En algunas ocasiones más seguidas que extemporáneas pareciera que las mafias controlan a la República Bolivariana de Venezuela. Mucha reestructuración de las diferentes cuerpos de seguridad, vehículos, cursos, adiestramiento y hasta universidades pero seguimos en manos de los hampones.
Como explicar o entender que el narcotráfico sea capaz de introducir en un vuelo internacional con rumbo a Francia casi tonelada y media de cocaína de alta pureza y que aquí nadie se haya percatado de lo sucedido.
Cuantos aviones más de todas las líneas, banderas y nacionalidades utilizan el aeropuerto internacional más importante del país para estas actividades. La terminal aérea que lleva el nombre del más grande: Simón Bolívar, convertida en un depósito de delincuentes, una verdadera guarida, un burdel del narcotráfico y de cuantas mafias pululan en ese estratégico lugar.
Todo esto es una verdadera vergüenza nacional, allí han sido tan incapaces que ni los malhechores que trabajan en los sótanos subiendo maletas por las correas son incapaces de detenerlos por la cantidad de equipajes que a diario abren.
No hay vuelo nacional o internacional donde los maletines de los pasajeros no sean violados, saqueados y robadas sus pertenencias, hasta ropa interior usada y sudada se llevan, pero aquí no hay autoridad seria que haga algo al respecto, más bien, muchos, incluyendo los cuerpos de seguridad aparte de parecerles esto una gracia y un gran negoción, estar destacados en Maiquetía es una bendición.
Los funcionarios que allí trabajan andan negociando importantes sumas de dinero para dejar entrar al país lo que sea, mientras sus compañeros se quedan callados, quizás esperando su oportunidad, cualquier ilícito es legalizado en minutos en la moneda que sea. Esa es la diaria y nocturna obra que hacen nuestros funcionarios en Maiquetía.
Por eso no es de extrañar que estos señores se pasen la seguridad nacional del aeropuerto más importante del país por donde les dé la gana. La seguridad nacional de está nación en riesgo, por favor dense cuenta, aquí a cada rato cualquier guasón anda negociando lo que se les plaza.
El día que les dé la gana de llevarse la estatua ecuestre de El Libertador Simón Bolívar de cualquier plaza que lleve su nombre, vayan para Maiquetía esa es la tienda de la vagabundería nacional, donde todo se hace y es posible.
Entran y salen contrabandistas, narcotraficantes, terroristas, malandros, Pranes y cuanto elemento se le ocurra burlar la seguridad nacional de este país tan amenazado. Y por supuesto los del narcotráfico que están acobijados y protegidos en aquellas instalaciones no podían quedarse atrás.
Acuérdense lo que le paso al ex presidente colombiano Ernesto Samper, cuando a su avión presidencial se lo inundaron de cocaína antes de salir a New York a una Asamblea de la ONU.
Después no vayamos a llorar al valle y no precisamente al de Caracas.
