"La ambición hace al ladrón y la justicia lo ahorca"
Maquiavelo
La solicitud hecha por el Presidente Maduro, de una Ley Habilitante, pretende resumidamente, una base legal: 1) Transformar el modelo económico venezolano y 2) El desarrollo de una nueva ética política.
Por contraste y en paralelo se anuncia que, en pocas semanas, se instalará un nuevo sistema de otorgamiento de divisas, complementario a los dos ya existentes. Pareciera que el gobierno, es acosado por las maniobras de la burguesía parasitaria y presionado por la alta burocracia estatal para este tipo de salidas. El peligro acecha, y no se es capaz, de no caer en contradicciones.
En ambos temas, se deben eliminar las condiciones objetivas que permiten que la terrible corrupción sea percibida como normal.
Sobre el Modelo Productivo
Actualmente, la economía venezolana sufre afectaciones que no obedecen al funcionamiento estructural del capital y sus consecuentes crisis reales. Más bien tiene, algunos componentes ilegítimos y una clara intención política para mantenernos frenados en el desarrollo y parar cualquier curso de cambio hacia el Socialismo.
Dentro de estos componentes ilegítimos, vale mencionar que, a lo largo de estos 14 años se estructuró alrededor del gobierno bolivariano por acción propia o por omisión -incluso complicidad- una red mafiosa de funcionarios burócratas, banqueros voraces, empresarios apátridas y dirigentes políticos corruptos de todos los colores y en todos los niveles del poder, con la sola intención de saquear las arcas nacionales o regionales. Todo esto, bajo el manto de una vacía retórica "socialista" que hace dudar del ansiado desarrollo diversificado.
No obstante, se debe aceptar que el Gobierno Bolivariano ha invertido más del 60% del presupuesto nacional a lo social, lo que ha reducido en parte, como lo reconocen organismo internacionales (CEPAL-FAO-PNUD) la brecha grosera de desigualdades sociales acumuladas desde siempre en el país.
Repito, el desequilibrio de la economía venezolana, es muy peculiar: los precios del petróleo, con la excepción de la caída por la huelga petrolera (diciembre 2002 a mayo 2003) y la otra provocada por la recesión mundial (2009 y el primer semestre de 2010) ha registrado importantes incrementos. Incluso se ha cotizado en los últimos años por encima de los 100 $/barril. Por lo tanto, no se explica, el precio de la moneda nacional ni sus devaluaciones.
De hecho, el Producto Interno Bruto (PIB) para el año 1998 era de poco más de 90 mil millones de dólares. Y este indicador ha venido sostenidamente creciendo, más allá de los retrocesos puntuales de las coyunturas señaladas hasta ubicarse en 382.4 millardos de dólares estadounidenses, hecho que reporta la Cepal para Venezuela, en el año 2012. Podría decirse que ha habido un crecimiento sostenido de la economía venezolana muy superior al de otras economías de la región (Chile y Colombia).
En síntesis, Venezuela pareciera contar con reservas suficientes e ingresos de divisas. De acuerdo a esto, no se explica como economías, con muchísimos menos recursos, tengan monedas nacionales mucho más sólidas.
Entonces ¿por qué la revolución bolivariana no ha sido capaz de controlar, desde su inicio en 1983, el espiral de inestabilidad y los desmanes que genera la circulación del ilegal dólar paralelo?
Entre muchas otras cosas, porque CADIVI es actualmente, un mecanismo inefectivo, aunque cumplió una etapa muy importante para frenar la masiva fuga de capitales durante el golpe de Estado del 2002 y el saboteo petrolero del 2003. Pero ya es, en extremo burocrático, para controlar las vagabunderías generadas alrededor de la divisa extranjera (empresas de maletín, entre otras).
También demostró su ineficacia el SITME, desaparecido instrumento para el otorgamiento de divisas con solo tener una cuenta en dólares y un sencillo tramite bancario, eso si, muchas empresas de maletín (se fugaron alrededor de 20 millones de $ por esta vía y no se conocen los beneficiarios ).
Algo parecido ocurre con el SICAD, mecanismo con mayores tramites o controles que permite a los Empresarios importar bienes o mercancías con dólares de las subastas a 11 o 13 Bs. provenientes de PDVSA. Vale decir, que se desconoce como se establece el precio de la subasta. Además, los empresarios posteriormente fijan los precios de los bienes o mercancías como si hubieran comprado al precio del dólar paralelo. (Mención aparte merece el desaparecido y fracasado "Dólar Permuta", que también hizo su aporte al desastroso tema cambiario).
Con el mayor rigor autocrítico, el Estado Bolivariano no ha podido impedir que la importación se concentre en pocas manos. El gobierno no demuestra la eficiencia necesaria para cerrar los "caminos verdes" a quienes viven, entre comillas, de la apropiación de dólares baratos con un margen de maniobra ancho para ejercer la especulación comercial y perpetrar la reventa cotidiana de divisas (mercado negro).
De acuerdo con informes de la CEPAL organismo dependiente de la ONU, desde el año 2004 hasta el año 2012, de Venezuela han salido capitales por valor de 215 mil millones de dólares estadounidenses. Aunque a decir de, Roland Denis, la cosa alcanza como los 500 mil millones dólares…
Los empresarios, la clase capitalista, los que tienen y los que buscan tener más, en alianza con los sectores de la burocracia roja -boliburguesía- han orquestado un despiadado ataque contra la moneda nacional burlando los controles, sino todos, buena parte de ellos. Hecho que ha llevado el dólar, en apenas 21 meses, a la mayor alza histórica, de Bs. 9,43 a Bs. 42,90 (+355%, 4,5 veces). Esto ha creado en la población una percepción catastrófica de la economía venezolana, generando toda clase de desórdenes (acaparamiento, desabastecimiento, especulación, ventas ilegales, contrabando, colas y muchas arrecheras).
La Venezuela potencia es radicalmente antagónica con la expansión del consumismo, en función de los intereses de la "Burguesía Parasitaria". "Necesario es, pensar la economía al servicio de los humildes, los desposeídos y los explotados" (Marea Socialista).
En resumen: La correcta utilización de los recursos patrios, es responsabilidad directa de la revolución bolivariana. Subsecuentemente también, es obligación de un nuevo diseño productivo que desarrolle las potencialidades del país. Es urgente lograr una auténtica revolución socialista, donde las fuerzas productivas estén en manos de los reales productores de la riqueza nacional: el pueblo venezolano.
Sobre La Nueva Ética Política
¿Cuáles son las bases de una nueva ética política y cómo construirla?
La nueva ética política, implica una nueva subjetividad -otra forma de ser- unida indisolublemente a los intereses colectivos. Una cuestión fundamental está en el cambio a fondo de las relaciones de poder a partir de: ¿Quién tiene el poder? ¿Quién lo ejerce?
Otra cuestión esencial sería, el ejemplo que deben dar quienes estén en responsabilidades de gobierno. Hay que abolir la ostentosa y derrochadora vida que evidencian, cotidianamente casi todos, y sobre todo los de alto rango sin qué se escapen los de menor jerarquía. Hay que ir a una profunda transformación de todas las instituciones del Estado. La quiebra de la moralidad política, en el proceso bolivariano, es una verdadera tragedia que urge su combate efectivo.
De modo pues, que se hace imperativo desmontar la cultura -hábitos y costumbres- de la riqueza fácil que heredamos de aquella época, en que la renta petrolera era presa fácil de una clase que se la apropiaba y dejaba caer las migajas al pueblo pobre. No será posible fundar una nueva sociedad sin asentar la vida en nuevos valores y nueva Ética Política. Cosa nada fácil, pero es el camino…
Buena cantidad de venezolanos se acostumbraron a vivir, no del trabajo honesto sino de la picardía y del aprovechamiento del despilfarro de quienes, desde el gobierno, democratizaron las trampas y el negocio sucio como forma de sostenerse en el poder.
Las revoluciones se hacen para abolir privilegios. Es preciso dirigir una guerra social contra esa clase dirigente "boliburguesa". Es un contrasentido de una revolución propiciar la consolidación de un nuevo sector privilegiado, de una nueva élite económica a través de la política. La política no es para eso, es para servir al pueblo y sobre todo, al pueblo pobre.
El que busca satisfacer intereses personales o de secta en las instituciones del Estado, no debe tener cabida en ningún espacio de la revolución bolivariana. Estas burocracias son las culpables que se haya perdido en los pueblos buena parte de su esperanza en la revolución bolivariana, así cómo tambien, su entusiasmo para participar en su organización.
Sólo con la participación protagónica y decisiva del pueblo soberano será posible ejercer la rigurosa contraloría social sobre el comportamiento de funcionarios e instituciones. Asimismo, ejercer la denuncia oportuna y responsable.
¿Cómo salir de los ineficientes que nos gobiernan y no caer en quienes nos gobernaron?
Esta pregunta corresponde, a un período de consolidación de una verdadera independencia y desarrollo económico por la vía de una construcción socialista. Y aquí no habrá socialismo, si la burguesía sigue disfrutando de los privilegios que se oponen a los derechos de las mayorías. Privilegios, flagrantemente incompatibles, con una dinámica socialista.
El camino socialista es el único que puede dejar en el pasado la miseria material y espiritual, donde la corrupción sea un crimen contra la humanidad. Así mismo, la sociedad socialista, es la que puede sustituir las necesidades generadoras de dominación: esa de vencer al hombre consumidor, esa de derrotar a la valorización por la capacidad de consumir, o mejor, de derrochar o tener.
El gran objetivo, es crear la Venezuela Potencia mediante la diversificación económica e industrial con productividad y soberanía alimentaria, partiendo de una real participación de la Economía Social con lógicas que sean determinadas por los propios trabajadores. Es decir, la liberación de las fuerzas productivas y que estás, descansen en el esfuerzo colectivo del país… La responsabilidad es grande e ineludible.
La revolución se depura como alternativa o se devora en sí misma.