La pretensión del biderrotado, quien a través de una más de sus incongruencias mediáticas, cree que amenaza, o asusta a la Revolución cuando dice que acudirá a instancias internacionales a impugnar los resultados electorales del 14 de abril, no es sino una demostración palpable de lo desubicado que está, quien aun no ha caído en cuenta que la Venezuela de Chávez y la que vivimos después de su partida física, es un país en el que personajes siniestros como él no caben, por su prontuario, por sus costumbres, por su pasado y presente que incluye delitos de lesa humanidad, pero además por el equipo del cual se rodea inmerso en corrupción y que la Patria de Bolívar no se merece la tamaña afrenta que significaría que un sujeto de su calaña llegara a ser presidente.-
Ahora bien el que cumpla su anuncio es muy recomendable, a sabiendas de que lo que va a hacer es el mismo ridículo que hizo aquí y que dio como resultado una sentencia que aunque los juzgadores hubiesen sido estudiantes del primer año de derecho, habría sido la misma o hasta más contundente, porque lo que presentó fue una burla a la inteligencia de magistrados muy versados en leyes, tanto que por alguna razón han llegado donde están.-
Así pues, que ojala y vayan a esas instancias internacionales, donde la revolución irá también con argumentos y pruebas tan irrefutables que será una oportunidad para que quede bien claro la pobreza conceptual, política, intelectual de la vergüenza de oposición que aquí padecemos.-
Esa pobreza estructural del oposicionismo venezolano es lo que les hace caer en errores tan garrafales como el cometido al sacar de contexto parte del discurso del Presidente Maduro, en la entrega del Premio de Literatura Rómulo Gallegos a un escritor Puertorriqueño y hacer caer en la trampa a un artista internacional como Ricky Martin, de la misma nacionalidad del galardonado, al hacer creer que Maduro había confundido la bandera puertorriqueña con la cubana, son tan brutos que cuando idearon y pusieron en práctica la patraña, no imaginaron la respuesta contundente de Maduro, en una muestra de que no lo conocen y lo subestiman siempre, respuesta tan precisa que hizo que el artista engañado reconociera su error y lo manifestara, con las respectivas disculpas, lo cual dejó a la derecha cual condorito.-
Muy bien el precedente que ha dejado el TSJ al imponer su autoridad y dejar claro que nadie por muy encopetado que sea, puede irrespetar la autoridad y la majestad de una instancia como el más alto tribunal de la República, eso de la multa está muy bien, pero después de ello y de la decisión declarando improcedente la impugnación a las elecciones del 14O, uno se pregunta: ¿Qué ha pasado con algo más grave aun que un insulto a los magistrados, como es la autoría intelectual de 11 asesinatos, decenas de heridos y destrucción de propiedades públicas y privadas?; ¿Qué se está esperando para agarrar a ese loco que anda suelto aquí y fuera del país en una actitud evidentemente apátrida?. Es una oportunidad que el actual TSJ no pude desperdiciar para demostrar su autoridad de tal manera que a nadie le quede duda de ella y de que aquí sí hay justicia pareja e igualitaria, sea quien sea el delincuente, candidato presidencial o no.
Es lo que está en el tapete de la opinión pública quien espera paciente, “por “ahora.-
NOTA: Ad limitem: Me solidarizo y hago mía la reflexión del compatriota: EDGAR ACOSTA, a través de su articulo: “Los “talentos” que escriben por Aporrea”, está en lo cierto, ésos, pareciera que son infiltrados que conscientemente o sin querer queriendo, le hacen un flaco servicio a la contrarrevolución e indirectamente contribuyen a la indisciplina de algunos que no tienen sólidas sus convicciones revolucionarias.