Innegable la estrategia de deslegitimación a la que juega la oposición trazada desde ciertos medios de información a su servicio. “La combinación de miedo con medios suele ser fantásticamente autorealizadora”.
La ruta se inicia con el cuestionamiento de la legitimidad del presidente Maduro: tanto la de origen, otorgada por el pueblo en las elecciones y como la legitimidad de ejercicio. Se disparan devastadores pronósticos político económicos que dibujan un trágico futuro anticipado, suerte de un mañana escrito en un presente ilegítimo. De allí la predicción de Capriles: "Maduro no quiere resolver la crisis porque se le cae la elección", asegurando que para los gobiernos que inician con un piso de ilegitimidad es difícil tomar medidas. "¿Cómo sube los impuestos?, ¿cómo aumenta la gasolina?, ¿cómo le dices a los venezolanos que bajen el consumo de electricidad?"
Las dramáticas previsiones transitan la ruta de la deslegitimación amañada y reseñada por los medios de oposición. La ruta al futuro previsto inicia con el cuestionamiento de los resultados electorales, de los poderes y de la institucionalidad democrática en general. La orientación catastrófica se sustenta en una suerte de acoso mediático a la “deficiente” gestión de gobierno: “inflación disparada”, reducción del poder de compra del salario, escasez de alimentos y medicinas, caída de las ventas de rubros básicos y, en consecuencia el pronóstico de una economía que “se encamina a un ciclo de inflación y menos crecimiento”. La apuesta del gobierno al Plan Patria Segura, concita en la oposición las mayores reservas, previendo un riesgo muy alto en el uso de militares en planes de seguridad y vaticinando aumento en las violaciones a los derechos humanos.
La gira presidencial a los países de MERCOSUR no escapa a la maniobra deslegitimadora. Se ignoran logros y acuerdos, los “empresarios critican la estrategia de Maduro para bajar la escasez” y se afirma que el jefe de Estado aprovechó para solicitar a esas naciones auxilio en materia alimentaria y de producción, en lugar de apuntalar al sector productivo local. Concluyen que el viaje de Maduro es prueba de la inestabilidad de su Gobierno y pone en evidencia la crisis del país. La ruta deslegitimadora, futuro que habita en nosotros, pasa por natural y como profecía tiende tanto a autodestruirse como a autocumplirse. ¿Cómo reaccionar para evitar su autorealización?
