“Quizá no comprenda la economía,
pero tampoco la economía me comprende a mí”
-Lin Yutang-
Me fascina escribir sobre temas económicos. Desde que me gradué en la Escuela de Comunicación Social de la UCV, mi fuente, fue la económica. Me vi obligado a leer textos de economía, y hoy día aún lo hago. Por eso deseo abordar del tema del futuro modelo económico que sustituirá al sistema capitalista que está vivito y coleando. ¿Ustedes no creen que después de 14 años en el poder, se debería estar avanzando, seriamente, hacia la transición del Capitalismo hacia el Socialismo? ¿Con quién cuenta Nicolás Maduro para avanzar en esa materia? ¿Es el diputado Jesús Farías, esa persona? La cuestión es que el país necesita saber hacia dónde vamos en materia económica.
Independientemente que la economía tenga un carácter científico o no, no es menos cierto que, hoy día, la economía y sus consecuencias está presente en todos los estratos de la sociedad. No importa que sepamos o no de las leyes que la rigen, pero nuestro estómago sí siente los efectos negativos o positivos de la aplicación de un determinado modelo económico. En nuestro país, los profesionales de la economía y los opinadores de oficio, complican aún más las cosas para entender, en primer lugar lo que dicen, y en segundo lugar, la economía en sí. Sin embargo, estos expertos, si llegasen a manejar la economía del país, sus teorías se vienen abajo, y ponen tremenda torta. La economía tiene que estar enfocada hacia el bienestar de la gente, para lo cual se requieren profesionales bien consustanciados, con las políticas gubernamentales, tienen que marchar en completo acoplamiento con los demás organismos que integran al equipo económico, para que la economía se convierta en un eslabón más de la transición del capitalismo al socialismo.
“La ciencia económica tiene como finalidad ofrecer al hombre conocimientos que le permitan lograr un mejor aprovechamiento de los recursos. Se actuará económicamente cuando se utilicen los recursos en la forma más eficiente…”. Y entiendo que cuando se habla de utilizar los recursos eficientemente, es que los efectos de la aplicación, generen bienestar para toda la población. El proceso revolucionario lleva en el poder 14 años. Me parece a mí que es un tiempo suficiente para que se esté trabajando en función de un modelo económico a aplicarse en sustitución del sistema capitalista. Y sobre todo que elimine el desabastecimiento, que es una de las prácticas perversas del empresariado capitalista. Tal vez estén trabajando eso. Pero, en lo particular, no creo. Carlos Marx, dice: “La producción de plusvalía absoluta se consigue prolongado la jornada de trabajo más allá del punto en que el obrero se limita a producir un equivalente del valor de su fuerza de trabajo y haciendo que este plustrabajo se lo apropie el capital. La producción de plusvalía absoluta es la base general sobre la que descansa el sistema capitalista y el punto de arranque para la producción de plusvalía relativa”.
En este orden de ideas, el ex ministro del gabinete de Chávez, Felipe Pérez Martí, me envió un largo documento donde se aborda el problema de la economía. Me dijo que había un equipo trabajando en esa materia. El opina que el entrampamiento económico es muy dañino para el país. Habla de que existe un contraste con la claridad que enviaba Hugo Chávez a la colectividad venezolana, con respecto a la economía, la inclusión social y la política. “Por eso los venezolanos entendieron al Comandante Chávez, y se estableció, hasta los últimos días de su vida, una conexión única entre el líder y su pueblo”. En otro artículo abordaré conceptos contenidos en ese documento que pasa de 146 páginas.
Por otra parte, Domingo Alberto Rangel, quien al principio del 4 de febrero hizo contacto con Chávez, en dos o tres ocasiones, más tarde se alejaría de él, hasta sus últimos días. En su libro “ALZADO CONTRA TODO”, muy acorde con la vida política de DAR, dice: “El 4 de febrero de 1992 estalla en Venezuela la rebelión militar acaudillada por el comandante Chávez. Fuel el clásico rayo en el cielo sereno, nada presagiaba para el hombre de la calle ese brote militar. Sin embargo, la situación venía aguardando desde años atrás una crisis en sus entrañas. Ya el Viernes Negro de 1983 insinuaba una grave contrariedad estructural en nuestra economía. El modelo petrolero, vigente desde 1922, daba muestras de agotamiento…”. ¿Ese agotamiento del que habla Domingo Alberto Rangel, está vigente? ¿A pesar de los precios del crudo negro a nivel mundial, y de los descubrimientos que se han hecho, que nos ubican como el país de mayores reservas comprobadas de petróleo, debemos despilfarrar las abundantes divisas que le entra al Estado? ¿Qué se está haciendo para darle la mayor utilidad a esas divisas? ¿Estamos siguiendo las proféticas palabras de Arturo Uslar Pietri, en 1936, de “sembrar el petróleo? No lo sé. Tengo mis dudas.
“…Ya el griego Heráclito de Efeso lo dijo: todo fluye, todo se niega, nadie puede bañarse dos veces en el mismo río”. La mercancía ha encumbrado al capitalismo y ella lo hundirá en un proceso de contradicciones dialécticas. Estados Unidos salvó varias veces al capitalismo mundial y ese mismo país lo hundirá…”. Y añadió, Domingo Alberto Rangel para finalizar su libro: “…No estaré presente en las exequias del capitalismo pero, diciéndolo con palabras de un personaje de Rómulo Gallegos: “sangre mía palpitará en la emoción de quien lo vea”.
Cabe destacar dos cosas: históricamente se conocen dos modelos económicos que predominan en todo el mundo: el capitalismo y el socialismo. Del capitalismo no merece ahonda en más detalles porque es harto conocido y sus consecuencias. Como un ejemplo, allí tienen lo que acontece en Europa. Para muestra basta un botón. El sistema socialista es otra cosa, que hay que ver con mucho cuidado. Por ejemplo, el Manual de Economía Política de la Academia de Ciencias de la URSS, sin que sepamos si aún tiene vigencia el Manual. En todo caso ese texto fue criticado por el Che Guevara, y por allí comenzó el deslinde del líder revolucionario con los soviéticos. Más tarde el Che, según el libro de Germán Sánchez, ex embajador de Cuba en Venezuela, señala que “La afirmación de Marx, asentada en las primera páginas de El Capital, sobre la incapacidad de la ciencia burguesa para criticarse a sí misma, utilizando en su lugar la apología, puede aplicarse hoy, desgraciadamente, a la ciencia económica marxista…”. Y más adelante enfatiza en que: “En ese capitalismo desarrollado están los gérmenes técnicos del socialismo mucho más que en viejo sistema del llamado cálculo económico que es, a su vez, heredero de un capitalismo que ya está superado en sí mismo y que sin embargo, ha sido tomado como modelo del desarrollo socialista”. ¿Entonces, en qué quedamos? ¿En cuál palo nos van ahorcar?
El petróleo se acaba. No ahora. Pero, como todo, tendrá su final. Ni yo, ni muchos de nosotros veremos esa “catástrofe”, pero me imagino lo que sufrirán los hijos de este país, que, habiéndolo tenido todo, en materia de riqueza, entre en pánico porque ya no entrarán al Estado más divisas, por concepto del petróleo. Esto merece una reflexión profunda: ¿Está nuestro gobierno haciendo lo correcto, para que venga el bienestar que todo venezolano anhela? ¿Vamos por buen camino en materia económica? ¿Cuál es el modelo que está en la mente de nuestros líderes del chavismo? ¿O está entrampado, el hijo de Chávez, en la aplicación del modelo económico correcto para nuestro país? Cito a Einstein, para terminar: “Creo que el peor mal del capitalismo es que genera individuos lisiados. Todo nuestro sistema educativo sufre de este mal. Se le inculca al estudiante una actitud competitiva exagerada y los entrenan para que veneren el éxito del poder adquisitivo en su futura carrera”. Veremos.