¿Cuál es el miedo a la critica?

¿Cuál es el miedo a la crítica? ¿Por qué tanto alboroto en algunos camaradas cuando otros camaradas critican algunas cuestiones del gobierno o del rumbo de la revolución? La crítica puede ser correcta o incorrecta, puede aportar o puede no aportar nada, todo depende de los fundamentos que esgrima el autor en su nota. Hay críticas que son muy oportunas, muy bien intencionadas, muy criteriosas, otras no. Algunas también pueden están mal expresadas, pero revelan un estado de ánimo, una situación concreta.

Lo importante es el debate de ideas. Si fulano plantea determinada cuestión y algunos no están de acuerdo, se puede plantear el porqué no se está de acuerdo, argumentando y dando otros puntos de vista. ¿Cuál es el problema? ¿Cuál es el temor?

Si alguien cree que la Revolución se está desbarrancando y argumenta su razonamiento, pues que lo haga. Quienes creemos que esto no es así, trataremos de explicar porqué creemos que no es así, con fundamentos, datos, ejemplos, etcétera. O si pensamos que no merece una respuesta, no se dará una respuesta.

Hay temas que merecen el debate, y eso es bueno y saludable. Ahora lo que no es bueno ni saludable es la descalificación. Un camarada hace una crítica y ya pasa a convertirse en un infiltrado, un contrarrevolucionario, un intelectual pequeñoburgués reformista, un oportunista, un tarado… ¡No, camaradas!

Reflexionemos sobre esta cita de Mao: “Los comunistas deben escuchar las opiniones de las personalidades no pertenecientes al Partido, y darles posibilidad de expresarse. Si lo que dicen es correcto, debemos aplaudirlo y aprender de sus puntos fuertes; incluso si no tienen razón, debemos dejarles terminar sus palabras y, luego, darles con paciencia las explicaciones necesarias”. ¡Y esto referido a quienes no pertenecían a las filas revolucionarias!

Podríamos sumar a ésta muchas otras citas de comprobados revolucionarios con respecto a la necesidad de practicar la crítica y la autocrítica, Chávez fundamentalmente, quien en tantas ocasiones nos dio el ejemplo.

Entonces ¿por qué tanto desatino por parte de compañeros cuando se formula una crítica? ¿quién tiene autoridad para decir que por formular una crítica ese camarada pasa a convertirse en un enemigo de la revolución?

Claro que debemos exigir a los camaradas que las críticas que se formulen estén fundamentadas, con datos, con investigación que la sustente, con argumentación sólida. Ahí vamos a observar quiénes son unos y quiénes son otros, si vale la pena generar la discusión y el debate o mejor hacer uso del dicho popular que nos enseña que “a palabras necias, oídos sordos”. Porque la crítica por la crítica misma no tiene sentido, no ayuda, no aporta a la marcha de la revolución.

Volviendo al chino Mao, éste decía: “Si usted no ha investigado un problema, se le priva del derecho a opinar sobre él. ¿Es esto demasiado brutal? No, en lo más mínimo. Puesto que el que no ha investigado el estado actual del problema ni sus antecedentes, e ignora su esencia, cualquier opinión que exprese al respecto no pasará de ser un disparate… Hay muchos que, apenas descienden de su carroza, comienzan a vociferar, a lanzar opiniones, criticando esto y censurando aquello; pero, de hecho, todos ellos fracasan sin excepción, porque sus comentarios o críticas, que no están fundamentados en una investigación minuciosa, no son más que cháchara”.

¿Parece contradictorio lo que aquí afirma Mao con respecto a la primera cita? No, ya que toda crítica tiene que ser bienvenida, en tanto y en cuanto la crítica tenga sustento, se estructure sobre una investigación pertinente. Y la obligación de los revolucionarios será atenderla y aprender de ella si es una crítica correcta, y si no la es, explicar pacientemente porqué no la es, siempre con fundamentos y sustento teórico y práctico. Aquellas críticas sin sustento, hechas por el mero hecho de vaya a saber qué cosa, hay que ignorarlas o tratar de entender cuáles son las razones por las que fueron formuladas.

El revolucionario siempre tiene que ser crítico, pero no por ser crítico se es revolucionario. La crítica del revolucionario tiene que tener calidad, tiene que ser propositiva, tiene que servir al pueblo en su conjunto, nunca darle pie al enemigo de la revolución, tiene que llamar a la unidad de los trabajadores… y cuando se denuncia algo, investigar e investigar, para que la denuncia sea concreta, con hechos, nombres, apellidos, fecha, lugar, circunstancias, etc.

¿Todo lo que hace el gobierno está bien? No, seguramente que no. ¿Podía ser de otra forma? Tal vez, pero lo que es absolutamente seguro es que en muchas cosas se iba a errar, porque no hay revolución en el mundo – y eso lo enseña la experiencia–, que la práctica revolucionaria se realice sin errores. Entonces, la crítica tiene un valor inmenso, porque está dirigida a corregir o evitar errores. Esa debe ser la función de la crítica, no otra.

Termino de nuevo citando a Mao: “al denunciar los errores y criticar los defectos, hay que hacerlo igual que un médico trata un caso, únicamente para salvar al paciente y no para matarlo”.

“Ni tan calvo, ni con dos pelucas”, el gobierno que preside el camarada Nicolás Maduro es nuestro gobierno, y todos lo que lo asumimos así, debemos de ser muy responsables en las críticas que expongamos, como también, es necesario decir que aquellos que piensan que no existen críticas válidas a nuestro gobierno revolucionario, no ayudan en nada a corregir errores y superar obstáculos.

fernando.bossi.rojas@gmail.com


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Fernando Bossi

Historiador argentino. Co-Presidente de la Unión Bicentenaria de los Pueblos. Director de la Escuela de Formación Política Emancipación y del Portal ALBA alianzabolivariana.org

 fernando.bossi.rojas@gmail.com      @BossiRojas

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