El 14 de mayo del presenté año, el Ministro Alejandro Fleming se pronunció en relación con el problema de la ausencia de papel tualé en los anaqueles de abastos y supermercados: “Vamos a saturar el mercado para que nuestra gente se calme".
Hoy, a cuatro meses de este ofrecimiento, el juego perverso de la escasez sigue minando todas las conversaciones de los venezolanos que hacemos compras y perdemos entre 2 y 4 horas para poder garantizar azúcar, harina de maíz, leche en polvo, arroz, pañales de recién nacido, papel tualé, etc. Si usted no habla de esto es por que no lo sufre, y si no lo sufre es porque no hace mercado para su casa.
El gobierno del presidente Maduro no la ha tenido fácil, y sabemos que ha expresado toda su voluntad para solventar este y otros problemas, pero lamentablemente la realidad rebasa los buenos deseos: hasta hoy se ha sido ineficiente en resolver el problema de la escasez, y los que hacemos mercado pagamos las consecuencias.
Sabemos que el problema es estructural, nuestro rentismo petrolero ha deformado todos los ciclos económicos, así como también, la posibilidad de resolver los problemas más básicos, y si a esto sumamos la ausencia de medidas que solventen los asuntos de fondo, estamos viviendo una crisis de largo aliento electoral.
El saboteo de los sectores económicos no está basado sólo en una intención golpista, seguro habrá de eso, pero sería muy fácil ver una sola raíz del asunto. Si esto fuese así un buen sistema de inteligencia militar y política debería resolver el asunto de manera expedita, junto con la conciencia política y revolucionaria, el pueblo debería comprender y soportar los embates de dicha situación. Pero sabemos que hay otro elemento que pesa mucho más hoy sin la presencia del Presidente Chávez, tal como es: la ineficiencia política y gubernamental, que tiene dos fases, la ausencia de la acción adecuada para resolver los asuntos concretos y la impunidad que permite que lo anterior pase sin responsables.
A estas alturas, aunque los actores gubernamentales ofrezcan miles de argumentos y se evidencie en los locales de abastecimiento que existe saboteo en el sistema de suministro y de atención, ya no puede haber excusas, si el problema es ese, el gobierno no ha actuado en 6 meses para que esto no pase, eso es ineficiencia y si el gobierno promete como solución "saturar" el mercado importando, para calmar al pueblo, y hoy 4 meses después, seguimos haciendo colas para comprar estos productos, entonces eso también es ineficiencia e ineficacia.
Lo lamentable es que este tipo de cosas es carne fresca para los que estúpidamente creen que eso es el socialismo bolivariano que nos ofreció y que empezamos a construir con la conducción de Hugo Chávez. Aclaro, esto no es socialismo ni chavismo, eso es ineficiencia, que es absolutamente distinto.
¿La solución? Salta a la vista en dos niveles:
Estructural:
1. Corregir la deformación cambiaria que existe en la actualidad, a través de un mecanismo de control que se adapte realmente a la dinámica que exige la economía venezolana y no dilapide las reservas, no haga que el capital se termine de fugar y no genere inflación.
2. Desarrollar de manera adecuada industrias comunales, Estadales o mixtas eficientemente, que garanticen el abastecimiento de los rubros más susceptibles de saboteo económico.
3. Formar cuadros tecno políticos socialistas y chavistas, que asuman los roles de gestión pública, sin que medien compadrazgos, amiguismos, y conveniencias económicas.
Coyuntural:
1. Lograr verdaderos y eficientes niveles de importación y cadenas de distribución que garanticen el abastecimiento mientras se resuelve lo estructural.
2. Sancionar de manera contundente a quienes entorpezcan e interfieran en el logro de los objetivos.
3. Intervenir los "guisos" que operan en los procesos de importación.
4. Empoderar al Poder Popular, mediante la Contraloría Social, de herramientas e instrumentos que garanticen la fiscalización pública de todos los procesos de abastecimiento.
Cuanta falta hace la "mano de hierro" ofrecida por Chávez el 5 de noviembre del 2012. Defender el "legado de Chavéz" no es sólo rasgares las vestiduras por su recuerdo, su defensa debe basarse en el cumplimiento de las cosas que quedaron pendientes en su gestión y profundizar aquellos aspectos que quedaron por desarrollar, para lograr la felicidad del pueblo a través de la construcción del socialismo bolivariano, si esto no se hace con la voluntad y conducción del gobierno, el pueblo chavista igual se encargará.
Nicmer N. Evans
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