En general los precios de los servicios técnicos y profesionales, el transporte, buses, camioneticas, taxis, mototaxis y afines, servicios de encomiendas, cine, servicios mediáticos, herreros, plomeros, albañiles, etc., cogen cola con las alzas especulativas de precio inducidas por los centros fabriles y comerciales. Todos los precios de esos servicios también han subido escandalosamente.
¿Cómo lograr la rebaja de los honorarios médicos de clínicas privadas, por ejemplo, o el de los taxistas, el precio de las encomiendas?
La experiencia de los mercados burgueses ha inspirado un principio conocido como la histéresis de los costos, según el cual los precios altos que se instalen durante cierto tiempo en el mercado tienden a permanecer constantes en el mejor de los casos y en perjuicio de los clientes involucrados.
De allí la importancia de la flamante ley habilitante que debe tener en consideración especial este peligroso y perverso principio que sólo ha buscado elevar las ganancias a futuro de los comerciantes en general.
Sin ir muy lejos, los elevados precios de las épocas navideñas llegan cada año para no devolverse. Así operan el fabricante y las cadenas de intermediarios, mientras los trabajadores sólo ven mejorados sus ingresos de año en año, de contrato colectivo en c. colectivo.
Estamos, pues, ante una situación de especulación refleja a que también se sujeta al principio de la histéresis de los costes, y especulación que asumen ciertos prestadores de servicios con miras a proteger su poder adquisitivo cuando les toque fungir de consumidores. Esta histéresis cobra relevancia en ese personal de libre ejercicio, los técnicos y profesionales.