En un día como hoy, 14 de mayo, pero hace 200 años sale de Cúcuta el ejército conducido por Simón Bolívar con destino a Venezuela. Lo integran brillantes oficiales venezolanos y algunos neogranadinos, en esta campaña bélica denominada Campaña Admirable se encuentran, Rafael Urdaneta, José Félix Ribas y otros oficiales de gran valentía. Bolívar había recibido el 30 de marzo la deseada autorización para invadir a Venezuela, aunque no a su entera satisfacción por las divergencias surgidas entre él y el coronel Manuel del Castillo, esto influye para que no se le conceda a Bolívar la ejecución del plan que tenía concebido. Cuando Bolívar llega a Mérida el 23 de mayo de 1813, el pueblo lo aclama como EL LIBERTADOR, siendo la primera vez que así se le llama. El Concejo de esta ciudad merideña, presidido por don Luis María Rivas le saluda en sesión especial con estas palabras: ¡Gloria al Ejército Libertador y gloria a Venezuela que os dio el ser, a vos, ciudadano general. Que vuestra mano incansable siga victoriosa destrozando cadenas, que vuestra presencia sea el terror de los tiranos de toda nuestra tierra americana para que diga un día: Bolívar vengó nuestros agravios!
El 14 de junio Bolívar llega a la ciudad de Trujillo. Al día siguiente, después de terminar de su meditación de largos días, termina por dictar aquella terrible PROCLAMA DE GUERRA A MUERTE, documento controversial que el mismo Bolívar lo justifica debido a la infinita crueldad con la que actúan los españoles realistas. Esta proclama en la cual Bolívar, ofrece la vida a los americanos, aún cuando sean culpables, y a los españoles y canarios se les amenaza con la muerte aún siendo indiferentes, si no obran activamente en obsequio de la libertad; tuvo el efecto que se deseaba, es decir, estimular a unos y amedrentar a otros. El ejército libertador viene y continúa de victoria en victoria y así va avanzando derrotando a cuanto enemigo le sale al paso. El 2 de julio de 1813, el ejército libertador, con José Félix Ribas y Rafael Urdaneta a la cabeza, vence en Niquitao. Luego obtendrá la hermosa victoria de Los Horcones. Bolívar, por su parte, después de libertar a San Carlos, derrota por completo al enemigo en Taguanes, obligando al numeroso y bien equipado ejercito de Monteverde a retirarse a Puerto Cabello. El 2 de agosto entra el Libertador a Valencia en medio del frenesí del pueblo. Allí deja de Gobernador Militar a Girardot y sigue hacia su objetivo principal, la ciudad de Caracas.
A su ciudad natal llega Bolívar triunfante el día 6 de agosto, dejando atrás las grandes penurias que significa batallar a campo traviesa durante 84 días continuos, recorrer unos mil (1.000) kilómetros con tropas no preparadas para la guerra, ya que casi la totalidad de sus soldados eran campesinos y peones venezolanos que se les unían a medida que iba avanzando, sin mayor equipamiento, mal armadas, en plena época lluviosa, caminando sin calzados la mayoría de ella y en monturas caballar y mular algunos pocos, contando con los alimentos que durante la marcha se fue consiguiendo; y muchos otros sacrificios. Es por ello que la CAMPAÑA ADMIRABLE no puede ser calificada de otra manera que no sea campaña admirable, por su genialidad de conducción y atrevida ejecución. Debido a esta gesta maravillosa los realistas, que ejercían el Poder Civil y Militar de todo el occidente de Venezuela y principalmente el de Caracas, quedan a la desbandada y huyen precipitadamente. La Campaña Admirable es una epopeya única, y así está escrita en la historia del universo.
José M. Ameliach N. Mayo de 2013
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