Ya entendí por qué los escuálidos me dicen que soy bruto

Familiares y algunos amigos, que combatieron ferozmente al Comandante Chávez, me decían sin querer ofenderme,(según ellos) que no se explicaban que como yo, siendo un profesional universitario y además era capaz de escribir en la prensa, me identificara con Chávez y lo que él representaba.

No estando presente físicamente el Comandante, ahora me dicen que ahora menos entienden que yo apoye al Presidente Obrero Nicolás Maduro. Según su lógica quien debería estarme apoyando a mi es Maduro. Yo pasé por una universidad (ULA) y Maduro es un simple Chofer de Buses. Con esos argumentos tan falaces y estúpidos pretenden hacerme reflexionar para que deje de pensar y escribir apoyando este proceso revolucionario por el cual llevo más de 50 años luchando desde las trincheras y posiciones en las cuales me ha tocado estar.

Estando ubicado en el campo ideológico del llamado socialcristianismo desde 1958 hasta 1.984, nunca dejé de estar al lado de los sectores populares(es mi origen) que desde dentro luchaban por la justicia social y por las reivindicaciones de los trabajadores y por la Promoción Popular. Siempre fui un Promotor Social y todavía a los 73 años de edad allí me mantengo.

Nunca entendí por qué durante el gobierno de Luis Herrera Campins se dio la masacre de Cantaura, se le despojó a Andrés Velásquez de la victoria sindical que obtuvo en Sidor. Tampoco por qué a Nixon Moreno, el rector de la Universidad donde me gradué le fue a llevar el título de Politólogo a la Nunciatura Apostólica, donde supuestamente se encontraba asilado. Tampoco el por que el TSJ dictaminó que el 11 de abril de 2002 no hubo un Golpe de Estado en Venezuela, sino un “vacío de poder” donde militares preñados de buenas intenciones colocaron a Carmona Estanga de Presidente.

Ahora que leo en la prensa de hoy que la “Reptora” de la UCV dice que “el contrato de trabajo convenido entre los gremios universitarios y el gobierno viola la autonomía universitaria” y que por eso ellos seguirán en huelga, entonces mis índices de brutalidad llegan al cisma. Mas aun cuando los profesores hacen caso omiso a una orden de un Tribunal de la República de reiniciar las clases para que el 15% del estudiantado universitario no pierdan su año de estudio.

En mis años de obrero y como activista del movimiento sindical venezolano, la más grande conquista a la cual podíamos aspirar, era que el patrón reconociera la existencia de un sindicato para poder firmar un Contrato Colectivo en el cual por lo menos se asentara que se respetaría la Ley del Trabajo que en ese momento estuviera vigente. Cuando conseguíamos un bolívar de aumento o que se obligara al patrón a poner agua potable, para que los trabajadores pudieran tomar agua fresca, bailábamos en una pata.

Hoy todavía hay millones de trabajadores venezolanos que no gozan de la Contratación Colectiva, de allí mi estupor cuando los profesores asalariados de nuestras universidades autónomas se niegan a aceptar contratar con El Estado, que para efecto legales es su patrón. Y mas bruto me pongo cuando los universitarios que hacen las Leyes de la República, se niegan a obedecer a un Tribunal que ellos mismos diseñaron dándole las prerrogativas que hasta hoy están vigentes.

Ya una vez renuncié públicamente a mi titulo de Politólogo, cuando se lo otorgaron a Nixon Moreno, ahora me toca renunciar a mi inteligencia y aceptar el calificativo de bruto, que me han asignado por ser chavista. A los que me vengan a decir, que lo aquí expuesto, son cosas de la política y que yo como politólogo debo entender que así son las cosas en este país, los voy a mandar a lavarse ese palto….

Juanveroes64@hotmail.com


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Juan Veroes


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