Que la guerra no sea indiferente

Es difícil escribir cuando a uno le invaden fuertes sentimientos (¿la arrechera es un sentimiento?) que causa desazón. Es una mezcla visceral, que al uno exponer de manera escrita o hablada nuestro discernir, acudimos de manera casi instintiva al lenguaje procaz o soez.  Pero, también es difícil no emitir nuestra insolente manifestación contra el Gobierno más depredador y asesino que ha impuesto su imperio terrorista,  en los últimos doscientos años sobre una milenaria humanidad que ha tenido siglos y siglos para la formación de civilizaciones. Ni la sumatoria de todos los imperios prehistóricos e históricos, superan la carnicería ejecutada por los Estados Unidos en nombre de la libertad o del llamado mundo libre, desde sus años de fundación hasta la actualidad.

            Estados Unidos, bastión de la derecha cuya religión se basa en la acumulación y defensa del capital obtenido en sus tropelías mundiales, ha sido un continuo azote de aquellos países que la naturaleza les proveyó de toda la materia prima que ellos engulle en cantidades desproporcionadas y que consideran como suya, sin importarles la cultura y la vida de estos pueblos. Pero este desmedido consumo lo obtienen por la vía diplomática de los gobiernos títeres y apátridas que ellos instalan y que cuando no le son útiles, los tildan de dictaduras sangrientas o de la manera a la que nos tienen acostumbrados: a sangre y fuego literalmente.

            El mulato Obama, presidente vitrina y fantoche de la logia corporativa caucásica y racista que gobierna  ese país, ya balbuceo la sentencia contra Siria. Este mismo blanco a medias,  que fue el que crítico al sádico asesino de Bush por la destrucción de Irak y mantener las tropas liberadoras norteamericanas en el sagrado suelo de la antigua Mesopotamia bañado por el Tigris y el Eufrates, donde se inicio el desandar humano, ahora le toca su periodo de héroe emancipador de los pueblos oprimidos con la ayuda del congreso lleno de racistas ludópatas como John McCain, que mientras discutían la forma de matar al pueblo sirio, juega póker en su cómodo sillón republicano. Y al igual que el asesino serial del Bush, Obama quiere destruir la mediterránea Siria, con el apoyo de sus aliados jeques obesos y opulentos, que si oprimen a su pueblo, como lo hizo el coloniaje de la Inglaterra victoriana y la Francia usurpadora, acompañados por el estado sionista de Israel. ¡Que vainas! Israel y el mundo árabe enemigos ancestrales, unidos a los gringos en contra del milenario pueblo sirio. Como dirían los estudiosos bíblicos, fin de mundo. Que vaina con este premio Nobel de la paz, que su único merito cuando fue buscar muy apenado el cheque y la medalla, es haber tenido su piel más oscura que la de sus antecesores.

            Aquí en nuestra Venezuela Bolivariana, el gobierno revolucionario del Camarada Nicolás Maduro, como natural reacción, ha hecho un llamado a la paz pero los ecos agoreros y miserables del lider Capriles le parece una nimiedad que nuestro gobierno no participe en el clamor mundial de esta matanza anunciada. No nos sorprende, viniendo de este tipo y sus pares que ven en la supremacía del imperio sobre el destino de los pueblos, el reflejo de lo que quieren en nuestro país. Ya veremos el ejército de muchachitos latinos, que como carne de cañón, para obtener la Green Card, se inmolan para satisfacer la sedienta sed de sangre del gran hermano norteño. Y para aquellos afortunados que sobrevivan a esta aventura bélica, les darán su nacionalidad y el corazón púrpura en su pecho que no podrán agarrar, por haber perdido sus brazos en acción. Los menos afortunados, pues una salva en su entierro y la bandera doblada de las barras y las estrellas, para que su familia se seque las lágrimas por un rato, mientras inician su sueño americano teniendo como punto de partida, esta pesadilla.

            Y pensar que muchos en Venezuela quieren este devastador panorama, como si los gringos con su tecnología tienen armas anti-chavistas que no rozaran sus pieles, para que solo quede la Venezuela aquellos que creen que la libertad, es estar bajo la égida de su patria grande norteña.

            El pueblo árabe, pueblo trabajador, culto, trajinado en los lugares mas agrestes del planeta, aquellos que no usan kandoras suntuosas, ni turbantes pomposos, el pueblo en camello, de los beduinos, los pueblos nómadas en caravanas, el pueblo que nos legó los números, la poesía,  la ciencias. Este pueblo batallador no belicoso, tendrá otra arremetida de las cruzadas con la nueva logia templaria internacional, que con su enajenada ansia de poder y conquista, quiere devastarlo y al igual que en el medioevo harán una mata rasa de hombres, mujeres y niños.

            Por eso camaradas, esa guerra allende esta mas cerca de nosotros. Esa guerra es un reflejo de lo que puede pasar en nuestra tierras y que se esta dando de manera silente y soterrada, propiciada por lacayos en nuestra patria. No es un invento, no es una elucubración, las señales de intervención las vemos diariamente. El que piense lo contrario, es porque sueña con el mundo libre que dejaron en Irak, en Libia, en Egipto y lo que pretenden en Siria. Veremos los acontecimientos en pleno desarrollo (Walter Martínez)

 

Sin Chávez no hay Revolución, porqué Chávez es la Revolución. Y está Revolución es Chavista, porque todos somos Chávez.

 

Ingeniero

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Carlos J. Contreras


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