Debemos rectificar y actualizarnos constantemente; por ejemplo: lo siguiente
podrían saberlo hasta las piedras: cuando alguna medida tomada por el
gobierno sea apoyada por la derecha, es porque dicha medida es
contrarrevolucionaria. Por el contrario, cuando es protestada o silenciada,
podemos apostar por su revolucionariedad.
Después de la reforma dineraria y devalaucionista neoliberal realizada por
el gobierno de Raúl Leoni, el presente y desaburguesado gobierno no ha
devaluado en términos estrictamente económicos, sino meramente comerciales.
Este aserto cobra certeza si por devaluación se entiende deterioro de la
moneda nacional.
Tengamos claro que una cosa es devaluar, por ejemplo, cambiando monedas de
oro por monedas de plata, o de estas por níquel-que sí lo hizo el mencionado
Leoni-, cuando ambas monedas conserven su valor nominal, y otra cosa es
devaluar para acomodar la paridad cambiaria a la realidad del mercado
moderno caracterizado, como se halla, por manejar monedas fiduciarias bajo
el arbitrario supracontrol de la banca internacional y de la alta burguesía
comercial extranacional, máxime cuando dicha banca sea objeto de
manipulaciones financieras malintencionadas por parte de grupos políticos
disconformes con la política económica del Estado.
Como también deben saberlo hasta las piedras, la derecha financiera juega a
la devaluación comercial con sus efectos inflacionarios inducidos en el
mercado internacional o de importaciones, así como lo hacen al presentar la
devaluación "comercial" como una estrategia incentivadora de las
exportaciones no petroleras. Nada más falso porque para nadie es un secreto
que en la Venezuela de la 4ta república en la persona de sus representantes
actuales sólo una minoría de los verdaderos empresarios no rentistas se
beneficiaría ya que la empresa privada antichavista no ha sabido ni sabe
todavía lo que es producir con adaptaciones fabriles a la demanda Este
falso empresariado, el mismo del golpe del año 2002, sólo ha sabido montar
parapetos industriales para sacarle dinero al Estado, estancar el desarrollo
industrial y limitarse al montaje paralelo de empresas comerciales
importadoras que es donde se mueve como pez en sus aguas.
Pero, actualmente el gobierno mantiene monedas físicamente fiduciarias con
respaldo en oro en barras que se ha robustecido con la traída del oro a casa
y el respaldo complementario de las nuevas certificaciones petroleras sobre
la Faja del Orinoco y gasíferas caribeñas.
De tal manera que cuando el Estado actual ajusta la paridad cambiaria frente
al dólar sólo busca trancar y bajar las posibilidades de alzas
indiscriminadas del dólar de importaciones que también terminan perjudicando
al resto de la burguesía importadora y parasitaria que tanto sigue
alimentando semejantes alzas del dólar paralelo.
Más detalles los daría con gusto de común acuerdo con quienes, sintiéndose
Economistas no burgueses, no técnicos en Economía burguesa, y lleven gusto
en recibirlos. No pido excusas por mi abierta jactancia, hay tanta todología
sobre estos temas.