El mega apagón acaecido inesperadamente los primeros días del mes de septiembre del 2013 nos advierte que hay que tomar medidas urgentes, rápidas y muy necesarias para una urbe congestionada y abarrotada por miles.
El corte violento de la energía se dio por un sabotaje interno venido desde Corpoelec, esto nos demuestra que somos un país muy vulnerable y que por medio de estos saboteos se intentará generar acciones de violencia, hechos de rechazo de la población, con esto se están estimulando rechazos colectivos a las diversas obras del gobierno nacional.
En Caracas se juega con la luz, mientras que en el resto del país se hace con la comida con la cual se especula, se esconde y se contrabandea hacia Colombia, igual como se hace en los estados fronterizos, donde se estimula a diario el desabastecimiento con la gasolina.
Por eso es necesario salirle al frente a estas acciones desestabilizadoras. Primero somos un país 100% energético. El cual está obligado y tiene la responsabilidad de ejecutar grandes acciones ante estos mega eventos.
Es necesario ir pensando en ejecutar una obra muy interesante en el Metro de Caracas. Este moderno sistema de trasporte debe tener una segundad red de alimentación eléctrica, bien sea por gas, termoeléctrica o por plantas eléctricas.
Una termoeléctrica de dimensiones necesarias para el Metro de Caracas debe construirse inmediatamente. Vean lo que acaba de pasar en Brasil, ante la ausencia de un buen servicio se generó una protesta donde destruyeron una estación del metro y sus vagones.
Esto ubicaría una obra de la gran magnitud que tenemos y la cual crece anualmente en nuevas estaciones, servicios y proyectos a niveles de prevención y atención muy necesarios para las exigencias actuales, óptimas, sería el concepto gerencial.
Este país tiene recursos y gente capacitada además de contar con experiencias y equipos que bien podrían desarrollar una obra de prevención de esta magnitud. Los servicios de este novedoso y moderno sistema de trasporte dan para tener un tipo de alimentación de energía alternativa para afrontar las emergencias o situaciones de apagones y de desastres. Hay que pensar en el futuro.
El metro de Caracas no debe detenerse, si aquí llegase a suceder cualquier fenómeno natural o inducido por la mano del hombre, este sistema de trasporte no debería paralizarse, hay que estar atento y ser exigente a las nuevas realidades y retos que se nos presentan en esta sociedad inspirada hacia el Socialismo del siglo XXI.