Y hablando de Navidad, pues creemos que ella ya se adelantó, para el momento, me encontraba un ambiente del interior de una casa humilde barloventeña, donde elaboran para la venta, las buenas Cachapas, Dulces de Martinica, de Lechosa, helados, las Cafungas y tienen un pequeño Restauran donde se saborean los platos tradicionales de la zona, junto al compartir y su hospitalidad.
En eso llega un cliente y pregunta -¿Hay Cachapas?, -¡Si hay! Bueno, dame cinco. -Diez para mi, pide otra señora. Y un estudiante que recién sale de la escuela cercana, dice: -¿Señor. A mi me da un Helado de Chocolate? (que son uno de los más vendidos...) y se lo dan, y se va saboreándolo contento.
Mientras, dos imágenes casi se cruzan en escenas como de una película: Una, la de un señor, que acaba de comprar uno de los productos que se venden en ese lugar, y llega un amigo de éste que va pasando por allí, y al verlo, le grita el refrán: - ¡El que trabaja no come tierra! Es decir, El que trabaja tiene, y tiene que comer…
La otra, es, la de una Hormiga que va atravesando cargando con un gran grano de Maíz, por uno de los pasillos de esa casa, que tomó en plena faena de los que están pelando y picando este producto agrícola tierno, para elaborar las cachapas… Y con ello, valga también el dicho ya referido. Así transcurre la faena diaria de esta empresa de producción familiar y social, siendo un ejemplo. ¡Aquí en esta casa nunca se pasa hambre, gracias a Dios! Significa, la jefa de la familia.
Creo que si la Navidad es el acontecimiento cristiano que festeja el nacimiento del Niño Jesús, (Dios), que motiva a encuentros familiares, a la paz y la prosperidad, lo anterior, refleja lo espiritual y la producción material, pero para la vida que hay te tratar de preservarla.
Hoy por las intervenciones del Capitalismo, netamente empresarial y devorador, cada día los niveles de deshumanización son más, produciendo que unos pocos sean los que se enriquezcan…
Nuestras dinámicas de andar, o danzar como decimos barloventeñamente, ahora más que nunca rápidas, hacen de nuestras vidas que se piense menos, y analicemos menos para la búsqueda de la verdadera felicidad que todos requerimos, mas allá de la que nos venden la televisión y otros medios.
A partir del teléfono, medio de comunicación por excelencia, que puede interconectarnos desde el lugar más recóndito, pero también desconectarnos y contribuir a que seamos esclavizados por el Sistema Establecido. Quienes hemos visto, la película estadounidense “Matrix” protagonizada por Keanu Reeves (1999), lo pueden comprobar y quienes no la hayan visto compruébenlo.
Los barloventeños, como otros venezolanos de otras regiones, tenemos nuestra navidad, que es la que llevamos dentro, con valores éticos de solidaridad, respeto, hermandad, entre otros, para entendernos, hasta llegar a comunicarnos con el otro.
Una vez más, tres elementos contribuyen a esta experiencia ejemplar, y que el gobierno bolivariano debe tomar en cuenta: Una, la Cultura (Revalorizándola de verdad verdad con el pueblo). Dos, la Educación (Aprobar el nuevo Currículo Educativo con los componentes de la Diversidad Cultural venezolana: lo indígena y lo Afrodescendiente) Y tres, el Poder Popular permitiéndonos impulsar las dos primeras propuestas. He aquí, que esto sería “Un buen Regalo de Navidad”, que de paso esta festividad se extiende hasta febrero con la Virgen de la Candelaria.