Integración: solidaridad económica

Los nuevos esquemas de integración propuestos desde la revolución bolivariana de Venezuela, permiten una nueva fórmula de financiamiento internacional. Esta vez el desarrollo no estará sujeto a los acostumbrados anuncios de formulas neoliberales, sin duda el valor de las nuevas monedas sociales estarán inspiradas dentro de una nueva alternativa complementaria, entre los países que obtendrán parte de sus ventajas comparativas y competitivas apostando hacia el sistema ganar—ganar.

Los primeros que han sido llamados a esta mesa del desarrollo es el Alba-Tcp, (Alternativa Bolivariana para nuestra América, Tratado de comercio de los pueblos) siguen en la presentación PetroAmérica, y a partir de allí se desprendieron en los principalísimos puestos: Petrocaribe, El Sucre, Mercosur, los Gasoductos Abreu de lima (Brasil), Antonio Ricaurte (Colombia) y las refinerías Camilo Cienfuegos en Matanzas (Cuba), Montego Bay (Jamaica) y la de República Dominicana. Venezuela se abre en los nuevos esquemas de integración.

Estos caminos integracionistas hacia lo subregional, llevaron a inicios de los días de diciembre del 2011 en el desarrollo de la III Cumbre de América Latina y el Caribe (Calc) celebrada en la capital venezolana, Caracas, en intervención directa del entonces presidente Hugo Chávez, hacia la propuesta y creación de un área económica, complementariedad económica, un fondo, un Banco del gran proyecto nacido en junio de 2005 y conocido por todos a estas alturas con el código de Banco de Petrocaribe.

Esta nueva iniciativa fue un enchape grande, sucedió ante mandatarios y representantes de 33 naciones que se atrevieron a soñar, fundando la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). Una iniciativa mundialmente inmensa.

Posteriormente la entronización de cambios llegó hasta los jefes de Estado y representantes de 18 naciones miembros plenos de Petrocaribe, abriendo participaron a cuatro primeros ministros de las Islas del Caribe Oriental. Este mecanismo permitió un ahorro de 2.730 millones de dólares para sus países, y eso es economía socialista y bolivariana.

La creación del Banco de Petrocaribe, como una verdadera entidad financiera, surge para avanzar más allá del petróleo, exactamente hacia el área de complementación económica. Comercialmente y a la vista de todos es un fondo, un Banco, pero sementado en las bases y principios ya desarrollados desde Petrocaribe. Será el crecimiento de los nuevos espacios, crecientes frente a las grandes oportunidades de una cooperación para la integración y defensa de las regiones más desprotegidas.


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Miguel Jaimes

Politólogo. Magister scientiae en ciencias políticas. Doctor en ciencias gerenciales. Posdoctor ontoepistemología en geopolítica de las energías. Cursando doctorado en letras. Cursando Posdoctorado en literatura del petróleo en Venezuela. Libros: El oculto poder petrolero, apertura petrolera, poder de PDVSA vs. poder del estado. Petrocaribe la geogerencia petrolera. Primera edición. Petrocaribe la geogerencia petrolera. Segunda edición. Director del diplomado internacional en geopolítica del petróleo, gas, petroquímica y energías – Venezuela. Director de la web https://www.geopoliticapetrolera.com

 venezuela01@gmail.com      @migueljaimes2

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