Presidentes o políticos del mundo quienes a sabiendas de que el personaje no sólo lleva sobre su conciencia varias muertes, sino que tiene un prontuario sólo comparado con muchos de los capos que hoy pagan cárcel o andan haciendo de las suyas en el oscuro mundo del delito, y aceptan recibirlo, como lo ha anunciado el presidente de Chile quien ahora mismo tiene incendiado ese país, con multitudes en las calles, precisamente intentado forzar a un gobierno que se ha colocado al lado de intereses foráneos, a no imponerle al pueblo medidas que aquí, gracias Dios y a la Revolución logramos revertir, como son la privatización de derechos sociales fundamentales como la educación, la salud, las comunicaciones etc. con seguridad, y porque como todo el mundo sabe, lo hacen por órdenes del gobierno gringo, a quien lamentablemente todavía algunos gobiernos de América le rinden pleitesía con la consecuencias que ello trae para los pueblos.
Por cierto son mandatarios que legaron al poder para desgracia de sus pueblos y con sus actuaciones han venido defraudando a quienes engañados les dieron sus votos y confianza, lo cual los tiene en índices de popularidad por el piso que quedan en evidencia, más cuando se comparan con los que gozan los presidentes de los países gobernados por lideres progresistas a los cuales ni siquiera el sujeto intenta anunciar visitar, porque sabe de su dignidad y la de sus pueblos, donde seguramente lo que va a encontrar son muestras del justo rechazo que se ha ganado a nivel internacional por sus actuaciones violatorias de los derechos humanos.
Ahora bien, hay que preguntarse: ¿Qué va a hacer este orate de la política venezolana a esos países que no sea repetir lo que aquí todos le hemos escuchado y que no pasa de estupideces, casi a diario y que se han convertido ya, por su persistencia, en un hecho que forma parte de lo que bien podríamos llamar el área caricaturesca de la política?. Es de suponer que esa cantaleta diaria que ha sido reflejada por los medios de la derecha internacional, es conocida por quienes se prestan para ser sus anfitriones, muy pocos, o casi ninguno, por cierto, no es la razón y queda pensar que ante la inminente acción de la justicia, que cual espada de Damocles pende sobre su cabeza, lo que busca es intentar garantizarse desde ya un destino, para cuando se haga efectiva la única medida que se merece y que no es otra que la de ser enviado a la cárcel, donde ni sus seguidores se explican por qué no está.
Así ha sucedido con muchos asesinos, ladrones y delincuentes de toda calaña a quienes se les ha permitido huir antes que pagar sus crímenes aquí, e iniciar exilios dorados en países como Colombia, Panamá y Estados Unidos, todos neoliberales y enemigos jurados de las revoluciones de nuestra América.
Por ello, nuestras autoridades deben, previendo esa posibilidad que tiene antecedentes por decenas, tomar las previsiones para que este asesino intelectual del 14 y 15 de abril, ultimas acciones para abultar su prontuario, no pueda sumarse a quienes desde el exterior, lo que hacen es conspirar con la anuencia de los gobiernos que con el mayor descaro se han prestado para recibirlos.
Eso esperamos para que la Revolución no sume otra mancha como la del Presidente de facto de otro abril, quien ahora mismo disfruta del cobijo del gobierno neoliberal colombiano, que lo recibió como herencia del nefasto sucesor Álvaro Uribe Velez.-
