Muy bueno fue que todas las empresas de electricidad que quedaban en manos del sector privado hubieran sido nacionalizadas. Excelente que todas fueran fusionadas en la Corporación Eléctrica Nacional o CORPOELEC. Aún mejor que se unificaran todos los sistemas administrativos y que solo exista un Contrato Colectivo para empleados activos, jubilados y pensionados del Sector Eléctrico. Y que el Ministro Jesse Chacón proponga una división de Corpoelec por cada área del sistema eléctrico nacional, puede ser conveniente. Y hasta aquí.
Pero lo que no entiendo, ni entenderé jamás es como una empresa como Corpoelec pueda generar pérdidas. En Aporrea, critiqué la negligente actitud de un antecesor de Jesse Chacón, Alí Rodríguez Araque, quien de entrada se declaraba incapaz de solucionar los problemas que aquejan a Corpoelec. Y aún más insólito, es que los neoliberales del Gobierno del Presidente Maduro piensen en nuevas tarifas o aumentos de precio habiendo tantos problemas por resolver heredados de las empresas individuales. He aquí solo una muestra:
1. Las quejas de empleados activos y jubilados o pensionados, que sí leen lo que aparece en sus sobres de pago, acerca de los descuentos por Caja de Ahorros que no reciben los aportes de CORPOELEC. Otro problema al respecto es que las únicas personas que parece que pueden obtener préstamos son las amistades de los directivos de esas cajas, quienes ni siquiera tienen relación con CORPOELEC. ¿Hace cuanto que esas Cajas, que solo son instrumentos para la corrupción, han debido ser sustituidas por Fideicomisos administrados por un Banco Público?. Ventajas hay: no hace falta elegir a ciegas a quienes deben administrar ese dinero, ni es necesario que el Estado designe un edificio donde funcionen esas organizaciones y no hay que fiscalizar nada. Además un Banco Público NUNCA quiebra.
2. El estado de descuido en que se encuentra la infraestructura de algunas de las instalaciones de CORPOELEC, el cual indigna. Quien haya pasado por la sede de la Empresa en Maracay verá que hay baños rotos, que aún no son reparados, equipos inservibles que se amontonan en algunas oficinas y otras instalaciones, paredes sucias y lámparas fluorescentes que nadie reemplaza, basura en algunas partes...Y pese a que existe una reglamentación nueva que prohíbe el acceso a las áreas de la empresa si no es para personal activo o no, nadie se preocupa de sacar a los buhoneros que se hallan en la entrada de las instalaciones.
3. Robo de energía continuo. ¿Cuantas veces al pasar diariamente por las vías de El Limón (Estado Aragua) no he observado como los vecinos se roban descaradamente la electricidad de los tendidos del alumbrado público que son de fácil acceso?. Es más, existen personajes en cada sector "especializados" en "arreglar" medidores para que a nadie le cobren. ¿De donde sacan energía eléctrica los buhoneros, si no es del robo?. Mientras tanto, los clientes legales deben soportar como les cargan multas por pasarse un kilowatio-hora de más o que no les hagan caso cuando solicitan que sean revisadas las instalaciones. Y no es cosa de esta población aragüeña, pasa en cualquier parte de Venezuela.
4. Desperdicio de energía eléctrica. Es común observar luminarias encendidas en pleno día. Que nadie me diga que el desperdicio energético es insignificante. Sumemos los que se hallan en las vías de las ciudades y las carreteras y autopistas, para que vean a cuanto asciende este desperdicio.
5. Falta de mantenimiento de las líneas. Es común que, en áreas donde hay grandes árboles, cuya altura supera a la de colocación de las líneas de alta tensión, éstas tengan musgo. No hay manera de que lo remuevan. Por otro lado, aunque hay comunidades inconscientes que solicitan que no talen árboles que pueden cortocircuitar líneas eléctricas, solicitar el corte de un árbol también implica esperar que la burocracia inicie los trámites. También es necesario que sean sustituidos transformadores que tienen la carcasa oxidada o con fallas recurrentes. ¿Cual es el procedimiento?
6. Apagones y cortes intempestivos de circuitos. A pesar de existir la información de contacto en la web http://www.corpoelec.gob.ve/atencion_telefonica, la verdad es que si el cliente pregunta a que se debe un corte o la caída de un circuito, con frecuencia, la única respuesta que recibe es el tono de ocupado del teléfono. Si no es porque "colapsan" las líneas, uno supone que es porque quienes las atienden las dejan "descolgadas" para que nadie moleste más. Este problema también tiene que ver con la mala atención que algunas (menos mal que no son todas) empleadas de las Oficinas Comerciales dan a los clientes, tratándolos en forma despectiva o con amabilidad, pero sin pasar la lista de los problemas detectados a los obreros de las cuadrillas. Otro tanto he visto de algunos de esos obreros que también se creen con derecho de alzarle la voz a los clientes.
Y después de ver esta lista, podríamos preguntarnos "¿cuanto ahorrará y ganará el Estado Venezolano si se corrigen estos males?". Si se habla de ahorro, el resolver los problemas ES LA ÚNICA MANERA de ganar y ahorrar al mismo tiempo. Ésa es la clave de una adecuada gerencia. Pero si solo se piensa en aumentar los precios y se deja que los problemas se agraven, ¿para qué se necesita control de las comunidades?. Mejor nos dejamos de hipocresías y volvemos al capitalismo, que es lo que propician los funcionarios matavotos de que tanto habla Luis Britto García.