El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, en declaraciones el día martes 26 de noviembre, dijo que a partir del 9 de diciembre llamaría a un diálogo nacional. ¿Eso es posible? Es posible entre algunos sectores empresariales, y entre algunos partidos como el MAS, Acción Democrática, y algún ala de de Copei. Hay que reconocer que el amplio abanico de la oposición hay personas, incluyendo a dirigentes, que han manifestado la necesidad de un diálogo nacional entre los venezolanos. Así lo han señalado los obispos de la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV), como otras personalidades, incluyendo el último llamado al diálogo que hizo el Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza.
Yo soy de la opinión que al país le conviene, tanto a la oposición, como al gobierno nacional, un diálogo sincero, nacido del corazón. Pero en estas cosas, como en la mayoría de las otras, siempre existe un pero atraveadp, que hace imposible tal intención. En este caso, ¿saben cuál es? Que el partido Primero Justicia y sus connotados dirigentes, no están en esa misma onda. Estamos hablando de Henrique Capriles, María Corina Machado y Leopoldo López. O el bien llamado trío del mal. Esta gente que recibe órdenes directas del narcotraficante Álvaro Uribe, no les interesa diálogo alguno. Porque ellos tienen sus planes, en concordancia con el Departamento de Estado, y del ala más radical del Partido Republicano, así como las cabezas visibles de la derecha europea.
Pero, me supongo, que Nicolás Maduro, nuestro presidente, ha lanzado ese reto, muy conveniente para el resto del país, para buscar aislar a estos bandidos, violentos y obcecados por sacar al chavismo del poder. Con esa gente no habrá diálogo posible. Eso no está escrito en el plan conspirativo y en el manual de golpes de Estado. ¡Se cansa uno! ¡Volveré!