Ya no se trata solamente de acelerar y arreciar la guerra mediática que transmite informaciones distorsionadas acerca de lo que realmente ocurre en Venezuela. No. El imperio esta utilizando organismos como la ONU, que siempre ha estado a sus pies, para enfilar baterías en contra de la ya incontenible Revolución Bolivariana. En su intento por frenar el discurso asertivo y artillero del Presidente Chávez, el gobierno estadounidense ha llegado al colmo de negarle la visa a su equipo de seguridad, a sus médicos y al jefe de su Casa Militar, ná guará. Definitivamente, sólo tigres de papel actúan tan miserablemente. Una jugada sucia que quizás no silencie las voces de quienes hoy en la sexagésima Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas ven con asombro como en el cenáculo que maneja Estados Unidos se toman decisiones que violan la soberanía y autodeterminación de los pueblos. Ese asombro, en lo que es la guerra mediática mundial, globalizante, hostil, descarada, antiética, ha sido silenciado por la prensa internacional. Existe información de que al menos 160 países NO están de acuerdo con las reformas que se están haciendo a la ONU: Silencio absoluto. Además, el mismísimo William Bronwfield, embajador de los Estados Unidos ante la soberana República Bolivariana de Venezuela, ha estado en total desacuerdo con la abyecta decisión del Tigre de Papel. ¡Qué bolas! Cómo no darle la razón a Chávez cuando, citando a Mao Tse Tung, señala que el imperio, en lo estratégico, es un tigre de papel, y en lo táctico es un tigre de hierro.
Y hablando de hierros, no debemos olvidar la sabiduría popular según la cual “el que a hierro mata a hierro muere”. Esta estúpida y desesperada decisión no refleja más que desesperación. Es una estrategia demasiado burda. Lamentamos informarle a Míster Danger, que la Revolución Bolivariana y el liderazgo de ese zambo llamado Hugo Rafael Chávez Frías se fortalece cada día más. Mientras su popularidad baja, la de Chávez sube como la espuma. No pasarán.
