Pildoritas 134 (año VI)

Dos reflexiones

1.- La lucha contra la corrupción emprendida a todos lo niveles por el gobierno de Maduro, que pretende ser banalizada por la derecha, consciente como está de que quienes por equivocación de venezolanos que les dieron sus votos para que estén detentando actualmente posiciones de gobierno y abusando de su poder hasta la mayor degradación, parece que esta vez si va con todo, es una prioridad que ya ha logrado para la credibilidad de la población, destapar ollas de delincuentes infiltrados en empresas y organismos públicos, que ahora están presos o condenados pero también y esa es la razón por la que banalizan las acciones está tocando a una oposición corrupta no solo en sus actuaciones contra los dineros públicos que manejan, sino inmersos en diferentes delitos, aberrantes, como el narcotráfico, narco lavado, prostitución infantil, trata de blancas, consumo de drogas, lo más grave, valiéndose de dineros y bienes públicos.

El Presidente Maduro ha dicho con fuerza y convicción que va a fondo, con mano dura contra este flagelo que tanto daño le ha hecho en todas las épocas a la Patria, ha tomado medidas como la de constituir un grupo de investigadores que él ha llamado “secreto”, ha pedido a las fuerzas parlamentarias de la revolución en la AN legislar para aplicar la más alta pena posible a los corruptos, ha pedido al pueblo denunciar sin miedo a los corruptos estén donde estén y así ocupar el espacio que los medios, en su mayoría controlados por la derecha, no hacen o si lo hacen es para acusar sólo al gobierno de corrupto, pero sin informar que hay más de sesenta personas privadas de libertad, incluidos altos rangos y que se está demostrando con ello que la lucha es sin discriminar.

2.-Todo ser humano, precisamente por serlo, tiene entre sus características la de cometer errores, unos más, otros menos , unos que afectan a terceros otros a colectivos, a veces o mejor muchas veces, ante conductas inexplicables, ante errores de otros que dañan a mucha gente, que muestran la pestilencia en la que figuras publicas se han convertido deviniendo en desechos morales, que se ocultan en el anonimato de una de sus personalidades, pues siempre tienen dos, una para el publico en la que se presentan como impolutos y otra para practicar sus aberraciones en las que involucran a personas que según la ley, están vedadas a hechos que se salten las normativas morales, como es el caso de los menores de edad de ambos sexos, algo que ha sido comprobado según lo que se conoce hasta ahora y todo ello en una especie de coctel de la perversión, como es el consumo de drogas y la utilización de dineros provenientes del narcotráfico o del lavado de divisas, algo que también ya se conoce y que se confirma con la huida protegida del principal componente de esa mafia putrefacta.-

Digo lo anterior porque desde algún sector del fascismo, se ha querido satanizar el hecho de que el diputado Pedro Carreño, interpretando la rabia de millones de venezolanos, en su condición de humano, lanzara algunas expresiones muy castizas por cierto y quizá haciendo uso de aquello de que “al pan pan y al vino vino”, Sin embargo en una demostración de hidalguía y consciente de que sus palabras pudieron ofender a un sector de la población que se escandaliza cuando alguien crudamente dice la verdad, pidió disculpas públicas, lo cual hay que abonarle a su favor, porque aquí tenemos ejemplos como el que aun resuena en los oídos y en la conciencia de los venezolanos de bien, cuando el biderrotado que hoy suma un delito más a su prontuario al confesar que tiene “resguardado” a un delincuente quien por las características de sus delitos no es cualquier delincuente, gritó la noche trágica del 14 d abril, “VAYAN A DRENAR SU ARRECHERA” con las consecuencias que todos conocemos y de lo cual no ha tenido la valentía o las bolas, palabra que últimamente usa mucho, para reconocer su error, causante de muerte y desolación a diferencia del error cometido y reconocido por Carreño, que a nadie asesinó, que nada destruyó, solo que mostró una verdad de manera cruda y con las palabras que el pueblo usa y le conoce el significado exacto.

Así pues que si a ver vamos aquí opera aquello de que “lo que es bueno para el pavo debe ser bueno para la pava” y no la ley del embudo que pareciera es la única ley que acepta y reconoce la derecha, o más bien torcida como últimamente la ha dado en llamar Maduro.-


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Saúl Molina


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