La estrategia oposicionista de deslegitimación política, social y ética de Nicolás Maduro y su gobierno, pretende cristalizar en la convocatoria a la manifestación internacional más grande que se haya hecho en la historia para protestar contra el vergonzoso fraude electoral que se ha cometido contra el pueblo venezolano.
La MUD ha emprendido un oneroso conjunto de acciones internacionales con la clara intención de forzar una crisis política que compruebe la verdad que promueve. Un régimen ilegítimo que ha perdido su aceptación por la ciudadanía, frente a Capriles, el líder político de la región con más seguidores en Twitter. Quien, cual oráculo, vaticina: Si el gobierno no corrige el rumbo, claudicará y ¡Todo gobierno corrupto e ilegítimo siempre implosiona!
Inoculan en sus partidarios la creencia que la crítica situación actual conduce indefectiblemente al uso de la violencia para la resolución del propio conflicto. Conviene entonces mantener la división en dos bandos irreconciliables y enfrentados inevitablemente. Un inclemente ataque informativo aspira unos seguidores ética y políticamente desarmados ante el terrorismo mediático.
Como anillo al dedo cae la supuesta grabación de Mario Silva con un funcionario de inteligencia cubana, oportunamente divulgada por la MUD. La prensa internacional coincide en destacar que allí se revela lo que hasta ahora eran meras especulaciones: fractura del gobierno entre un ala procubana y otra militarista, corrupción, vulnerabilidad del sistema electoral, conflictos al interior de la FANB y la influencia del gobierno cubano.
El plan de desautorización política y moral se sustenta en la subvaloración de la gestión de Nicolás Maduro y en el desprecio informativo a sus logros. Rescatamos la ofensiva contra el fanatismo divisionista en combinación con la gestión productiva, de seguridad, comunicacional y política. Destaca el Plan Patria Segura y el llamado a las fuerzas políticas y sociales a sumarse a las iniciativas del gobierno para construir la paz en el país y combatir la inseguridad. Subrayamos el logro simbólico y práctico de convocar a Miraflores, sus terrenos, a dos poderosos representantes del sector económico y comunicacional. En el ámbito político, el encuentro del Presidente con el Gran Polo Patriótico y la invitación a luchar contra el sectarismo y el dogmatismo, a trabajar por la paz, la vida, la economía y la seguridad.