La irresponsable y cínica dirigencia opositora y sus medios de desinformación han tratado de confundir al pueblo venezolano sobre la necesidad de una Ley Habilitante que de manera urgente y pertinente ha solicitado el Presidente Nicolás Maduro. En esta oportunidad, para atacar a fondo el flagelo de la corrupción y la guerra económica.
De acuerdo al art. 203 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela: “Son leyes habilitantes las sancionadas por la Asamblea Nacional por las tres quintas partes de sus integrantes, a fin de establecer las directrices, propósitos y marco de las materias que se delegan al Presidente o Presidenta de la República con rango y valor de Ley. Las leyes habilitantes deben fijar plazo para su ejercicio”. Como puede verse está ajustada a derecho la solicitud del Presidente Nicolás Maduro.
Debemos precisar que entre los beneficios de la Ley Habilitante está el hecho de simplificar los trámites administrativos y da respuesta oportuna y eficaz a los ciudadanos afectados por la burocracia y las desviaciones públicas. Habría que recordar que durante la IV República los presidentes también hicieron uso de esta prerrogativa legal, pero con una diferencia. Lo hicieron para complacer a los grupos económicos del país, perjudicando al pueblo trabajador.
Es el caso del presidente Rómulo Betancourt (1961), quien se valió de una habilitante para rebajarles los sueldos y salarios a los trabajadores en un 10%. Igual hizo Carlos Andrés Pérez para endeudar a la nación y privatizar importantes empresas del Estado. De esta manera CAP cumplía cabalmente las órdenes del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Al Presidente Hugo Chávez se le otorgó poderes especiales en cuatro oportunidades, dictando decretos-leyes sobre diversos temas, entre ellos Petróleo, Pesca, Minería, Vivienda. A diferencia de la IV República, el presidente Chávez lo hizo para favorecer a los trabajadores y garantizar la plena soberanía nacional. Con la Habilitante del Comandante nació por ejemplo la Gran Misión Vivienda Venezuela, que en apenas 30 meses ha construido casi 500 mil viviendas con la participación activa del poder popular. La renta petrolera para beneficiar a los eternos excluidos.
Es bueno recordar que siempre que la Revolución ha solicitado una ley habilitante, los grupos de poder satanizan tal solicitud y desatan toda su furia mediática. Es tanto así que en el año 2001-2002, se declararon en rebeldía y hasta dieron un golpe de estado cuando vieron que Chávez iba con todo con la Habilitante. Sería bueno preguntarse, ¿Por qué la burguesía y sus partidos políticos le temen tanto a la habilitante solicitada por el Presidente Maduro? La burguesía parasitaria esta clara que Maduro va a fondo en la lucha contra la corrupción y la guerra económica. Y como ellos están involucrados hasta los tuétanos en hechos de corrupción y en el acaparamiento de muchos artículos de primera necesidad, es lógico pensar que se opongan frenéticamente a cualquier ley que vaya a golpear sus intereses. Para nadie es un secreto que esta oposición (MUD) es financiada desde el norte y por los grupos de poder en nuestro país (cúpula de Fedecámaras, Consecomercio).
Recordemos que más de un centenar de opositores, entre ellos ex gobernadores, banqueros, alcaldes, políticos ladrones de la llamada MUD son prófugos de la justicia venezolana. El mismo partido Primero Justicia nació en medio de la charca de la corrupción en la vieja Pdvsa. Fíjense el sonado caso del llamado “zar de las finanzas amarillas”, el señor Oscar López Colina, quien despilfarró al frente de la secretaría de Gobierno de Miranda, la cantidad de 273 millones de bolívares (43 mil 333 dólares). Este pelucón, con la complicidad del fascista Capriles Radonski huyó del país.
Así actúan los picaros y cobardes de la burguesía venezolana. La oposición ha tratado de banalizar la solicitud del presidente Maduro, señalando que: “ya existen los instrumentos jurídicos para combatir la corrupción”. Esto es una sentencia simplista, ya que LA CORRUPCION ES UN MONSTRUO DE MIL CABEZAS, que se la ingenia de infinitas maneras para esconder sus fechorías y desmanes. Por lo tanto debe existir un cuerpo de leyes que sancione de manera ejemplarizante y contundente todo desafuero público o privado. Es un flagelo complejo, que podemos encontrarlo tanto en las filas opositoras como en la militancia que se dice “revolucionaria”.
La solidaridad automática debe quedar a un lado. Y el gobierno Bolivariano ha dado el ejemplo, con la aplicación de la justicia en los casos del SENIAT, Alcaldía de Valencia, Air France, Ferrominera, Gobernador de Guárico, entre otros. De manera tal que no hay tregua ni pacto alguno con la corrupción.
Fue el mandato de Hugo Chávez. De allí que el camarada Diosdado Cabello haya dicho de manera categórica que no se aceptará chantaje ni presión de nadie, mucho menos de la burguesía parasitaria que tiene que rendir cuenta a la justicia venezolana. MANO DE HIERRO a los corruptos, acaparadores y saqueadores ha dicho con fuerza el camarada Maduro. La inmensa mayoría del pueblo venezolano apoya la petición de ley habilitante.
En los próximos días la Asamblea Nacional debe aprobar esta nueva ley habilitante, que redundará en la búsqueda de nuevos paradigmas basados en la decencia y en la ética socialista, el sueño del líder supremo Hugo Chávez. No hay lugar para los timoratos y claudicantes. Hay que dar un paso al frente con el presidente obrero Nicolás Maduro.
¡CHÁVEZ VIVE….. LA PATRIA SIGUE!