Las lecturas de la realidad deben hacerse con visión de totalidad. La realidad, toda realidad, es una y múltiple. No puede ni debe abordarse como fracciones, como estancos, como partes y, ni siquiera como sumatoria de las mismas.
El revolucionario y periodista José Vicente Rangel, alertó el pasado domingo acerca de la potencial compra de 18 aviones de combate por parte de la derecha golpista, agrupada como gente del petróleo luego de haber robado descaradamente mientras administraron meritocráticamente los dineros de nuestra industria petrolera.
Los aviones en cuestión serían emplazados según la misma denuncia- en territorio colombiano, prestos para inconfesas acciones pero bajo las órdenes de los Estados Unidos, que manejan en ese país, al menos siete beses militares.
Esos aviones, que bien podrían camuflarse bajo los ropajes de la Fuerza Militar Bolivariana, para emprender confusas acciones mercenarias contra Venezuela, forman parte de un plan de desestabilizaciones planificadas desde el corazón del imperio.
Se trata de una compra como parte del todo.
Al lado de eso, el Gobierno Bolivariano denuncia, a través del ministro de Interior, justicia y paz, acerca de la captura de paramilitares colombianos en dos entidades federales de nuestro país. Al tiempo que indicaba acerca del seguimiento de un tercer grupo de paracos armados, que estarían en Caracas o muy cerca de la capital. Se trata de un emplazamiento militar de irregulares mercenarios, como parte del todo.
Dos señales militares de gran envergadura, en un contexto que se extiende desde la realización de las pasadas elecciones, con desconocimiento de las mismas, canto de fraude, agitación de calle, siembra de muerte, heridos y destrucción de bienes del pueblo, guiados por la voz de mando del candidato derrotado, Henrique Capriles Radonski. Agitación, muertes y saboteos como parte del todo.
Resulta imposible leer estos hechos de manera inconexa. Ellos son parte del todo.
La burguesía, el gran capital, el imperialismo estadounidense y sionista, apoyando a sus lacayos en Venezuela, está desarrollando un todo para acabar con la Revolución Bolivariana, con la memoria de su líder histórico, el Comandante Supremo Hugo Chávez, del gobierno que preside el camarada Nicolás Maduro y de todas sus potencialidades desplegadas por el mundo como esperanza de los pobres, de los explotados y excluidos.
Son signos, acciones del oposifascismo que en Venezuela se está jugando el resto para dar al traste con los avances del pueblo organizado, de su revolución y su gobierno. El llamado es a fortalecer nuestro proceso revolucionario, a arreciar la vigilancia y a, rodilla en tierra, defender el legado que nos dejara el Comandante Supremo. Lo que está en juego es la vida nuestra, la independencia y la Patria socialista, como un todo.