Todos escuchamos hasta el cansancio las arrugadas justificaciones que están acostumbrados a darnos los responsables-irresponsables de llevar adelante la economía nacional, y yo que no sé nada de economía al igual que la mayoría nos quedamos sin palabras, una vez más nos silenciaron ante tantas explicaciones de expertos en numerología y de otros que ciegamente los siguen.
Lo único que sé y he aprendido de economía es cuando pasaba cerca de aquella fría y lúgubre Facultad merideña arropada de moho en sus techos por las diarias, inclementes y prolongadas lluvias que mojaban todo.
Ante el injustificado aumento del 20% dado a solicitud de la familia Mendoza la única voz que escuchamos desde el alto gobierno contra las pretensiones de estos híper empresarios fue la de Elías Jaua, quien los acusó de querer chantajear a la revolución. Pero el cuento fue que Lorenzo Mendoza solicitó 15% de aumento, pero nuestros economistas les aprobaron 20% para que así puedan quedar bien conformes.
Pero por si esto fuera poco, entonces nuestro gobierno les dio millones de dólares para que reactivaran varias de sus plantas las cuales estos amos del valle mantienen paralizadas con conocimiento de causa, mientras el desabastecimiento ya no nos sigue siendo tan sorpresivo.
Una actitud moral, soñada, hubiera sido rescatarlas pero para la revolución, control obrero, nacionalización inmediata. Fabrica paralizada por irresponsabilidades, sin ninguna justificación por quienes se les ha asignado un porcentaje de la producción nacional de alimentos básicos y necesarios, pero desde los cuales se juega con las necesidades de la población, entonces debe pasar de forma inmediata a manos del Estado.
Inconcebible que con la alimentación de todos nosotros se esté correteando y más grave todavía cuando el saboteo proviene de los de siempre, de quienes especulan, acaparan y juegan con los precios bajo sus intereses empresariales.
Como es posible que se esté arriesgado de esta manera parte de la cesta básica de los venezolanos bajo la irresponsabilidad de quienes desde hace meses paralizaron estas plantas y no dijeron nada.
Los Mendoza les pagan sueldos a sus obreros y encargados de estas industrias para que no trabajen, es decir, están allí para producir nada, pero todo bajo la orientación política de crear desabastecimiento para que esto le cree caos al gobierno nacional.
¿Será que los responsables del alto gobierno no se están percatando de lo sucedido, hasta donde llega la conformación de este tinglado de cómplices?