La sociedad contra la antisociedad

El "pan nuestro de cada día", la noticia de cada momento, el comentario generalizado en expertos y no tan expertos, en políticos y no tan políticos, en chavistas y no chavistas, es sin duda, el tema económico. La burguesía ha decidido "hacer chillar nuestra economía", prometen generar un estallido social, lo anuncian, se lo imaginan, lo sueñan, tienen orgasmos mentales con ello, pero como es su naturaleza: mezquina, envidiosa, que poco le importa la vida de los demás. Si los ponen a escoger entre desaparecer el planeta y la especie humana ó cambiar, prefieren que desaparezca el planeta y la especie humana con tal y no dejar de ser los explotadores de siempre, los prepotentes, los intolerantes, en fin, "los seres superiores", que en lo más recóndito de su alma ellos se creen de verdad.
Solo basta observar el rostro de alguno de sus voceros o voceras para darse cuenta que les producimos asco...ellos creen que viven en medio de una pesadilla y que nunca terminan de despertarse, pero lo anhelan, anhelan que sea un sueño y que algún día se despierten y los barrios de caracas y de las principales ciudades del país se alcen contra el reeeeegimen, lo derrumben y marchen "cívicamente" hacia la lagunita country club y les llamen a formar gobierno, pero deseos ni sueños empreñan. Por esa razón, por ese odio, por ese desprecio, de ellos es capaz esperarse cualquier cosa...para ellos es "normal" que le ofrezcan a los imperialistas el país todo, con tal y asesinen a los chavistas y borren de la historia al bembón de Sabanetas; ¡hay un enorme racismo!...Pero como nada es perfecto, para ellos mantener el poder, para ellos hacer más riqueza y acumularla... ¡Qué fastidio!... Necesitan de los pobres. ¡Qué contradicción nos creo dios!: odian a los pobres, los desprecian, pero necesitan de los pobres incluso para mantenerse en el poder, por ello su alternativa es manipularlo y jugar con nuestra ignorancia y credulidad.

El imperialismo, con todo y el desarrollo tecnológico, con todo y el invento de aparatos, no tan invulnerables, pero muy sofisticados, que son manejados a control remoto, no obstante necesitan del soldado, qué no es el hijo del imperialista, sino el del barrio pobre de EEUU que es necesario como "carne de cañón" para hacer la guerra. En estos países como el nuestro, los jerarcas de la oposición, ahora en manos de la rancia burguesía, necesitan de los pobres adecos y de los pobres copeyanos para que les cuiden los votos y le hagan campaña y además que voten por ellos. Eso debe exasperar a la rancia burguesía criolla que lleva adelante la guerra contra el proceso venezolano. Para dar un golpe de estado, tuvieron un batallón de generales, pero sin soldados; para ejecutar el paro-saboteo petrolero embarcaron a cerca de 20 mil pendejos que creyeron en el discurso de un grupito que hoy vive a sus anchas en Miami financiados por el imperio, los otros tontos, la mayoría, andan por allí en esas calles de dios, muchos disociados aún, pero imaginamos que en sus consciencias, luego de los latigazos de la vida, han aprendido algo, y a lo mejor ya no se creen "los magnates" que se creían a la hora de prestarse para ejecutar el saboteo contra su propia patria y el futuro de sus propios hijos y han caído en cuenta de que fueron usados como tontos útiles.

En todo momento los pobres están presentes, la burguesía sin nosotros dejaría de existir y eso les llena de odio, venganza, terror y fobia. Ahora resulta que los ideólogos imperialistas y el complejo industrial militar del capitalismo han decidido el plan COLAPSO TOTAL contra Venezuela y su revolución. Para ello han llevado a cabo una bestial guerra económica; combinan toda la maña y el aprendizaje de siglos de dominación con el conocimiento científico; en contra de nosotros los pobres está la ignorancia de muchas cosas, por la cual "nos han dominado más que por la fuerza", en palabras de Bolívar... Nos han desatado una terrible especulación, todos los demonios sueltos y según sus cálculos, en cosa de días el país estalla. Ahora bien, el comandante siempre alertaba... "esta revolución es pacífica, pero no desarmada", digo esto porque la locura burguesa, el estado de disociación puede ser tal, producto de consuetudinarias decepciones, múltiples fracasos, que el imperio y lo más rancio de la burguesía criolla esté pensando en una solución tipo Libia o Siria, es decir, cómo los capitalistas son los verdaderos antisociales del planeta, los malandros del mundo, se le ocurra a alguna de esas mentes torcidas sembrar el país de violencia utilizando la delincuencia organizada y las mafias.

Para nadie es un secreto que la droga mantiene la economía estadounidense y de muchos otros países. La droga se ha convertido en punta de lanza, ya no solo para adormecer a los pueblos, táctica efectiva por la década de los 60, ahora representa un factor de la economía sin el cual el imperialismo se verá en aprietos. Una revolución está llamada a erradicar este tipo de flagelos como la droga y el vicio en todos sus géneros, pero esto no ocurre de la noche a la mañana. La liberación de Suramérica tarde o temprano atraerá a Colombia, ciertamente allí el imperialismo hará hasta lo imposible por mantener en Colombia gobiernos afectos a su política, pero el avance de las revoluciones en esta región es inevitable, salvo que, y solo salvo que, se trunque la revolución bolivariana. En esa perspectiva, una combinación antisocial con el imperialismo en la región no es nada absurdo pensarlo. Por ello hablamos de esa lucha entre la antisociedad representada por el capitalismo y sus adláteres y la sociedad humana que aspira vivir junto a sus familiares y amigos, felices construyendo patria, generando riqueza social, mejorando cada día y logrando el buen vivir que es el objetivo de una sociedad socialista, bolivariana y cristiana.

Esta tesis hay que estudiarla con mucho detenimiento, no se trata de alarmarse, solo que nos estamos enfrentando al imperio más sanguinario de la humanidad; un imperio que deja pasmado al circo romano, un imperio que lanza a grupos criminales por el mundo con solo un objetivo: matar.

Lo irónico para esa burguesía mundial es que, con todo y el poder que tienen, con todo y la tecnología que poseen, no obstante, aún así necesitan de nosotros para poder subsistir. Allí estriba una de las más grandes fortalezas, pero a la vez, si no se tiene consciencia de ello, una terrible debilidad. Si este pueblo se convence que es capaz de llevar a feliz término esta revolución, la misma será imparable, pero si no entendemos que es menester la participación popular, con sus peculiaridades, cada quien hace lo que puede, pero si esto tiene una coordinación dentro de la lógica, el triunfo estará asegurado. En una guerra económica, la acción a tiempo de los órganos del gobierno sumado a los ciudadanos que por su propia iniciativa, no permitan que les especulen, representa una poderosa arma al lado del pueblo, y eso es una acción individual, pero que si representa una consciencia colectiva, seremos millones de ciudadanos enfrentando a unos pocos antisociales y derrotaremos la especulación. En ese sentido no solo se trata de que el pueblo se organice para una elección, aunque tampoco podemos descuidar la elección, se trata de que se organice para construir junto al gobierno, su gobierno, la sociedad humana, cristiana y bolivariana y para ello hay que derrotar las taras capitalistas que nos hace de la sociedad una antisociedad.

Hay una iniciativa muy interesante del PSUV: Los hogares de la patria, esto no se puede quedar en el ámbito electoral única y exclusivamente, un hogar de la patria es una trinchera de batalla contra el capitalismo, y si es una trinchera de batalla contra el capitalismo debe ser una trinchera de batalla contra la especulación, contra el consumo de drogas, contra el consumismo capitalista, contra la mezquindad, contra la envidia, contra la vanidad, contra la flojera, contra la indiferencia, contra el individualismo, contra la corrupción, en fin, contra todo vicio capitalista. El capitalismo es el demonio, y el pueblo sabe que: "el diablo está en todas partes"... hay que combatirlo con sinceridad, con modestia y nos toca a toda la sociedad llevar a cabo esta batalla por la vida.

Por eso hablamos de la sociedad contra la anti sociedad en esta batalla contra la economía capitalista, contra sus mecanismos perversos, contra su lógica inhumana, contra la prepotencia burguesa, que a pesar de que solo con nuestro apoyo es capaz de revertir este proceso, eso tiene que metérsele en el alma a cada venezolano y a cada venezolana, en el fondo, solo intentan utilizarnos, manipularnos para que nos opongamos al gobierno revolucionario y le quitemos su base de apoyo que somos los pobres que comenzamos en esta revolución a salir de la pobreza, eso debemos tenerlo claro, absolutamente claro. Para ello es extraordinario el haber repartido millones de constituciones ilustradas a los niños y niñas de la patria, pero esto no debe quedarse allí: organicemos talleres en cada escuela, cerciorémonos que se discuta y se debata en cada aula, estemos muy atentos que los y las docentes se incorporen conscientemente a esta batalla, pero siempre digamos que estamos en una batalla entre la sociedad que la representa nuestro proyecto socialista y la antisociedad que la representa el capitalismo.


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Luis Alberto Toro Ojeda

Publicista. Militante de izquierda. Integrante del Frente Bicentenario de Campesinos del estado Trujillo. Integrante del PSUV.

 latojeda@gmail.com      @latojeda

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