La importancia histórica de derrotar a la oposición apátrida el próximo 8D

Nuevamente la Revolución Bolivariana enfrenta una nueva coyuntura electoral, que tiene repercusiones históricas y políticas más allá del evento eleccionario en sí. Se trata de unas elecciones municipales donde se escogerán más de 330 alcaldes o alcadesas y varios cientos de concejales y concejalas, son elecciones locales que no inciden directamente en la permanencia de las autoridades electas democráticamente a nivel estadal y nacional.

Sin embargo, de los resultados de estas elecciones depende entrar o no en una nueva coyuntura política signada por mayores niveles de estabilidad política y consolidación hegemónica del Gobierno Bolivariano de Nicolás Maduro Moros. La oposición pro-imperialista lo ha entendido así, y por eso expresa que las próximas elecciones del 8D son un plebiscito nacional para determinar que factor político expresa la voluntad mayoritaria en todo el país. Si bien es cierto esto no es admisible en términos jurídicos, si lo es en términos políticos, he ahí la importancia fundamental y estratégica de las próximas elecciones municipales.

Es por ello, que siendo importante ganar la amplia mayoría de las alcaldías y concejalías, es muy importante ganar la mayoría de los votos a nivel nacional. Es cierto que el Gobierno Nacional no se está midiendo con la Oposición; es cierto que las elecciones municipales no son iguales a unas elecciones presidenciales, son eventos electorales con peculiaridades diferentes, empero, mediáticamente, para la opinión pública nacional e internacional, constituirá una medición de fuerzas que se disputan el poder y la hegemonía en el país.

Si la oposición llegase a ganar la mayoría de los votos a nivel nacional o la mayoría de las alcaldías del país, tengan la seguridad que esta oposición apátrida profundizará su agenda insurreccional de cara al derrocamiento del gobierno o a su derrota definitiva en un referéndum revocatorio. Si la oposición constata que la guerra económica le funcionó, la profundizará; si la derecha entiende que su política de sabotajes permanentes tiene resultados provechosos, los ejecutará cada vez más de forma sistemática. Por tanto, más que una victoria electoral, una victoria política de la derecha fascista el próximo 8D implicará una dinámica de desestabilización cuyas consecuencias son impredecibles.

Por esta razón, cobra importancia suprema la línea táctica que nos dio el Comandante Chávez el pasado 8 de diciembre de 2012, para este difícil escenario político en el cual estamos inmersos: unidad de las fuerzas patrióticas, unidad de las fuerzas revolucionarias… Unidad, Lucha, Batalla y Victoria. El pueblo venezolano consciente y organizado debe votar disciplinadamente por todas las candidaturas del PSUV y el Gran Polo Patriótico a las alcaldías y concejos municipales. El pueblo bolivariano y chavista debe salir masivamente a votar el próximo 8D, reduciendo la abstención al mínimo.

No es momento para infantilismos, para contradicciones subalternas y secundarias, para mezquindades y enanismos políticos, que cesen las candidaturas paralelas, las zancadillas y los sabotajes encubiertos, el momento es para defender la Patria y la estabilidad política del Gobierno Bolivariano, condición necesaria para profundizar la Revolución, la Independencia Nacional y proseguir la Construcción del Socialismo.

El próximo 8 de diciembre, para continuar afianzando el legado de Chávez, todas y todos votamos por los candidatos del PSUV y el GPP.

El presidente Nicolás Maduro Moros es garantía de Revolución…


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