Cada día crece nuestra convicción sobre la necesidad de abrir, enseriar y profundizar el debate respecto al rol que la formación de postgrado, o Formación Avanzada, debe jugar en la construcción y consolidación de la sociedad dibujada en el Programa de la Patria y sus objetivos históricos, nacionales, estratégicos y generales. Es asimismo creciente la preocupación por la banal atención que algunos compatriotas otorgan a tan sustancioso documento, visualizándolo sólo como un mero instrumento electoral, sin valorarlo apropiadamente en su contenido estratégico y, por tanto, como elemento clave para el desarrollo integral del país, con efectos extensibles a la gran región latinoamericana y caribeña.
Obviamente en esa preocupación no estamos incluyendo a los extremo-oposicionistas, pues sería una perogrullada contar con ellos en pro de la Patria. Tampoco estamos pensando en los ni-ni y oportunistas. Nos estamos refiriendo exclusivamente a quienes se dicen estar identificados con el proceso revolucionario bolivariano, se autocalifican como socialistas y se declaran chavistas…
Es en este contexto específico que nos encontramos con gente de muy buen discurso, quienes sin embargo piensan que la independencia lograda después de 200 años la vamos a mantener y consolidar sin formar y desarrollar el talento humano nacional, sin fortalecer las capacidades científicas y técnicas de nuestros compatriotas para poder avanzar en la innovación tecnológica requerida por las exigencias globalizadas del presente siglo XXI, evidentemente signado por el dominio de la información y las comunicaciones como expresiones máximas del conocimiento.
Nos da grima sólo pensar que alguien autodenominado socialista se imagine que la independencia tecnológica es solamente dejar de comprarle aviones a USA y que seremos soberanos importando alimentos, equipos, maquinarias, software, satélites y otros bienes tangibles e intangibles desde China, Rusia, Irán, Brasil, Cuba u otro país hermano que nos transfiera sus experiencias de manera solidaria. Igual estaríamos dependiendo siempre de ellos, por más de “panas y camaradas” que sean, y por más que las condiciones de intercambio sean solidarias y favorables a nuestro país…
Por eso nos preocupa que para algunos “revolucionarios” el tema de la Formación Avanzada sea un asunto de ricos, planteamiento según el cual los socialistas debemos ser ignorantes e incultos y dejarle a la burguesía la ocupación por la ciencia, la tecnología y la innovación, mientras los pobres y sus hijos debemos dedicarnos, según ellos, a ser siempre operarios del más bajo nivel para iniciar la revolución desde abajo, lo que en nuestro criterio se traduce en crear las posibilidades para ser más fácilmente explotados…
En tal sentido reiteramos lo dicho en otras ocasiones: nada más antibolivariano, contrarrevolucionario y antichavista que fomentar la ignorancia, pues el Socialismo, como categoría científica para la organización de la sociedad, es un proceso cuya construcción real requiere del aporte teórico-ideológico junto a una práctica-transformadora, sustentadas en el conocimiento como orientador consciente de la praxis revolucionaria hacia nuevas vías de liberación, alejándola de la reproducción inconsciente de acciones propias del capitalismo, la dependencia y la dominación.
Requerimos pues de personas dedicadas a la investigación y creación de nuevos conocimientos en las áreas estratégicas y generales de nuestra nueva sociedad. Necesitamos personas que aborden, profundicen y se especialicen en problemas sentidos por las comunidades, a través de estudios avanzados, para encontrar nuevas vías, por ejemplo, para lograr la seguridad y la soberanía agroalimentaria, mejorar la gestión pública, optimizar el desarrollo energético, la electricidad, la informática aplicada, entre otros, con un nuevo enfoque y propósitos dirigidos a servirle a la Patria…
Es en ese mismo marco que la formación avanzada o de postgrado habrá de tributar a que se aprovechen adecuadamente las potencialidades de cada territorio y así logremos hacer de Venezuela un País Potencia en nuestro continente. Estemos claros pues que las llanuras, montañas, ríos, petróleo y la gente siempre han estado aquí, más sin embargo ese potencial no ha sido debidamente aplicado a nuestro buen vivir. Para revertir tal situación necesitamos gente muy capacitada y formada, con un elevado nivel científico, técnico y humanista-nacionalista, que entienda nuestra realidad-potencia, la problematice y busque vías de solución mediante el diseño-aplicación de estrategias de cónsonas con nuestras verdaderas necesidades actuales y futuras.
Reiteramos además que nuestro socialismo bolivariano, incluyente, integracionista e internacionalista nos demanda nivel académico-científico para aportar en la construcción del mundo multipolar que, en el marco de la nueva geopolítica internacional, soñó y por la que tanto luchó el Comandante Supremo. Imposible fortalecer y participar en nuestros propios foros de integración regional como ALBA, MERCOSUR, CELAC, UNASUR, si carecemos del talento humano que al menos nos coloque al nivel de nuestros hermanos cubanos, brasileños, argentinos, entre otros, quienes efectivamente han ganado nivel y experiencia científica con personal calificado para la investigación…
¿Y qué decir de nuestros aportes a la salvación del planeta y la especie humana si carecemos de gente con el conocimiento necesario-indispensable para investigar, crear y desarrollar alternativas válidas para producir y preservar el ambiente?
Es por eso nuestra convicción de que la Formación Avanzada para la Patria constituye la vía expedita para encontrar orientaciones y respuestas en la construcción del país y la sociedad deseada…
(*) Economista Agrícola.
Profesor de la UPT “Argelia Laya”