Tenía mucha razón el Comandante Supremo cuando pronunció esas conmovedoras palabras en abril de 2012. Hizo demasiado en 14 años frente a una parte del poder de este país. Dejó para que otros continuaran su tarea. Ojalá la sepan cumplir quienes tienen la gran responsabilidad de dirigir el proceso, como corresponde a un revolucionario. Por cierto, leí con interés y detenimiento el artículo publicado en Aporrea y escrito por Efraín José Granadillo: “Sera qué ahora sí cerraran a Aporrea”. Efraín hace señalamientos con los cuales me solidarizo totalmente. Sobre todo que en estos momentos es cuando la revolución requiere de medios: televisión, radio tradicional y la radio popular o del pueblo, o medios alternativos. Como se quiera llamar, pero la revolución está en peligro y requiere de todas las herramientas habidas y por haber. Pero los medios son fundamentales en esta coyuntura. Medios al servicio de la revolución y programas de opinión que denuncien a la canalla, que digan la verdad, que golpeen al enemigo. No es hora de blandenguerías. Es la hora de las grandes decisiones y de tener bien puestas aquellas.
“Radio Rebelde” jugó un rol importantísimo en la revolución cubana. Era el vocero de los líderes guerrilleros. Desde allí se divulgaba la voz rebelde i encendida de Fidel Castro, dirigida a su pueblo, pero también al resto del mundo, donde tenía alcance. Desde las montañas de la Sierra Maestra lanzaba su mensaje revolucionario, verdaderamente revolucionario, al pueblo cubano y al resto del mundo.
En Venezuela nos encontramos, quiérase aceptar o no, en una guerra de palabras, por la televisión y la radio. En una guerra de desgaste. En una guerra abierta con la derecha apátrida e internacional. En una guerra económica, que busca desestabilizar al país, y poner a los venezolanos en contra del gobierno. Y una guerra silenciosa. Esa es la verdaderamente peligrosa. En silencio, el Departamento de Estado, a través del Pentágono, está trabajando aceleradamente con todos sus hierros, con toda su experiencia acumulada, a través de la historia, en eso de dar golpes de Estado. Y para eso cuentan con los serviles, los lacayos y apátridas nacionales, y con la burguesía rastrera venezolana.
Contamos con un periódico digital espectacular, como Aporrea. Allí a diario se exponen los peligros que corre la revolución. Pero un solo palo no hace montaña, reza el viejo dicho. Necesitamos que desde el gobierno se estructure una política (con urgencia) comunicacional donde no se excluya a ningún medio, ni a ningún programa de opinión. Todo lo contrario. Esa política tiene que aglutinar a todos los medios que están con la revolución, a todas las voces rebeldes que como la de Mario Silva, hacen faltan, hoy más que nunca. Hugo Chávez, siempre se quejó de la política comunicacional de su gobierno. Lo decía en su programa “!Aló Presidente!”, y en varias ocasiones repetía lo mismo. Por eso estoy de acuerdo con los planteamientos de Granadillo.
Ojalá surja una “RADIO REBELDE”, aquí en Venezuela, jugaría un gran papel en estos momentos cruciales para la revolución y para la preservación del legado del Gigante Hugo Chávez, quien sentía predilección por los medios y las voces rebeldes que salían al aire por el canal 8 y por las emisoras del Estado. El país chavista, el proceso revolucionario, aún en embrión, requiere con urgencia una “RADIO REBELDE”, que divulgue el mensaje de Maduro a los cuatro costados del territorio, y más allá de sus fronteras. Y Termino este artículo con unas palabras conmovedoras que pronunció el Gigante Chávez el abril de 2012: “DAME TU CORONA CRISTO, DÁMELA QUE YO SANGRO. DAME TU CRUZ, 100 CRUCES QUE YO LAS LLEVO, PERO DAME VIDA PORQUE TODAVÍA ME QUEDAN COSAS POR HACER POR ESTE PUEBLO, POR ESTA PATRIA. NO ME LLEVES TODAVÍA”. Y tenía razón, se fue sin terminar su obra. El momento que vivimos no es para dormirse a contar los pajaritos, necesitamos lo que él nos indicó: ¡Unidad, Unidad, Unidad. Lucha, batalla y victoria! Veremos.
¡Chávez vive, la Patria sigue!
