Fracasos en la reducción del hambre

Solo 38 países han alcanzado la meta de reducir el hambre a la mitad para el año 2015, de los cuales 12 países son de América Latina y el Caribe. Entre esos países están Venezuela, Cuba, Brasil, Chile, Honduras, Guyana, Nicaragua, Panamá, Perú, Republica Dominicana, San Vicente y las granadinas y Uruguay y fueron premiados por la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

La FAO, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y a la Organización Asistencial Alimentaria (PMA) han solicitado a todos los países "hacer esfuerzos adicionales sustanciales e inmediatos" para cumplir con las metas de los Objetivos del Milenio. "Con un último esfuerzo en los próximos dos años, se podrían llegar a la meta de los ODM a otros países", escriben los jefes de la FAO, el FIDA y el PMA -José Graziano da Silva, Kanayo F. Nwanze y Ertharin Cousin- en el prefacio del informe 2013. Piden las intervenciones de los Estados centradas en la nutrición en los sistemas agrícolas y alimentarios en su conjunto, así como en sanidad pública y educación especialmente para las mujeres.

"Las políticas encaminadas a aumentar la productividad agrícola y la disponibilidad de alimentos, sobre todo cuando se dirigen a los pequeños campesinos, pueden lograr mitigar el hambre aun cuando exista una pobreza generalizada. Cuando se combinan con la protección social y otras medidas para incrementar los ingresos de las familias pobres, pueden tener un efecto aún más positivo y estimular el desarrollo rural, mediante la creación de mercados dinámicos y oportunidades de empleo, lo que resulta en un crecimiento económico equitativo", dicen los jefes de los organismos de la ONU.

El informe subraya que el crecimiento económico es la clave para el progreso en la reducción del hambre. Pero el crecimiento no puede llevar a más y mejores empleos e ingresos para todos, a menos que las políticas se dirijan específicamente a los pobres, especialmente en las zonas rurales. "En los países pobres, la reducción del hambre y de la pobreza sólo se logrará con un crecimiento que no sólo sea sostenido, sino que también sea ampliamente compartido".El informe sobre el hambre de la ONU no sólo mide el hambre crónica, sino que presenta un nuevo conjunto de indicadores para todos los países para captar las múltiples dimensiones de la inseguridad alimentaria. En algunos países, por ejemplo, la prevalencia del hambre puede ser baja, mientras que al mismo tiempo las tasas de subalimentación pueden ser muy altas, como lo demuestra la proporción de niños con retraso del crecimiento (estatura baja para la edad) o con falta de peso, cuya salud y desarrollo futuros se ponen en riesgo.

Estas distinciones son importantes para mejorar la eficacia de las medidas para reducir el hambre y la inseguridad alimentaria en todas sus dimensiones. Las conclusiones y recomendaciones del Estado de la Inseguridad Alimentaria en el mundo 2013 (SOFI por sus siglas en ingles). Para este escribidor la situación de la pobreza mundial es crítica, aunque el informe del SOFI 2012 intenta dar una visión optimista. En los países desarrollados como los Estados Unidos, en vez de reducir el hambre, ésta ha aumentado alcanzando en el año 2012 a 42 millones de personas pobres y ha crecido el desempleo y sus ciudadanos no tienen servicios de educación y salud gratuita. Lo que demuestra la crisis del sistema capitalista global. Otra muestra de la misma crisis económica es la grave situación de los países de la Comunidad Europea.

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German Saltrón Negretti

Defensor de los Derechos Humanos.

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