuestra dirigencia debe estimular que otros factores más moderados y menos fascistas de la oposición venezolana asuman el liderazgo, caerle a coñazos a esos payasos los puso en el tapete y les permitió promocionarse sin mucho esfuerzo. De hecho ese mismo día y luego de ese espectáculo estaban Borges con Ismael García hablando bolsería en globovisión, el pega primero pega dos veces……
Por otro lado, sigue prevaleciendo una impunidad a lo interno, vemos con preocupación cómo la inflación alcanzó los 4 puntos y ya ni siquiera sale la directora del indepabis ni la de sundecop a por lo menos hablar pendejadas por VTV para hacer el intento de caernos a mojones a nosotros mismos, simplemente no hay harina, no hay arroz, no hay papel “tualé”, no hay, no hay y no hay, y lo que hay esta carísimo.
El presidente ha centralizado su acción de gobierno en 6 ejes fundamentales y pareciera que en algunos funcionarios de su equipo no hay voluntad para acompañarlo, muchos critican a Maduro, porque “no es igual que Chávez” porque “no habla como Chávez” o porque “quiere parecerse a Chávez pero que va”; pero alguien habrá pensado las bolas que ha debido tener este hombre para asumir este peo, como lo está haciendo? No me interesa hacer una alabanza del presidente obrero, pero es que realmente la actual coyuntura es en extremo delicada y hay veces que lo escucho hablar y da la impresión de que estuviera completamente solo.
Cuanto de esto “no hay” será producto de una guerra económica? (que la hay, eso innegable, no es retórica). Cuanto de esto “no hay” será producto de un saboteo permitido por nosotros mismos al dejar que funcionarios que no están comprometidos con la Revolución continúen saboteando la gestión y las iniciativas encabezadas incluso por el mismo presidente Maduro? Cuántos que de alguna forma ocuparon puestos de importancia en el gobierno y ya no están, pero dicen seguir acompañando a la Revolución, andan como novias despechadas. Por allí salió el compañero Argenis Chávez a decir que en 100 días Jesse Chacón no va a resolver el problema eléctrico y me preguntó: bueno y que carajos hiciste tú que tampoco lo resolviste y ahora andas dándote golpes de pecho haciendo ese tipo de declaraciones sin explicar el por qué?
No creo que sea retórica cuando el presidente de la república y algunos o buena parte de su equipo alertan sobre la planeación de un golpe de estado, las acciones que han venido sucediendo desde el día siguiente a la victoria del 14A, conforma un cuadro político similar al de Abril de 2002 y sin embargo existe una pasividad para enfrentar al enemigo que realmente pasma.
Se ha anunciado la comparecencia de Lorenzo Mendoza a la vicepresidencia para conversar y escuchar las observaciones que este empresario tiene sobre el manejo de la situación relativa a la producción de alimentos y sus actividades relacionadas; el presidente Maduro ha sostenido que si Mendoza logra demostrar que la disminución de la producción responde a las fallas que hay en la distribución y asignación de divisas y de materias primas importadas, controladas o producidas dentro del país son responsabilidad del gobierno, él lo admitiría y trabajaría en favor de su corrección; o si en cambio responde a una estrategia golpista de este empresario para ahogar a la Revolución. Creo en lo personal que va a encontrar un poco de ambos, me pregunto si se tomarán las acciones contundentes de las que habló, no solo para con las instituciones del estado relacionadas con la producción de alimentos; sino incluso con un empresario tan poderoso y con una vocación probadamente golpista como Lorenzo Mendoza?
La Revolución Bolivariana vive un momento de gran tensión, si bien los enfrentamientos entre venezolanos cesaron, aún sigue y con mayor fuerza, una conspiración para derrocar al gobierno, para jugar a su desgaste, no es paja, ni el un pajarito que le trinó a Nicolás, son hechos palpables, y la impunidad y la ineficiencia no son armas que nos van a ayudar a enfrentar a la derecha.
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