La democracia en Venezuela

Hoy cuando estamos a las puertas de un nuevo proceso electoral, sectores fascistas de la oposición se proponen a sembrar terror en el seno de las fuerzas revolucionarias y el pueblo para paralizarlos en su momento de auge y ofensiva.

Recordemos que recientemente grupos anárquicos de la oposición se apartaron del camino democrático, participando en paros, huelgas, guarimbas y golpes militares; tratando de desconocer la voluntad popular expresada en las urnas electorales a través del voto. No es descartable que vuelvan a proceder de la misma manera si el voto popular le es adverso. Por lo tanto debemos permanecer alerta y recordarles que esta es una revolución pacífica pero no desarmada. Les aconsejamos que deben retomar el hilo democrático.

La democracia implica la participación de las mayorías. La democracia es el gobierno en que el pueblo ejerce la soberanía eligiendo a sus dirigentes.

La base del sistema democrático consiste en la participación de los ciudadanos en la formación del gobierno, mediante elecciones y la libre actuación de los partidos políticos.

En la democracia se respeta la decisión de las mayorías. Regla fundamental de la misma.

A la muerte de Gómez se inicia una intensa actividad política e ideológica que se manifiesta en la formación de los partidos de la época contemporánea. Los núcleos principales de esos partidos surgieron en el exilio, dentro de los grupos de desterrados por la dictadura.

La férrea mano del gomecismo impedía, en el interior de Venezuela, la más pe­queña manifestación política revolucionaria; pero en el exterior se respiraban, cada vez más, los aires del cambio revolucionario que comenzaba a extenderse por el mundo, al influjo de la revolución rusa. En 1927, un grupo de exilados venezolanos, entre ellos Gustavo Machado, Eduardo Machado y Salvador de La Plaza, fundaron en México el primer partido marxista, con el nombre de Partido Revolucionario Venezolano (PRV).

 

Con el PRV aparece una nueva estrategia de lucha política, basada en la organi­zación de un partido moderno, doctrinario, que plantea en sus propósitos nuevas formas de lucha contra el imperialismo. En 1931, los hermanos Aurelio y Mariano Fortoul, junto con Pío Tamayo, Juan Bautista Fuenmayor, Rodolfo Quintero y otros revolucionarios, fun­daron las primeras células del Partido Comunista de Venezuela.

En 1936 se fundó el Partido Democrático Nacional (PDN), que logró agrupar a todos los partidos de izquierda de la época.

Para el PDN, la meta de sus luchas era la constitución de un régimen político «propicio al libre desarrollo de todas las actividades económicas», es decir, de una sociedad capitalista liberal, lo que constituía un avanzado ideal para la atrasada Vene­zuela de entonces. El PDN subsistió hasta 1941, año en que desapareció para dar paso a "Acción Democrática", que se definió como partido policlasista, llamando a sus filas «a todos los hombres y mujeres demócratas de Venezuela, de todas las clases sociales».

Mientras se desarrollan estas dos tendencias ideológicas durante el gobierno de Medi­na Angarita, fue fundado el Partido Democrático Venezolano (PDV).

A la caída de Medina Angarita se desintegró el PDV y surgieron dos nuevos partidos políticos: "Unión Republicana Democrática" (URD) y el "Comité de Organización Política Electoral Independiente" (COPEI).

Con el derrocamiento del presidente Rómulo Gallegos y el ascenso de la Junta Militar en 1948, desaparecen las libertades públicas y son ilegalizados Acción Democrática (1948) y el Partido Comunista (1950), que pasan a la clandestinidad. La década 1948-1958 es un período de retroceso ideológico.

A la caída de Pérez Jiménez el 23 de enero de 1958, se inicia un nuevo periodo en el cual los partidos políticos venezolanos se ubican en algunas de las tres grandes corrientes ideológicas del mundo contemporáneo: el marxismo, la social-democracia y el social-cristianismo. La base ideológica de cada uno de ellos se expresa en sus respectivos programas y sus principios fundamentales son difundidos con intención proselitista, particu­larmente durante los procesos electorales nacionales.

La caída de la dictadura de Pérez Jiménez marcó el comienzo de uno de los períodos más interesantes de la his­toria contemporánea de Venezuela. Después del 23 de enero de 1958 asumió el poder la Junta de Gobierno, que dirigió el proceso político del país hacia el establecimiento de un régimen constitucional.

rauljoseramirez@hotmail.com



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Raúl Ramírez

Abogado, profesor y escritor. Ex-guerrillero.

 rauljoseramirez@hotmail.com

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