Las medidas administrativas tomadas por el gobierno del Presidente Maduro no sólo son acertadas y pertinentes, sino, eran una deuda pendiente desde el Estado para con la especulación y el acaparamiento. El fenómeno del remarcaje de precios, y la utilización de dólares preferenciales para la compra de productos que posteriormente se fijaban con precios basados en el dólar paralelo, era una práctica cotidiana que durante el último año se había naturalizado, haciendo inaccesible la adquisición de productos electrodomésticos, donde nuestra dependencia tecnológica es casi infinita.
Sin embargo seguimos viviendo el mismo problema de fondo, y después de la resaca de poder comprar los electrodomésticos a precios justos, el asunto es qué vamos a hacer con esos televisores de infinitas pulgadas y de "X" Ds, de marcas trasnacionales muy afamadas. Seguiremos alimentando la alienación comunicacional para garantizar que nuestro pueblo siga viendo el Miss Venezuela o el Miss Universo, o sigan viendo Fox News, o las novelas de Venevisión y Televen, o una VTV donde la crítica y las denuncias de los trabajadores, organizaciones sociales, etc., no tienen cabida (tal como lo reclamó el Presidente Chávez en "El Golpe de Timón), todos reproductores de modelos sociales clasistas y denigrantes de nuestra estética común e inoculadora de valores antisociales, consumistas, competitivos o complacientes.
Lo que lamento de esta muy positiva medida, es evidenciar que los venezolanos somos capaces de hacer infinitas colas por el consumismo, cuando esta acción gubernamental si se hiciera de manera permanente, lograría no sólo amainar la furia capitalista desatada por la adquisición de bienes electrodomésticos, sino, que permitiría iniciar una verdadera revolución del consumo, donde podamos entender, deconstruir y modificar los patrones capitalistas y empezar a formar nuevos patrones de consumo socialistas basados en la satisfacción de las necesidades reales, con calidad, y de impacto favorable para nuestros cuerpos, nuestra sociedad y nuestro medio ambiente y no basados en el hedonismo, la banalidad, la apariencia y el fetiche de la posesión obsesiva y acumuladora. ¿Dónde están los militantes revolucionarios que deberían en esas colas entregar volantes contra el consumismo y a favor de un proceso revolucionario socialista?
La lucha contra el capitalismo explotador y especulador se labra con la generación de conciencia del pueblo. Debemos estar de acuerdo con las medidas de cárcel y castigo a todos aquellos que miserablemente se aprovechan del pueblo, pero también debe sancionarse a los funcionarios públicos que sabiendo que esto pasaba desde hace mucho tiempo, seguían permitiendo que sucediera. Pero lo más importante es que la medida no termine siendo un efecto boomerang, para que al final de la jornada de un pueblo "arrecho" por tanta especulación, y unos funcionarios ineptos que no se ocuparon desde un principio de su trabajo, termine aplaudiendo, celebrando y mandando mensajes por la "victoria" de Venezuela en el Miss Universo, porque además como es "chavista" esa sí es una "mujer guerrera, combativa y revolucionaria".
