Ante la reacción de la derecha porque el Presidente Maduro, como cualquier ser humano se equívoca, y comete algún gazapo, lapsus o error al hablar que es algo de lo que nadie está exento, y más cuando se habla por tanto tiempo y con una agenda de trabajo tan intensa y agotadora como la que lleva y que sólo, los insensatos niegan, como siempre lo hacen, sin importarle las consecuencias sobre su credibilidad, pues el pueblo , vive y participa, de las acciones casi diarias de las políticas de lo que se ha venido en llamar “Gobierno de Calle” que es lo que le está dando en el lomo a una oposición que lo que hace es revolcarse entre su propio estercolero, cuando no se da cuenta que quien se pretende su líder puede ser nominado con el premio mayor al rey de los gazapos, pues no olvidemos que una de las razones por las que se hizo famoso fue precisamente por sus metidas de pata en su expresión oral, no digamos en su expresión facial con sus ojos a punto se salirse de sus orbitas y de su desconocimiento de nuestra geografía, nuestra historia y las costumbres típicas de los venezolanos.
Eso de colocarle telescopio en lugar de periscopio a un submarino, o llamar suapara al conocido pez oriental sapoara, darle a un pueblo que visita un nombre que no tiene, llamar a los europeos hediondos, y la innumerable lista de equivocaciones que le dieron y le siguen dando material a caricaturistas propios y foráneos, que llena las redes de opiniones y videos, pareciera que no cuenta en el momento de que quien tienen en su ojo una viga mire la paja en el ajeno y es por ello que poco a poco el pueblo va entrando en razón y hoy por hoy las encuestas reflejan una realidad incontrovertible, el sujeto fue una bocanada de humo que se disolvió con el viento, o una especie de globo de esos que se lanzan en navidad y que regresan convertidos en ceniza, o lo que muchos comparan con el Personaje del cuento de Pedro Emilio Coll: “El diente roto” o con lideres de papel, como tantos que han abundado en la política, no sólo nacional sino del continente y hasta del mundo.
Así que no vengan los escuálidos, con la pretensión de querer minimizar una obra de gobierno excepcional como la que está realizando el primer presidente chavista de este país que está dejando boquiabiertos a muchos y que es lo que tiene a punto de infarto a la derecha, sobre todo a la amarilla, que si es verdad que no se cansa de meter la pata comenzando por el hecho de haber escogido con reincidencia a tan poca cosa como candidato presidencial, no de cualquier país, sino nada menos y nada más que de la Patria de dos gigantes como Bolívar y Chávez, que sinceramente no se lo merece.-
