El actual desabastecimiento en rubros tan sencillos como papel higiénico, jabón y cuanto producto escasea de un día para otro como la leche en todas sus presentaciones, deben llamarnos poderosamente la atención, allí están los anuncios de las campanadas de la conspiración.
Estos ruidos llevan más de un año anunciándose y padeciéndose en todas sus formas y maneras, siendo la más dura de ellas la especulación, el sobreprecio lo cual se ha convertido en el diario suplicio de la gente. Todo esto es percibido en las calles y lo cual ya no pasa tan desapercibido.
A pesar que en Caracas nunca falta nada, hay de todo, entre eso los alimentos, pero también están en su total funcionamiento las Misiones, sedes de Café Venezuela, Areperas socialistas, carros chinos, construcción de todo tipo de viviendas, ministros y paremos de expresarlo en estas líneas,todos esto no pasa inadvertido en los diferentes estados del país, quienes sufren el diario mapa del desabastecimiento nacional.
La conspiración ha penetrado por el desabastecimiento, han aprovechado los descuidos del gobierno, saben que hasta ahora nadie ha podido controlarlos y juegan a diario al horrendo valor del alza de los precios.
Por estas graves causas a diario se ven cosas injustificadas, aquí están las mas insólitas manifestaciones de lo que no debiera hacerse en contra de la gente, del pueblo, aquí a cada momento se pisotea al soberano.
Estas gravísimas causas retan a la conspiración y de allí todo lo están haciendo para desencadenar un golpe de Estado. La escases es el caldo de cultivo para que los deshonestos tomen posición, es la semilla de la conspiración interna, esta es la razón que pululan desde Washington.
Parece que muchos de los que están ocupando los puestos mas importantes y de mayor decisión en el país están haciendo todo para que una situación delicada sobrevenga en contra del país.
El valor de los precios que cancelamos diariamente por la necesidad particular de cada habitante de este país, no es el real, están inflados, son edulcorados, están abusando y nadie hace un parao. Ojala después no nos lamentemos por las cosas que no asumimos hacer en el tiempo oportuno.
Para: www.aporrea.org
Julio 22 de 2013
