Unos son artistas, animadores, peloteros, militares, mujeres y hombres de la clase media. Bienvenidos a esta lucha política, por consolidar nuestro legado del Comandante Supremo, que no es otro que seguir teniendo Patria. Por eso su voz tronó en sus palabras del aquel 8 de diciembre, listo para su partida a Cuba, la última, cuando dijo: “Unidad, unidad, unidad, para que tengamos Patria”. No conozco personalmente a ninguno de ustedes. Conozco algunos a través de la televisión, tal es el caso de Winston Vallenilla, el Potro Álvarez, Titina Azuaje (hija de un gran amigo militar, ambos habitamos las instalaciones de la Isla del Burro, en la década de los 60), a Miguel Pérez Pírela, de quien es fan mi señora esposa. No dudo, a estas alturas, de sus preferencias políticas, ya que han pasado muchos años, y llegan a estas postulaciones cuando la derecha fascista ha ganado terreno, pero que ahora, se observa empantanada en sus torpezas y en su historial de corrupción.
No tengo, pues, porque dudar de ustedes acerca de sus decisiones a conciencia de que esta lucha es dura y larga. En todo caso, voy a dirigir unas reflexiones no a todos porque es probable que algunos no obtengan la victoria ante los postulados por la derecha, en especial los que están propuestos para la zona del Este, como es Chacao, Baruta, y el Municipio Sucre. Sin embargo, puede haber sorpresas. Ojalá así sea, como esperamos todos los chavistas: victoria, victoria, y más victoria.
Reflexiones: (1) Aléjense de las tentaciones del dinero. Cuando se llega a un cargo donde se administran los dineros del pueblo, surgen, de un lado y del otro, las mafias enquistadas y en puestos claves, dentro y fuera de la administración pública, que están como caimán en boca é caño para acercarse con sus “consejos”. (2) Rodéense de camaradas totalmente comprometidos con el proceso. Ojo con aquellas personas que visten de rojo, pero tienen el corazón amarillo. (3) Concéntrense en el trabajo duro, en todos los sentidos. En primer lugar, cumplirle las promesas al pueblo. Recuerden que el pueblo tiene memoria. Sus esfuerzos tienen que estar enfocados en solucionar los problemas más inmediatos en cada comunidad: basura, vialidad, canchas deportivas, escuelas, centros culturales, y en especial repotencien a la Misión pionera y estrella de la revolución: La Misión Barrio Adentro. Eso es vital. Velar por la salud del pueblo. (4) No se burocraticen. Sigan el ejemplo de nuestro Presidente Nicolás Maduro. Pateen la calle, al encuentro de los problemas del pueblo. Interactúen con la gente. Que la comunidad se sienta copartícipe de la gestión que se ejecuta. Oigan. Oigan a la gente, eso es vital (5) Lean, lean mucho. Estudien. No crean que lo saben todo. Hay que leer. Ese ejemplo lo dejó sembrado nuestro líder Supremo Hugo Chávez. Para hacer las cosas bien hay que adquirir conocimiento, y ese está impreso en muchos libros. Selecciones sus libros y dedique su tiempo a la lectura productiva. Interpreten lo que lean. Tomen notas, subrayen y tengan siempre a mano uno de los mejores libros, para que le acompañe a donde vayan. (6) No se transformen en otras personas, una vez que se sientan con el poder asegurado. Recuerden el poder no es de ustedes, el poder es del pueblo. No permitan que se concrete la metamorfosis kafkiana. No. Nunca. Sean ustedes mismos, pero humildes, sencillos. Sin caer en la ostentación: la camioneta blindada, los relojes caros, ropa de marca, la finquita, el apartamento en la playa, los guardaespaldas por montones, y sobre todo no se olviden de oír a la gente, donde estén oigan. Oigan a quienes lo eligieron.
Les dejó esas reflexiones y les deseo la mejor de la suerte en sus cargos. Me refiero a los que obtenga la victoria, a los que no ganen, sigan la lucha, que el mundo no se ha acabado, y dentro de ustedes hay muchos jóvenes. Sigan luchando y creciendo al lado del pueblo. En estos momentos, en que la derecha fascista anda como loca, desesperada y capaz de cometer cualquiera locura, es cuando se requiere que los que se dicen chavista, chavistas de verdad, verdad, estén prestos a tomar las armas, si es necesario para defender el legado del más grande hombre parido por estad tierra, después de nuestro Libertador Simón Bolívar.