1.-Apenas anunció el Presidente Maduro su próxima entrevista con el Papa, la oposición hizo lo propio, me imagino que la Conferencia Episcopal Venezolana que como sabemos, se ha convertido en un Partido más del abanico opositor, les habrá conseguido que el Papa los reciba pintándoselos como angelitos o niños de pecho, victimas de una dictadura terrible y represora; con toda seguridad el Papa no habrá sido informado que quienes va a recibir, tienen sobre sus conciencias, muertes, paros que casi han dejado la economía venezolana en cero, conspiraciones, desconocimiento de los resultados de la última elección presidencial con el llamado del perdedor a que sus seguidores drenaran su “arrechera”, con el resultado de 11 muertos revolucionarios, múltiples heridos y propiedades públicas incendiadas y dañadas, es decir todo un prontuario de delitos que no pueden quedar impunes.
Es por ello, se supone, que cuando el Presidente se reuna con el Papa deberá presentarle las pruebas irrefutables, de las acciones desestabilizadoras de una oposición con mascara de demócrata, pero que lo que persigue es hacerse del poder a como dé lugar, incluida la muerte, el asesinato selectivo, la contratación de mercenarios colombianos y de cualquier nacionalidad, para intentar repetir acá lo que ahora mismo sucede en Siria; deberá demostrarle al Papa quiénes son los políticos privados de libertad, para quienes la oposición está pidiendo indulto y las razones por las cuales no son merecedores de tal medida, es decir Maduro no puede desaprovechar la oportunidad de dejarle claro al Papa que toda esa caterva de personajes que aquí dirigen la contrarrevolución, han contado siempre con el apoyo irrestricto de la cúpula de la Iglesia católica, que han abandonado sus principales deberes como pastores, para sumarse a quienes pretenden regresar al pueblo a las condiciones anteriores a la Revolución, de hambre, analfabetismo, pésima salud, exclusión del sistema educativo, aumento de los índices de pobreza, desnutrición etc.
Deberá demostrarle cómo es que Venezuela con la Revolución ha logrado superar todas esas carencias hasta el punto de recibir reconocimiento de la UNESCCO y la FAO, por el cumplimiento de la mayoría de las metas del milenio. Deberá hablarle y demostrarle por ejemplo las bondades del las Misiones, creadas por un gigante como nuestro Comandante y guía supremo, quien por cierto fue profundamente cristiano y asumió obligaciones que deberían ser agenda diaria de los obispos y sacerdotes del país.
Como sabemos el Papa es jesuita y aquí la Revolución tiene un aliado que pertenece a esa congregación u orden religiosa que es el Padre Numa Molina, situación que debería aprovechar el Presidente para hacerse acompañar por este eminente sacerdote, quien podría se fiel testigo de lo que con pruebas en la mano el presidente debe entregarle al Pontífice.
Así el Papa tendrá una noción clara de la realidad, sabrá por su experiencia quién de las dos delegaciones le está queriendo meter gato por liebre, y si es justo, como se supone, deberá meter en cintura a sus representantes directos que aquí son quienes conforman la cúpula de la Conferencia episcopal y ordenarles que se dediquen a lo suyo, que no es colocarse al lado de los enemigos de la Patria, sino cumplir con su rol de orientadores del rebaño que conformamos los católicos venezolanos, para estar cada día más cerca de Dios y de quienes luchan porque los principios del Evangelio se hagan realidad aquí en la tierra, como es lo que está haciendo la Revolución desde hace 14 años con resultados negados sólo por una oposición que en base a la mentira y apoyada por los medios privados, quiere desvirtuar esa inmensa obra.
2.-Apenas terminaba este articulo cuando me enteré de lo que el asesino que anda suelto, declaró para decir: “Voy a mandar una carta al Papa para que se entere de quien tiene al frente”, mayor desfachatez imposible, tanta brutalidad es difícil encontrarla en un ser humano; ¿no se da cuenta este sujeto, que el Papa, por algo llegó donde está, debe tener la suficiente inteligencia, incluso mayor a la de cualquier mortal, para intuir que ese gesto de envíale una carta, malponiendole al Presidente de su país, es algo contraproducente y desdice de quien lo hace, y que esa actitud es una prueba más de las carencias de quien osó aspirar a ser la máxima autoridad nada menos que de la Patria de Bolívar?.
¿Es que acaso las pruebas irrefutables en videos, audios y declaraciones, de las actuaciones que le hacen incurso en una cadena de delitos, va a ser desechada por el Papa?
Ahora si es verdad que la desesperación se le subió al cerebro, que como se ve cada día pierde más neuronas, como consecuencia de los que todos sabemos.
Ahora bien, ¿De qué va a acusar este individuo a Maduro, acaso de mandar a matar compatriotas como sí lo hizo él?; ¿De estar en la calle conociendo de las necesidades sentidas de la gente y dándoles soluciones a corto, mediano y largo plazo, según el caso?, ¿De viajar al exterior a mal poner a su patria, y buscar un escenario similar al de Siria?. ¿De su lucha por la paz, llamando a quienes delinquen a dejar las armas y sumarse al estudio y al trabajo?, la verdad que ahora cualquier principiante de psiquiatría , sin mucho esfuerzo puede emitir un diagnóstico exacto, sobre los trastornos de personalidad de quien, el único destino que debe tener, es una celda de 02 metros cuadrados, donde tenga tiempo para arrepentirse de tanto daño que le ha hecho a Venezuela y para leer a ver si aprende a expensarse de forma oral y escrita, porque seguramente la carta que anuncia, se la estará elaborando alguno de esos llamados “intelectuales” trasnochados de la derecha.
Veremos ansiosos los resultados de lo que esas entrevistas produzcan y de lo que suceda, sabremos si en verdad tenemos un Santo Padre justo o no.