La revolución que lidera Nicolás Maduro está en la mira de la CIA. Ya los organismos del Departamento de Estado de los Estados Unidos ya no creen en los métodos de la derecha amarilla, traidora y apátrida. Y Barack Omaba, el famoso Premio Nobel de la Paz y de la Guerra se cansó de esperar el milagro de desplazar del poder al chavismo. Se han dado cuenta que no pasó lo del viejo dicho “muerto el perro, se acabo la rabia”. Le vendieron a los gringos que con la desaparición física de Chávez, desaparecería el movimiento revolucionario que él creó y lideró hasta sus últimos días de vida.
La CIA ha decidido mandar para el carajo a Henrique Capriles y su combo. Y emplear, de ahora en adelante, sus propios métodos. Los mismos que aplicaron en Chile contra el mártir Salvador Allende. Ni siquiera piensan en los aplicados en Honduras, o en Paraguay. Nada de eso. Aquí en Venezuela vienen con todos los hierros. Ellos saben que existe un gran partido, bien organizado y que está vivo y coleando: el PSUV. Y como ñapa existen organizaciones civiles y militares, a nivel de todo el territorio, dispuestos a defender la revolución con su sangre, si fuera necesario. De eso se trata. De unidad, lucha, batalla y victoria, como nos lo recomendó el Gigante.
Pero ojo. “Camarón que se duerme se lo lleva la corriente”, reza el viejo dicho. En estos momentos es cuando más despiertos debemos estar todos los verdaderos revolucionarios. Los “Patria o muerte”. Ya que la CIA enfilará con todo sus hierros, con todos sus métodos modernos y sofisticados, para dar al traste con nuestra revolución. Entre esos métodos, que no son nuevos, por cierto, están los de las infiltraciones. Eso les dio resultados en Chile. De pronto salen los más radicales, o como se decía en la década de los 60 los “come candela”, de un lado y de otro, con discursos programados, en contra del “blandengue” Nicolás Maduro. Discursos que centrarán su veneno contra el líder. Bien sea llamándolo reformista, o bien “vende patria”. Quienes hemos leído sobre los métodos que emplea la CIA sabemos de que se trata. El plan “A” es desestabilizar el país. Atacando al líder, atacando a las empresas más importantes del Estado, como la industria eléctrica y la petrolera. Ellos saben que golpeando allí, están golpeando al corazón de Venezuela. Desprestigiando a las instituciones que conforman al Estado. El plan “B” es lograr la ingobernabilidad del país, por parte del gobierno. Así está abonado el terreno para el plan “C” que es la intervención, con sus marines, con sus botas insolentes y despreciables. Lo demás, las torturas, las desapariciones, los asesinatos, las violaciones de los derechos humanos, las cárceles, y todo lo demás, quedan a cargo de los agentes de la CIA. Esa es, compatriotas, la verdadera cara del fascismo. Ese fascismo que se instaló en el Palacio de la Moneda, en Chile, el 11 de septiembre de 1973. Hacen 40 años.
Por eso y por mucho más, los revolucionarios, los chavistas de pura cepa tenemos que estar mosca con lo que ocurre, pero más mosca con lo que pudiera pasar, con lo que se está moviendo en el fondo. Con los millones de dólares que estarían usando para comprar conciencias. Hay mucha plata para invertir en el golpe. Acuérdense del dicho “los dólares abren cualquier puerta”, por dura o complicada que sea su mecanismo. ¡Ojo, mucho ojo! Y Compremos alpargatas que lo que viene es joropo.