La escasez inducida por el acaparamiento y el temor que induce las compras nerviosas es sencillamente un arma de desestabilización usada para moverle el piso a nuestro reciente Presidente Nicolás Maduro y tratar de crear confusión y desencanto en las filas opositoras y en las nuestras. La ausencia de aceite, mantequilla, leche y papel toilete son parte de la agenda golpista usada por CIA en los países con gobiernos anticapitalistas, fue usada contra Allende y se intenta volver a usarla contra Nicolás Maduro.
La respuesta a estas agresiones contra la economía cotidiana de las y los ciudadanos, tiene que sortear un camino arisco de posiciones que exigen enfrentar a la clase burguesa y expropiar aquellas empresas que sabotean la política, esto acarrearía más problemas que solución alguna.
Si bien hemos tenido el poder político desde hace 14 años, aun nos falta mucho para hacernos del poder económico socialista, para tener autonomía económica como para enfrentarnos a los grupos capitalistas, no es solo tener un parque industrial con capacidad de producción, es crear, formar, preparar a la clase obrera que lo maneje, demostrando su capacidad de superar la mentalidad capitalista para imponer la ética socialista.
Una revolución pacifica implica convivir una buena parte del camino con un capitalismo que mantiene enormes cuotas de poder económico, con quienes el Estado debe procurar una convivencia de transformación antes que de enfrentamiento. Es dificil de entender. El riesgo de ser acusado de reformista está tácito cuando se dialoga en mesas de trabajo con quienes sabemos que son nuestro enemigo, pero es una jugada obligada.
Chávez supo hacerlo de forma excelente durante todo su gobierno y me parece que los resultados de las políticas que ha desarrollado Nicolás Maduro, están apoyadas en las enseñanzas de la praxis chavista. Priorizando lo necesario desde lo político se impone la tarea primordial de darle piso e imagen consolidada a nuestro nuevo presidente. Darle legitimación a su condición de presidente desde los países amigos ha resultado en un proceso exitoso hacia la consolidación de su imagen, como lo está logrando su reciente visita a la FAO, al Papa, a Andreoti, entre otros.
No haber caído en provocaciones ha sido una difícil pero victoriosa política de Nicolás Maduro, impedir la violencia como respuesta a la violencia desatada los días siguientes a las elecciones, obligó a la derecha A PARAR SU ARREMETIDA FASCISTA. No haber caído en la provocación de Fedecámaras y la oligarquía criolla ante sus desabastecimientos, acaparamientos y subida de precios a mi parecer está logrando nuevamente una “victoria” políticamente hablando. El país se estabiliza y los fascistas se reducen y se quedan sin armas.
Apenas son dos meses de gobierno. Lo importante era superar las amenazas de golpe, la violencia y ahora la escasez. Era mantener la UNIDAD CHAVISTA a pesar de lo turbio de las aguas. Creo que esa unidad se mantiene y logrará reimpulsar la fuerza y la furia chavista para asumir la batalla de Diciembre y lograr una nueva victoria.
Abunda el criterio de Chávez, que supo timonear durante 14 años esta revolución.
Todo tiene su tiempo. Ya Maduro ha puesto en marcha una arremetida contra la corrupción, volver a nombrar a Samán en Indepabis fue una gran medida aplaudida por todos y que puso final en el calendario a los desmanes de los comerciantes.
Abunda el criterio chavista en todo lo que sucede y debemos entendernos como sus obedientes soldados, en la confusión y la división está el peligro.
El presente es de lucha contra un enemigo desbocado.
Consolidar la transición a la revolución sin la presencia de nuestro gigante, la tarea primordial.
Administremos la escasez creada por el enemigo capitalista, con abundancia de criterio revolucionario.
!Chávez vive, la lucha sigue!