Soy la Voz que grita cuando hay silencio
Soy la Voz que calla para escuchar
Aquel que siempre canta, sin fuerzas ni valentía
Por eso todos los días, yo canto para no llorar
Soy la Voz…
Sin entrar en la complejidad de una investigación Bio-psico-social sobre el gusto y el placer que proporciona la ADMIRACION, Muchas veces me he preguntado esto cuando siento gran estima hacia algún artista de la música y/o la actuación, de un deportista, figura histórica o política en particular, indago sobre la persona que admiro y luego empiezo a hacer análisis entre los fanáticos de esa misma figura y busco similitudes con mi persona. O veo a fanáticos de artistas que yo no admiro y me pregunto qué le ven y por qué yo no siento la misma afinidad que ellos. Afinidad, sintonía, empatía, pueden ser las claves para entender que nos cautiva de un estilo, una voz, una manera de expresarse a través de un instrumento, un rostro, un lenguaje corporal en un escenario. Pero regreso al mismo punto de partida… ¿Por qué son seres especiales? ¿Acaso comunican algo trascendente? ¿Profundo? ¿Importante? A veces sí, a veces no. ¿Porque nos marcan en la vida muchas veces? ¿Acaso llevan vidas ejemplares? - No necesariamente- en ocasiones, varias de las personalidades que admiro están presa de los vicios, conflictos interpersonales, sociales etc. o no tienen su vida en orden. En realidad, muchos viven de escándalos o excesos, que a la postre no comparto en lo personal. He aquí la razón fundamental por la que he decidido escribir sobre tan polémico; pero admirado personaje.
Héctor Juan Pérez Martínez mejor conocido como Héctor Lavoe, nació un 30 de Septiembre de 1946 en el barrio de Machuelo, en una región mundialmente conocida por ser partera de grandes artistas: Ponce, en Puerto Rico, hijo de Luis Pérez (Lucho) y Francisca Martínez (Panchita). Fue un legendario cantante de salsa puertorriqueño, cuya personalidad, estilo y cualidades de su voz lo llevaron a una exitosa carrera artística en el ámbito de la música latina y mundial durante los años setenta y ochenta. Para cuando nace Lavoe “EL POETA CALLEJERO”, ya andaba Chano Pozo asombrando a los jazzistas, retroalimentando el jazz y la esencia latina en la ciudad de New York. Luego para mediados de la década del sesenta fueron pioneros Palmieri, los dos Titos (Puente y Rodríguez), Barreto, Mercado, Pacheco y toda una pléyade de connotados intérpretes y ejecutantes que le dieron forma al legado de Arsenio Rodríguez y de toda Cuba, en lo que fue la conformación de un género musical todavía sin nombre, pero que un inquieto locutor se adelantó acá en Venezuela, Fidias Danilo Escalona (El Bigotón), ya el instinto lo había llevado directo al término más apropiado y sabroso, para etiquetar lo que todo el mundo conoce como SALSA.
La nitidez y brillo de su voz; aunada a una dicción impecable y la cualidad para cantar fraseos extensos y rápidos con total naturalidad, su habilidad en la improvisación que le permitía moldear las líricas de sus canciones con una creatividad inconfundible, triturando los versos para luego convertirlos en textos musicales, fue una combinación casi perfecta, ya que la voz estridente y nasal de Lavoe encontró en el sonido de los trombones un perfecto acompañamiento para plasmar un nuevo ritmo musical que lo convirtieron en el cantante favorito del público latino.
En 1967, “EL MUCHACHO QUE RESPIRA BAJO EL AGUA” se convirtió en el vocalista de la Orquesta de Willie Colón, con quien grabó grandes producciones como "El Malo", "TheHustler", "La Gran Fuga", "Cosa Nuestra", entre otras. En cada vocalización imprimió el fraseo más cercano a la experiencia marginal, con un tono influenciado por el sonido de la música jibara de Puerto Rico, lamentablemente fue el reflejo de su época. Tales habilidades de Lavoe se ven plasmadas en las canciones que ambos grabaron, todo esto le daba un toque bastante agresivo a sus composiciones, lo cual se complementaba perfectamente con el estilo de cantar de Lavoe, que era callejero y desafiante, las cuales tenían bien claro el objetivo que buscaban, que era hablar de los asuntos comunes de la gente en su diario vivir, en una sociedad en la cual permanecían marginados, comenzando a darle identidad a su música y, al mismo tiempo envolviendo a todos los latinos, ya que todos comenzaron a sentirse identificados con lo que estaban creando. Mientras pertenecía a esta orquesta, Lavoe se hizo adicto a las drogas, las juergas y un ritmo de vida basada en extravagancias destilando así una conducta autodestructiva que lo hicieron sucumbir progresivamente. Luego de 6 años juntos y una enorme serie de éxitos cosechados, Willie Colon decidió no trabajar más con Héctor en el escenario; aunque siguieron siendo buenos amigos y, de hecho, siguió produciendo sus discos en el futuro.
Desde 1975 Lavoe “GRADUADO EN LA UNIVERSIDAD DEL REFRANEO CON ALTOS HONORES” inicia su carrera como solista, donde lanza su primer álbum llamado "La Voz", el cual fue un éxito total con canciones como: "Mi Gente", "El Todopoderoso", "Paraíso de Dulzura" y "Rompe Saragüey". El éxito del álbum fue tal que fue premiado con disco de oro y otros reconocimientos. Al año siguiente Lavoe lanzó su segundo álbum como solista llamado "De ti Depende" donde sobresalieron canciones como: "Vamos a Reír un Poco", "Mentira", "Hacha y Machete", "Felices Horas" y su gran éxito "Periódico de Ayer". Además comenzó a grabar boleros, los cuales le dieron otra faceta a su carrera artística, dedicándole un LP a otro de mis cantantes favoritos como lo fue Felipe Pirela. En 1977 quiso hacer una campaña contra el uso de las drogas, pero sus promotores lo censuraron, usando como excusa el hecho de que Lavoe era un "BadGuy" (Chico Malo) del género, por lo tanto debía mantener los aspectos negativos de su personalidad. Irónicamente desapareció por un prolongado periodo de tiempo, dejando inconclusas giras, grabaciones y demás compromisos, hasta que finalmente fue recluido en un centro de rehabilitación, donde en el cuadro médico presentaba profunda depresión y abuso de drogas. Se especulaba que se acercaba el final de la carrera de Lavoe, pero Colón y Jerry Masucci, hicieron gestiones para ayudar a relanzar su carrera.
En ese entonces Rubén Blades había compuesto una canción titulada "El Cantante" que relataba el sufrimiento de un cantante que debe mostrarse alegre. En un principio la iba a grabar Blades pero fue convencido por Colón para que se la cediera a Lavoe. Luego él mismo aceptaría que aquella canción encajaba más con la vida de Lavoe. Así, la canción le fue cedida a Lavoe, quien la interpretó, las estrofas eran de Blades, los arreglos de Colón, pero el sentimiento y los soneos son totalmente únicos de Lavoe, quien le imprimió un estilo y un sentimiento extraordinario. Esta se convertiría en su canción insignia y lo volvería instantáneamente en una "súper estrella" del género. Con este éxito volvió a ganar por tercera vez consecutiva el disco de oro como mejor álbum de Salsa del año de 1978, año en que fue lanzado este "LP". Fue esta canción la que le hizo merecedor del apodo que lo haría más famoso de "EL CANTANTE DE LOS CANTANTES". También se mereció el apodo debido a la enorme demanda que tenía Lavoe como cantante, tenía una agenda enormemente ocupada, con hasta dos presentaciones casi todos los días de la semana, giras por todo el mundo y demás colaboraciones con otras orquestas para ayudar en grabaciones. Durante esta época, Lavoe también participó en las giras que realizaba la FaniaAllStars (Orquesta que agrupo a las máximas estrellas salseras de esa época). Personaje carismático y con un talento y personalidad fuera de serie, se dejó arrastrar sin embargo a una vida de desenfreno que difícilmente podía tener buen final. Así, el consumo continuado de drogas a lo largo de muchos años minó seriamente su salud, lo que unido al trágico fallecimiento de su hijo, desembocó en un intento de suicidio en 1988 que le dejó incapacitado para seguir actuando en los escenarios.
Desde entonces “EL REY DE LA PUNTUALIDAD” permaneció retirado en Nueva York, hasta que en horas del mediodía del 29 de Junio de 1993 por complicaciones causadas por el SIDA, fallece en el Hospital Saint Claire, para luego ser enterrado en su tierra natal. Héctor Lavoe es considerado el mejor cantante que enriqueció el género de la Salsa. Su carisma en tarima y su Don de gente sencilla, le ganaron la idolatría de su fanaticada. Muchos expertos lo catalogan como su máximo exponente. Actualmente es un ícono y un ídolo, existiendo incluso monumentos levantados en su honor en Ponce, Puerto Rico y otro en el Callao, Perú, donde se le considera "Hijo Ilustre”. Se apaga así definitivamente, lo que en mi criterio es la más sobresaliente y sublime Voz del genero Salsa que la humanidad haya conocido. Te admiro porque supiste con tu maravillosa voz expresar mis sentimientos…Vida eterna…!!!, Honor y Gloria a tu memoria Héctor.
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